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Descubierta por primera vez en 1859 por el prominente científico Alfred Russel Wallace, nadie ha podido localizarla desde 1981.
En 1859, el naturalista, explorador, geógrafo, antropólogo y biólogo británico Alfred Russel Wallace hizo un hallazgo sorprendente: en su viaje por Indonesia descubrió una abeja enorme, del tamaño de un pulgar. Se bautizó popularmente como la abeja gigante de Wallace en honor a su descubridor (aunque su nomeclatura científica es Megachile Pluto) y era una rara avis difícil de localizar. De hecho, después de Wallace solo se tiene un avistamiento documentado, en 1981. Después no se volvieron a encontrar rastros de la esquiva abeja, por lo que se creyó que estaba extinta. De hecho, el insecto era tan raro que ni siquiera los lugareños habían visto sus nidos o colmenas con anterioridad.
Ahora, un grupo liderado por el fotógrafo de naturaleza Clay Bolt, acompañado de Eli Wyman —entomólogo de la Universidad de Princeton—, Simon Robson —ecologista del comportamiento— y Glenn Chilton —experto en ornitología—, ha pasado los últimos años buscando a abejas gigantes vivas en Indonesia. Y al final ha resultado: han conseguido fotografiar y filmar a la especie viva.
Se trata de una abeja que puede crecer hasta los 4 centímetros de largo y tiene una envergadura con las alas desplegadas de más de 6 centímetros. También cuenta con unas enormes mandíbulas que se comparan a las de un escarabajo ciervo. Este órgano lo utiliza para raspar la pegajosa resina de los árboles y construir su colmena dentro de los nidos de termitas, donde las hembras crían a los nuevos descendientes. Al igual que otras abejas, la Megachile Pluto se alimenta de néctar y polen.
La alegría del equipo fue inmensa cuando descubrieron de nuevo ejemplares de esta especie. Lo que más les llamó la atención fue el gran tamaño de la abeja hembra, cuyo batir de alas era perfectgamente audible: «Era un estruendo profundo y lento que casi se podía sentir y escuchar», asegura Bolt. Al mismo tiempo, Wyman afirma que pudo sentir cómo se desplazaba el aire cuando la abeja volaba. «Fue una experiencia tan increíble y tangible de un animal que solo había vivido en mi imaginación durante años», agrega.
Esta abeja lleva intrigando a muchos desde hace tiempo. De hecho, desde hace un par de años se han puesto a la venta ejemplares vivos en eBay que han alcanzado los 9.100 dólares (unos 8.000 euros) de precio en la puja. Esta situación fue denunciada por Nicolas Vereecken, un entomólogo y ecólogo de la Universidad de Bruselas, que publicó un artículo alertando sobre estas prácticas en la revista Journal of Insect Conservation.
Sin embargo, la venta es legal ya que el animal no está protegido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción, que rige el comercio internacional de especies amenazadas. La abeja gigante de Wallace actualmente solo se considera «vulnerable». La comunidad científica, por su parte, pide más estudios y que se proteja a la abeja más grande que existe en el mundo.
Fuente: ABC.
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