Recientes estudios arqueológicos realizados en Carangas, Bolivia, una región del altiplano andino centro-sur caracterizada por su clima extremadamente árido y frío, han revelado muchos sitios y estructuras religiosas prehispánicas que forman un denso paisaje ritual.

En particular, los investigadores revelaron un conjunto digno de mención de 135 sitios ubicados en la cima de las colinas, la mayoría de los cuales están directamente asociados con antiguas áreas de producción agrícola. Las estructuras fueron identificadas tanto desde el suelo como en imágenes satelitales, lo que permitió determinar un número variable de paredes concéntricas (entre dos y nueve por sitio), cada una ocupando un nivel diferente de terraza alrededor de la cima del cerro.

En todos los sitios se encuentran abundantes cantidades de fragmentos de cerámica prehispánica. Estos son en su mayoría de estilos locales típicos de los Períodos Intermedio Tardío y Tardío (1250-1600 d.C.), junto con algunos estilos regionales vinculados a la expansión sur de los incas.

«La mayoría de los fragmentos cerámicos corresponden a cuencos, platos y tinajas, lo que indica su uso en prácticas comensales y rituales», detalló Pablo Cruz, autor principal del estudio publicado en la revista especializada Antiquity. «Aunque estos sitios religiosos poseen algunas de las mismas características defensivas que los sitios de ocupación prehispánica conocidos como pucarás, no encontramos evidencia significativa de que fueran residenciales».

Mapa que muestra la ubicación de la región de Carangas en Bolivia Créditos: P. Cruz; mapa de Global Multi-Resolution Topography.

Estos espacios ceremoniales surgieron durante el Período Intermedio Tardío —al igual que los pucarás— y luego fueron apropiados y resignificados por los incas. Las características de estos espacios ceremoniales se corresponden con la información proporcionada sobre las huacas y sus santuarios por parte de clérigos y cronistas españoles del Período Colonial (1535-1800 d.C.), como el famoso Guaman Poma de Ayala.

«La concentración de espacios religiosos en esta región del Altiplano puede explicarse por la creencia de que las divinidades tutelares podían regular las ya extremas condiciones climáticas, ya que una pequeña variación de temperatura o precipitaciones podía provocar la pérdida de todos los cultivos o la muerte del ganado», explicó Richard Joffre, coautor del estudio.

Construcción circular gigante

«Además de estos sitios con paredes concéntricas, identificamos un sitio completamente diferente, Waskiri, cerca del río Lauca y la frontera entre Bolivia y Chile. Se trata de una impresionante construcción circular, situada sobre un pequeño cerro, que sorprende tanto por sus grandes dimensiones (140m de diámetro) como por su diseño y regularidad», dijo Joffre. «El solar cuenta con un anillo perimetral formado por 39 recintos contiguos, cada uno de ellos con una superficie entre 106 y 144 m². Estos encierran una plaza de aproximadamente 1 hectarea, que está salpicada de abundantes fragmentos de cerámica atribuidos a los Períodos Intermedio Tardío y Tardío, similares a los observados en los sitios de círculos concéntricos en la cima de la colina».

Fotografía y plano del sitio de Waskiri. Crédito: P. Cruz.

«No encontramos estructuras ni restos materiales que puedan atribuirse a períodos anteriores o más recientes. Otras dos construcciones circulares, de 24m y 23m de diámetro, están ubicadas respectivamente a 40m y 255m fuera del sitio principal», añadió el arqueólogo.

Centro ceremonial de características desconocidas en los Andes

El centro ceremonial prehispánico de Waskiri no solo es un descubrimiento sorprendente en esta región desértica escasamente poblada de los Andes, sino que también exhibe características que no tienen precedentes en los Andes prehispánicos. Es probable, sin embargo, que la primera referencia al lugar se encuentre en la crónica del sacerdote evangelizador Bartolomé Álvarez, quien viajó por la comarca de Carangas durante la década de 1580.

Fotografías de los sitios concéntricos amurallados en la zona de Río Lauca de Carangas. Crédito: P. Cruz/Google Earth.

Álvarez recibió información sobre la existencia de un «gran edificio circular», en el que se reunían las principales autoridades indígenas de la región, curacas y caciques, para realizar las ceremonias del Sol durante el mes de junio —el Inti Raymi, uno de las más importantes ceremonias incas anuales—, así como para otras celebraciones religiosas, incluidos los sacrificios de animales.

La importancia religiosa y política de estas celebraciones y lugares quedó resaltada en palabras del sacerdote cuando calificó a los asistentes de entrar en una especie de «embriaguez solemne» en estos edificios tan particulares que consideró la «casa y negocio del infierno».

De Cuzco a todo el imperio

Varios aspectos del sitio son particularmente relevantes en relación con la información de Álvarez. Primero, el diseño del sitio, que alberga 39 recintos perimetrales distribuidos alrededor de una gran plaza central, es consistente con la congregación de autoridades y sus séquitos de diferentes localidades. Asimismo, la ubicación de Waskiri en una zona desértica, separada de cualquier asentamiento prehispánico o sector agrícola, pudo haber influido en su uso como centro ceremonial regional, ubicado en un espacio neutral o común.

Arriba: vista desde Waskiri, mostrando las siluetas de las principales montañas sagradas de la región. Abajo; distribución de los sitios sagrados alrededor de Waskiri. Crédito: P. Cruz.

Independientemente, Waskiri tiene una ubicación central dentro de la cartografía religiosa de la región, conectada visual y espacialmente con las principales montañas sagradas, numerosos sitios concéntricos amurallados, torres funerarias adornadas con diseños que replican los textiles incas y otros marcadores geosimbólicos.

En este sentido, el diseño radial del sitio y su vinculación con los principales hitos religiosos de la región refleja el sistema de ceques incas —vectores que emanan del templo de Coricancha hacia todas las partes del Imperio incaico—.

Comparación entre la estructura del sitio Waskiri y el sistema de ceques del Cuzco. Crédito: Pablo Cruz.

«Los muros radiales que delimitan los 39 recintos perimetrales de Waskiri reflejan una estructura muy parecida a la del ceque inca del Cuzco», precisó Cruz. «Disponiendo estos según los ejes cardinales se observan cuatro cuadrantes compuestos respectivamente por 9-9-9-8 muros o líneas, lo cual es similar a los cuadrantes del sistema cuzqueño que está integrado por 9-9-9-14 caminos rituales».

«Esto sería una evidencia explícita de que los incas replicaron la estructura simbólica de Cuzco en las regiones que colonizaron», concluyó.

Fuente: Antiquity. Edición: MP.

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