Mystery Planet es un sitio web que ofrece noticias y artículos sobre ciencia y misterios. Para estar al tanto de todo lo que publicamos, además de seguirnos en nuestras redes sociales o suscríbete a nuestro boletín de noticias, te invitamos a nuestro canal de Telegram.
Es un asteroide... Es un cometa... No, ¡es un auto!
El 2 de enero de 2025, el Centro de Planetas Menores del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian anunció el descubrimiento de un nuevo asteroide etiquetado como 2018 CN41. Según los parámetros orbitales, este objeto presentaba un semieje mayor un 32.5 % más grande que la distancia entre la Tierra y el Sol, y una moderada excentricidad de 0.256, lo que le otorgaba un período orbital de 1.53 años. Este centro, designado por la Unión Astronómica Internacional, es la autoridad encargada de manejar los informes sobre las órbitas de asteroides, cometas y otros cuerpos pequeños del sistema solar.
El asteroide 2018 CN41 fue detectado por el astrónomo aficionado H.A. Guler como un Objeto Cercano a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés), ya que se aproximó a solo 240.000 kilómetros de nuestro planeta, menos de dos tercios de la distancia a la Luna. Sin embargo, en menos de 17 horas, el Centro de Planetas Menores emitió un aviso editorial informando que el objeto había sido eliminado de su base de datos, ya que no era un asteroide. Tampoco se encontró evidencia de una cola cometaria.
Si 2018 CN41 no es un asteroide ni un cometa, ¿qué es? Resulta ser un automóvil. En concreto, el Tesla Roadster lanzado el 6 de febrero de 2018 como carga simulada en el vuelo inaugural del cohete Falcon Heavy de SpaceX.
Según Elon Musk, CEO de la compañía, el vehículo fue diseñado para entrar en una órbita elíptica alrededor del Sol, pasando cerca de Marte. Sin embargo, su trayectoria lo llevó más allá de la órbita marciana, alcanzando incluso el cinturón de asteroides.
El astrofísico Jonathan McDowell, del Centro de Astrofísica, destacó que este tipo de confusiones pone de manifiesto los problemas relacionados con los objetos no rastreados en el espacio. «En el peor de los casos, podrías gastar mil millones de dólares lanzando una sonda espacial para estudiar un asteroide, solo para darte cuenta de que no es un asteroide cuando llegas allí», comentó McDowell a Astronomy Magazine.
Tesla Roadster orbit (green) launched by SpaceX Falcon Feb 2018 pic.twitter.com/kDaM0Br9Li
— SpringTesla (@SpringTesla) January 25, 2025
Los cálculos teóricos sobre la trayectoria futura del Tesla Roadster indican que podría colisionar con la Tierra en un plazo de decenas de millones de años. Si este objeto genera confusión nuevamente, los astrónomos podrían debatir que se trata de un meteorito de un tipo nunca antes visto. Una situación similar ocurrió con el objeto interestelar anómalo Oumuamua, descubierto el 19 de octubre de 2017. Este objeto, inicialmente rodeado de misterio, es ahora considerado por expertos en cometas como parte de una nueva clase denominada «cometas oscuros».
Tres años después del descubrimiento de Oumuamua, el 17 de septiembre de 2020, otro objeto anómalo fue detectado por el telescopio Pan-STARRS en Hawái. Identificado inicialmente como un asteroide bajo la designación 2020 SO, este objeto resultó ser la etapa superior Centaur utilizada el 20 de septiembre de 1966 para lanzar la sonda Surveyor 2. Similar a Oumuamua, 2020 SO presentó una aceleración no gravitacional atribuida a la presión de radiación solar sobre su órbita. Si se hubiera descubierto en la actualidad, probablemente habría sido clasificado inicialmente como un «cometa oscuro».
Avi Loeb, astrofísico que propuso que Oumuamua es un objeto artificial alienígena, en el telescopio Gran Refractor del Observatorio del Colegio de Harvard.
En diciembre de 2020, el espectro de 2020 SO fue analizado por el telescopio infrarrojo de la NASA, revelando características consistentes con acero inoxidable. Esta observación confirmó su origen artificial, y el objeto fue eliminado de la base de datos del Centro de Planetas Menores el 19 de febrero de 2021.
Por otro lado, Oumuamua permanece en la base de datos catalogado como un «cometa oscuro», aunque la posibilidad de que sea un objeto artificial de origen extraterrestre ha sido descartada por considerarse «especulativa».
Estos casos destacan la complejidad de identificar correctamente objetos en el espacio, así como los desafíos que plantea la distinción entre fenómenos naturales y creaciones artificiales en nuestro creciente entorno espacial.
Por Avi Loeb para MysteryPlanet.com.ar.
¿Te gustó lo que acabas de leer? ¡Compártelo!
Artículos Relacionados