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Una enorme y curiosa «boca» oscura apareció recientemente en la superficie del Sol, dejando a científicos y entusiastas del espacio sorprendidos por su particular forma y su potencial impacto en nuestro planeta. Este fenómeno, captado en luz ultravioleta, no es una abertura literal, sino una región de agujero coronal del tamaño aproximado de cinco planetas Júpiter.
Los agujeros coronales son zonas donde el campo magnético del Sol se abre, permitiendo que el viento solar —una corriente de partículas cargadas— escape con mayor facilidad hacia el espacio. Aunque invisibles en longitudes de onda ópticas, estas regiones se hacen evidentes en el espectro ultravioleta como parches oscuros, más fríos y menos densos que el plasma solar circundante.
Lo que hace particularmente llamativo al actual agujero coronal es su extraña configuración. Desde ciertas perspectivas, parece una cara solar «gritando», con una gran «boca» en el hemisferio sur y dos manchas en el norte que simulan ojos. Cada uno de estos «ojos» es del tamaño de Júpiter, y las tres regiones están enviando chorros de partículas a través del sistema solar.
A pesar de su apariencia dramática, los científicos aseguran que no hay motivo de alarma. «Los agujeros coronales son normales», explican expertos de la Met Office británica. Aunque los vientos solares que liberan pueden generar tormentas geomagnéticas al chocar con la magnetosfera terrestre, estas suelen ser leves comparadas con los efectos de una eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), que involucra erupciones solares mucho más potentes.
De hecho, se estima que la actividad actual solo podría generar un leve incremento en los vientos solares, debido a que el agujero se encuentra en el hemisferio sur solar y su orientación hacia la Tierra no es completamente directa. La probabilidad de una interacción significativa es baja.
Este fenómeno ocurre en un contexto de alta actividad solar. Recientemente, nuestro planeta fue afectado por una poderosa tormenta geomagnética de categoría G4, lo que permitió ver auroras boreales y australes en latitudes poco habituales.
Color of Earth meets the blackness of deep space. Stars above green and red auroras, seen as fixed points due to my homemade orbital sidereal drive. pic.twitter.com/6j4sADNPLb
— Don Pettit (@astro_Pettit) June 3, 2025
El Sol atraviesa actualmente una fase especialmente activa dentro de su ciclo de 11 años, lo que significa que podemos esperar más espectáculos espaciales en los próximos meses. Mientras tanto, los científicos continúan monitoreando sus «expresiones» cósmicas, que en esta ocasión, parecen reflejar un grito… o tal vez solo una exhalación solar más.
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