La fecha para el San Valentín cristiano coincide con el día dedicado a un dios nórdico conocido como Vali que, al igual que el Cupido de los enamorados, era un hábil arquero.

Vali.

Ilustración de Vali que aparece en el libro 'Dioses y héroes nórdico-germánicos: en descripciones para jóvenes y mayores' (1882), de Jakob Nover y Wilhelm Wagner.

De acuerdo a la mitología escandinava, Vali era hijo de Odín y la giganta Rind. Y se decía que creció con una rapidez tan maravillosa que en el transcurso de un solo día alcanzó su plena estatura. Este joven dios se apresuró a ir a Asgard con arco y flechas para vengar la muerte de Balder, dios de la luz, matando a su asesino, Hoder, el dios ciego de la oscuridad.

Por supuesto, este hijo de Odín no nació con un solo propósito —vengar la muerte de Balder—, ni tardó literalmente 24 horas en crecer y correr a Asgard para matar a Hoder; se cuenta esta historia para dar la percepción de que Vali fue entrenado rápidamente para convertirse en un gran guerrero y que creció con tales habilidades que se convirtió pronto en un gran dios —tanto que tal vez fue lo que le ayudó a sobrevivir el Ragnarok—.

Era además el dios de la luz eterna, y como los rayos de luz eran a menudo llamados flechas, siempre se le representó y veneró como un arquero. Por esta razón, su mes en el calendario noruego se designa con la señal del arco y se le denomina Liosberi, el portador de luz. Ya que se sitúa entre mediados de enero y de febrero, los primeros cristianos le dedicaron este mes a San Valentín, quien se decía que, al igual que Vali, era el heraldo de días más brillantes, el despertador de sentimientos tiernos y el patrono de todos los amantes.

En el mismo sincretismo, a uno de los principales emblemas de San Valentín, el dios romano Cupido, se lo conoce por ser un ducho arquero.

Amor y venganza

Como bien es sabido, el asesinato de Balder a manos de Hoder es involuntario. Este último lanza el arma del crimen —una afilada rama de muérdago— al ser engañado por Loki. Sin embargo, existe una versión danesa diferente de la historia que excluye al dios embustero, y justamente es una historia de amor... y venganza.

Los Ases alrededor del cadáver de Balder. Obra de Eckersberg.

Cuenta que Hoder era el amante de Nanna, la princesa de los daneses. Balder también deseaba a Nanna y trató de cortejarla sin éxito. Sin inmutarse, Balder levantó un ejército de dioses y atacó a Hoder con una flota de barcos. Hoder los detuvo con éxito e incluso logró romper el arma de Thor (aparentemente en este momento, Thor no era dueño de su martillo mágico Mjölnir). Hoder finalmente mató a Balder usando una espada mágica. El hijo de Odín, Vali, luego vengó a Balder.

Sacrificio

En la actualidad, aquellos seguidores de la religión Ásatrú —que recrea y unifica el paganismo germánico del centro y norte de Europa— festejan el Valisblot. Y si bien la etimología del nombre implica un sacrificio (blot), los celebrantes modernos prefieren solo comer una comida fría (como la venganza de Vali), declararle el amor a sus parejas, y encender antorchas y fogatas para alejar el invierno de las desoladas y largas noches escandinavas.

Festejo de Valisblot. Crédito: Visit Poulsbo.

Una oración de la comunidad de Ásatrú para la fecha, dice:

Salve Vali, ¡portador de nueva luz!
Tu eje perfora el corazón del invierno;
y promete nueva Primavera.
¡Salve a ti! Y que tu luz entre también en nuestros corazones.

Quédate con nosotros Vali, hijo de Odin y Rind.
Que vivas por siempre.
Siempre en los caseríos de nuestro pueblo.
Te saludamos como defensor de nuestra familia.

La fiesta también es un buen momento para reflexionar sobre los actos malvados y el odio que guardamos en nuestros corazones. Es un buen momento para dejar ir estos sentimientos y para decidir qué errores deben ser corregidos por la justicia representada por Vali.

Por MysteryPlanet.com.ar.

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