Un equipo científico internacional, codirigido por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y el Centro Médico de China Occidental de la Universidad de Sichuan (WCHSU), ha logrado un hito que abre una nueva puerta de esperanza en la lucha contra el Alzheimer: revertir la enfermedad en ratones con solo tres inyecciones de nanopartículas. El estudio, publicado en la prestigiosa revista Signal Transduction and Targeted Therapy Journal, presenta un enfoque radicalmente diferente a los tratamientos convencionales.

Revierten el Alzheimer en ratones con un innovador tratamiento de nanopartículas

Crédito: MysteryPlanet.com.ar.

A diferencia de la mayoría de las investigaciones que se centran en actuar directamente sobre las neuronas, esta innovadora terapia se enfoca en restaurar la función normal de la vasculatura cerebral. Concretamente, su objetivo es reparar la barrera hematoencefálica (BHE), una especie de guardián celular que protege al cerebro del torrente sanguíneo, regulando el paso de sustancias.

En lugar de usar las nanopartículas como meros vehículos para transportar fármacos, este enfoque las utiliza como «fármacos supramoleculares» bioactivos por sí mismos. Al reparar esta interfaz crítica, los investigadores lograron revertir la patología del Alzheimer en los modelos animales, demostrando la importancia vital de la salud vascular en enfermedades neurodegenerativas.

Resultados asombrosos en modelos animales

Los investigadores utilizaron modelos de ratones genéticamente programados para desarrollar los síntomas del Alzheimer, como la acumulación de la proteína tóxica amiloide-beta (Aβ) y un deterioro cognitivo significativo. Tras administrar solo tres dosis de las nanopartículas, los resultados fueron sorprendentes.

«Apenas una hora después de la inyección, observamos una reducción del 50-60 % en la cantidad de Aβ dentro del cerebro», explica Junyang Chen, coautor principal del estudio e investigador en el WCHSU.

Imágenes de microscopía de fluorescencia de lámina de luz de cerebros de ratones 12 horas después de ser tratados (izquierda) o no (derecha) con nanopartículas. Los cerebros fueron analizados para observar la cantidad de acumulación de placas de Aβ. Rojo: Placas de Aβ. Verde: Vasos de la barrera hematoencefálica.

Sin embargo, el dato más impactante fue el efecto a largo plazo. En un experimento clave, trataron a un ratón de 12 meses (equivalente a un ser humano de 60 años) y analizaron su comportamiento seis meses después. El resultado fue extraordinario: el animal, ya con 18 meses (comparable a una persona de 90 años), había recuperado el comportamiento de un ratón sano.

Los científicos creen que esto se debe a una «reacción en cascada»: al restaurar la función vascular, el cerebro recupera su capacidad natural para eliminar las proteínas tóxicas, permitiendo que todo el sistema recupere el equilibrio.

¿Cómo funciona exactamente el tratamiento?

En la enfermedad de Alzheimer, el sistema natural de limpieza del cerebro falla. Una proteína clave, la LRP1, actúa como un transportador que saca la proteína amiloide-beta del cerebro hacia el torrente sanguíneo para su eliminación. Sin embargo, en los pacientes con Alzheimer, este mecanismo se satura y deja de funcionar, provocando la acumulación tóxica.

Giuseppe Battaglia (izquierda) y Lorena Ruiz Pérez (derecha). Crédito: IBEC.

Los fármacos supramoleculares desarrollados en este estudio actúan como un interruptor que reinicia el sistema. Imitan a las moléculas que se unen a la proteína LRP1, ayudándola a capturar la Aβ y a transportarla eficazmente fuera del cerebro. De esta manera, no solo eliminan la proteína dañina, sino que restauran la función natural de limpieza de la barrera hematoencefálica.

Un futuro prometedor en la lucha contra el Alzheimer

Este paradigma terapéutico ofrece una vía prometedora para desarrollar intervenciones clínicas efectivas que aborden las causas vasculares del Alzheimer. Lorena Ruiz Pérez, investigadora del IBEC y profesora en la Universidad de Barcelona (UB), concluye: «Nuestro estudio demostró una eficacia notable para lograr una rápida eliminación de Aβ, restaurar la función saludable de la barrera hematoencefálica y conducir a una sorprendente reversión de la patología del Alzheimer».

Este logro, fruto de una colaboración internacional, representa un paso significativo y esperanzador hacia un tratamiento que podría, en el futuro, mejorar drásticamente la vida de millones de personas afectadas por esta devastadora enfermedad.

Fuente: IBEC. Edición: MP.

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