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Según informes, Disney está intentando reiniciar la clásica serie de los 90s con un elenco «más diverso» y el director de Black Panther, Ryan Coogler, al mando. ¿Tendrá éxito?
En el último par de décadas, los gigantes de la industria hollywoodense han carecido de idea originales, motivo por el cual recurrieron una y otra vez a la práctica de exprimir al máximo series y franquicias que tuvieron éxito en el siglo pasado. Los X-Files (Los Expedientes Secretos X) no fueron la excepción, y un revival del programa en 2016 falló en el intento, incluso a pesar que David Duchovny y Gillian Anderson retomaron sus roles como los agentes Mulder y Scully del FBI.
Ahora, Disney promete revertir el fracaso de las últimas dos temporadas y reiniciar la serie de la mano de Coogler. Sin embargo, hay muchos errores que podría cometer la compañía del ratoncito. A continuación, los enumeramos.
El futuro reboot de X-Files no debería tener como protagonistas a Mulder y Scully. Aunque icónicos, estos personajes ya cumplieron su ciclo y agotaron su combustible argumental. Eso sí, ambos deberían aparecer en algún momento a modo de pase de posta a los nuevos protagonistas. Hasta algo indirecto, como un cameo, podría funcionar en este sentido.
El hecho de que X-Files tuviera un crossover con Los Simpson y fuera objeto de innumerables parodias en su apogeo, llevó a algunos espectadores a recordar la serie como algo relativamente ligero. No obstante, los episodios más oscuros de la serie eran realmente aterradores y sombríos. Esta oscuridad perturbadora debería ser respetada a rajatabla, impidiendo que la reputación por contenido familiar de Disney lo arruine.
A pesar de tener una compleja conspiración como núcleo de la trama general, X-Files destacaba en la creación de episodios independientes que funcionaban como mini películas protagonizadas por Mulder, Scully y un villano único cada semana. De hecho, hasta se podría decir que eran de lo más interesante de la serie.
El reboot debe tener estos episodios de «monstruo de la semana» para respetar la esencia antológica. Es de suma importancia si se considera que Mulder y Scully perfeccionaron su química gracias a esto, con una interacción dinámica a través de historias comparativamente menos intensas y complejas que la general.
Lo poco que ha trascendido hasta ahora sobre la versión reiniciadora producida por Coogler es que tendrá «un elenco más diverso». Y eso no es necesariamente una buena señal, sobre todo si se pone por encima de un guion sólido.
Conociendo los últimos fiascos de Disney en cuanto a impulsar diversidad y corrección política en adaptaciones modernas de sus clásicos, la compañía debería aprender que la gente simplemente busca disfrutar de una buena historia original, que sea tan buena e interesante que no importe la etnia o preferencias sexuales de quien la interprete.
Y dado que ni Mulder ni Scully deberían ser los protagonistas, eso quiere decir que no hay personajes originales a los que ser fieles. Por lo tanto, hay una gran oportunidad de priorizar la historia por encima de cualquier agenda, teniendo un elenco diverso sin sacrificar nada de lo que realmente importa para que la nueva serie tenga éxito.
Las dos temporadas del revival de 2016 agregaron poco valor al culto de la serie. Por ejemplo, la reintroducción del hijo de Scully, William, fue un error grave, mientras que los intentos de traer a la palestra al hombre fumador resultaron innecesariamente enredados.
Por lo tanto, la aplicación de una continuidad retroactiva o retrocontinuidad (retcon por su acrónimo en inglés) se antoja muy necesaria. Esto no quiere decir ignorar por completo el fracaso de 2016, pero si corregir la historia de alguna manera. Otra alternativa más drástica —pero no menos sana— sería retomar la serie desde el spin-off cinematográfico de 2008 (X-Files: Quiero Creer) dirigido por el propio creador de la serie, Chris Carter.
Cuando la serie de los 90s se emitía por la cadena FOX, la noción de una conspiración gubernamental para ocultar la presencia de inteligencias no-humanas en nuestro mundo era tratada, generalmente, como cosa de «loquitos». Los medios masivos lo veían casi como un asunto de risa y la opinión científica brillaba por su ausencia gracias al miedo del qué dirán.
Hoy en día, y tras las impactantes revelaciones y videos de la Marina de EE.UU. dados a conocer a partir de 2017, el tema ovni ha ganado un gran espacio en los medios, con una transmutación del término OVNI al término UAP (siglas en inglés para ‘Fenómenos Anómalos No Identificados’). Asimismo, muchos científicos de prestigiosas universidades se han involucrado en la discusión.
Sería poco sabio omitir que Mulder tenía razón después de todo y que ya no se trata de querer creer. El reboot debería incluir en sus episodios una trama de fondo relacionada con los últimos esfuerzos para intentar una desclasificación del fenómeno.
Teniendo en cuenta que la serie saldrá seguramente por la plataforma de streaming Star+/Disney+, hay que considerar el formato de lanzamiento. Los episodios originales de los 90s duraban siempre alrededor de 45 minutos y salían de manera semanal.
Y si bien este último punto podría considerarse algo más técnico, no dejaría de ser un error excederse en duración —con episodios, por ejemplo, de 1 hora—. Es más, en una sociedad acostumbrada a consumir contenido rápidamente, incluso sería más efectivo que cada episodio durara solo 30 minutos.
Del mismo modo, mantener el formato semanal no resultaría imprescindible. A veces, los espectadores se involucran más a partir del segundo o tercer episodio. Publicar toda la temporada de una sola vez también aliviaría un poco la presión sobre la entrega inaugural.
Referencias:
Por MysteryPlanet.com.ar.
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