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Los alaskeños y visitantes podrán presenciar una luminiscencia artificial en el cielo, generada por el Programa de Investigación de Auroras Activas de Alta Frecuencia (HAARP), durante una campaña de investigación de cuatro días que comienza el sábado.
Científicos de la Universidad de Alaska Fairbanks (UAF), la Universidad Cornell, la Universidad de Colorado en Denver, la Universidad de Florida y el Instituto de Tecnología de Georgia, llevarán a cabo una variedad de experimentos en el sitio de investigación operado por UAF.
Los experimentos se centrarán en la ionosfera, la región de la atmósfera que se encuentra entre aproximadamente 80 y 400 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
Los científicos investigarán los mecanismos de la ionosfera que causan emisiones ópticas. También intentarán comprender si ciertas ondas de plasma —un gas tan caliente que los electrones se desprenden de los átomos— amplifican otras ondas de muy baja frecuencia. Además, investigarán cómo los satélites pueden utilizar las ondas de plasma en la ionosfera para la detección y evasión de colisiones.
Comenzando el 11 de noviembre, la luminiscencia podría ser visible hasta 480 kilómetros desde la instalación de HAARP en Gakona. El sitio se encuentra aproximadamente a 320 km al noreste de Anchorage y a 370 km al sureste de Fairbanks.
HAARP creará la luminiscencia excitando electrones en la ionosfera terrestre —de manera similar a cómo la energía solar crea auroras naturales— mediante emisiones de radio de alta frecuencia encendidas y apagadas. El Instrumento de Investigación Ionosférica de HAARP, una matriz de 180 antenas de alta frecuencia distribuidas en 33 acres, es capaz de irradiar 3.6 megavatios hacia la alta atmósfera y la ionosfera.
La luminiscencia —de ser visible— se verá como una tenue mancha roja o posiblemente verde. Debido a la forma en que opera el ojo humano, podría ser más fácil de ver al mirar ligeramente hacia un lado, siendo que el ángulo de visibilidad para cualquier persona que desee buscarla en el cielo dependerá de la distancia a la fuente. Las frecuencias de transmisión variarán pero ocurrirán entre 2.8 y 10 megahercios.
Asimismo, los días y horarios reales de transmisión podrían variar según las condiciones ionosféricas y/o geomagnéticas en tiempo real. Por este motivo, la información adicional sobre la campaña de investigación se irá actualizando en el sitio web de HAARP.
Por lo pronto, la UAF ha solicitado a los pilotos que vuelen en el área de Gulkana que consulten con la Administración Federal de Aviación para conocer los detalles de las restricciones temporales de vuelo.
La Fuerza Aérea desarrolló y poseyó originalmente HAARP entre finales del siglo pasado y principios del actual, en tiempos cuando fue objeto de controversia debido a la hipótesis de que las antenas de la Estación podrían usarse como armamento.
Algunos teóricos de la conspiración han culpado al proyecto de una amplia gama de eventos, incluidos numerosos desastres naturales. Sin embargo, varios científicos y académicos han comentado que el HAARP es un blanco atractivo de dichos conspiracionistas debido a que, en palabras del investigador informático David Naiditch, «su finalidad parece enigmática para los que tienen poco conocimiento científico».
En 2014, y tras gastar más de 250 millones de dólares, la Fuerza Aérea dio por terminado el proyecto y apagó los transmisores y antenas.
En 2015, los instrumentos de investigación fueron transferidos al dominio de UAF, que desde entonces opera el sitio.
En 2021, la Fundación Nacional de Ciencias otorgó al Instituto Geofísico de la UAF una subvención de cinco años de 9.3 millones de dólares para establecer el Observatorio Geofísico Subauroral en HAARP. El observatorio explora la alta atmósfera de la Tierra y el entorno del geoespacio.
La subvención ha respaldado varias campañas de investigación de HAARP, incluida esta. También ayudó a financiar el regreso de la Escuela de Verano de Aeronomía Polar y Ciencia de Radio a HAARP, que recibió a más de 50 investigadores en agosto.
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