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La enorme cabeza de lobo, preservada desde la última glaciación en la gélida naturaleza de Siberia, ha sido hallada en increíbles condiciones.
En el año 2018, un hombre que caminaba a lo largo de la orilla del río Tirekhtyakh, en Yakutia, dio con algo sorprendente: una cabeza de lobo con un tamaño de 40 centímetros de largo, sobrepasando con creces a la de cualquier espécimen actual del animal.
El hallazgo se ha mantenido en secreto hasta esta semana, momento en que se ha dado a conocer a la comunidad internacional. La cabeza de lobo se reveló en la inauguración de una exposición en Japón sobre criaturas congeladas de la Edad de Hielo, incluidos también mamuts lanudos.
«Este es un descubrimiento único de los primeros restos de un lobo Pleistoceno completamente desarrollado con su tejido preservado», dijo el paleontólogo Albert Protopopov de la Academia de Ciencias de la República de Sakha. «Lo compararemos con los lobos modernos para comprender cómo ha evolucionado la especie y para reconstruir su apariencia».
La cabeza de lobo —cuyo pelaje, colmillos, piel e incluso tejido cerebral, siguen intactos— se encontró en la misma región en que también fueron rescatados del permafrost leones cavernarios (en 2015 y 2017).
Protopopov, junto con científicos de Suecia y Japón, están estudiando ahora la cabeza, que creen perteneció a un lobo adulto de dos a cuatro años. Su trabajo incluirá analizar el ADN del animal antiguo y usar técnicas tomográficas no-invasivas para ver dentro del cráneo.
Según el paleontólogo, hallar cráneos de lobos en el permafrost siberiano no es algo inusual, si bien el tamaño masivo del actual objeto de estudio supera cualquier expectativa.
Junto con el lobo, los científicos también están examinando un cachorro de león cavernario recién descubierto. Se cree que es una hembra. Los investigadores sugieren que puede haber muerto poco después de nacer y luego convertirse en hielo.
En cuanto al lobo, no se sabe cómo se cortó la cabeza, aunque en cualquier caso el equipo de investigación ha descartado que sea un trofeo de algún tipo de cazador temprano, ya que se cree que los humanos comenzaron a llegar a esta parte norte de Rusia hace unos 32.500 años.
Fuente: ScienceAlert. Edición: Miguel Jorge.
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