Robert de Niro ha ido un paso más allá en la defensa del movimiento antivacunas. El actor se ha aliado con Robert F. Kennedy Jr, sobrino del expresidente John Fitzgerald Kennedy, para demostrar que las vacunas no son seguras, lanzando un desafío a quien crea en lo contrario.

Robert F. Kennedy Jr. (izquierda) junto a Robert De Niro.

Su iniciativa pasa por ofrecer 100.000 dólares a quien pueda demostrar que las vacunas están libres de mercurio. Esta extraña pareja defiende que el preservante tiomersal contiene mercurio y puede causar autismo, a pesar de que se haya demostrado en varias ocasiones que no es así, incluso a través de estudios de la Agencia del Medicamento estadounidense.

En los Estados Unidos, el tiomersal ha sido removido o reducido a trazas en todas las vacunas recomendadas rutinariamente a niños menores de 6 años con la excepción de la vacuna de influencia inactiva. Las vacunas con trazas contienen menos de 1 microgramo de mercurio por dosis, menos del 2,5 % del consumo diario considerado tolerable por la OMS.

Sin embargo, parece que esto no es suficiente para ambos activistas y ahora han decidido ofrecer esta ayuda a través de la World Mercury Project.

Kennedy ha defendido que «el mercurio es 100 veces más tóxico que el plomo, está en­venenando a los niños, y además está estrechamente relacionado con el autismo». Últimamente su nombre ha estado en la palestra tras una reunión con Donald Trump en la que, según el activista, el presidente le había ofrecido presidir el Comité de Vacunas de Estados Unidos.

Robert de Niro ya había desatado la polémica hace unos meses al declarar su intención de proyectar un documental en el Festival de Tribeca sobre el supuesto vínculo entre autismo y vacunas. Finalmente, la dirección del festival decidió no emitir el documental ante las dudas sobre su veracidad.