La densa selva tropical en la isla mayor esconde secretos en su interior. Entre ellos, la supuesta existencia —aún hoy en día— de una raza de homínidos cuya altura alcanzaría los 4 metros. Sus historias se han contado desde la antigüedad.

Crédito: MysteryPlanet.com.ar.

Las islas Salomón son un estado soberano de Oceanía al este de Papúa Nueva Guinea, que consta de seis islas principales y más de 900 islas más pequeñas. Si bien su ocupación se remonta hasta el 28.000 a.C., fueron «descubiertas» para el mundo Occidental por el navegante español Álvaro de Mendaña en 1568, quien las denominó así por creer que eran la Tierra de Ofir que menciona la Biblia, donde se encontraban las minas del rey Salomón.

Las personas que residen en la isla mayor, Guadalcanal, siempre han afirmado haber visto a unos gigantes humanoides, a quienes llaman «los Moo-Moo».

Las historias sobre estos gigantes comenzaron a ganar terreno en el resto del mundo cuando el ingeniero australiano Marius Boirayon comenzó a documentar los relatos que escuchaba de la gente local. Toda la población parecía consciente del hecho de que estaban compartiendo su tierra con aterradores seres.

Las selvas de las islas Salomón son unos de los ecosistemas biológicamente más aislados del mundo, donde con frecuencia se descubren nuevas especies de vida silvestre. Si en algún lugar del mundo viviera una población gigantes, estas selvas tropicales podrían ser ese lugar.

«Durante mi investigación limitada sobre la existencia de los gigantes de Salomón, descubrí que alguna vez consideraron a los habitantes de las islas como “cerdos para comer”», escribe Boirayon en su libro Solomon Islands Mysteries (2009).

«Hay numerosas historias tradicionales/folclóricas heredadas en las que los gigantes una vez asaltaban pueblos, agarraban personas, arrancaban extremidades y se las comían allí mismo, mientras todos corrían aterrorizados. Además, hay muchas historias sobre lo que los habitantes de las islas Salomón llamaban “gigantes asesinos”, que persistentemente regresaban a sus aldeas para hacer una comida con ellos», agrega.

Asimismo, Boirayon cree que este último hecho es una de las principales razones por las que la población de las islas Salomón es mucho más pequeña de lo que debería ser; porque con más de cinco mil años de gigantes de las islas considerando a los homo sapiens isleños como alimento para comer, esas personas nunca tuvieron la oportunidad de procrear debidamente.

La historia de Mango

Entre el folclore local, una de las historias más llamativas sobre estos gigantes de Guadalcanal es aquella que habla del secuestro de una mujer llamada «Mango», quien fue encarcelada durante 25 años por estos seres.

Los lugareños creyeron que estaba muerta, pero años después escapó de su cautiverio y regresó con su sorprendente historia. Durante ese tiempo estuvo embarazada y luego dio a luz a un niño, pero cuando el niño híbrido cumplió cinco años, los hermanos de Mango lo sacrificaron y lo enterraron allí. Su tumba todavía existe en la isla.

Dos niños de las Islas Salomón con cabello rubio causado por el gen TYRP1.

Respecto a este posible cruce entre gigantes y humanos, un científico de la Universidad de Papúa Nueva Guinea mapeó el ADN del pueblo melanesio en 2002, encontrando ligeras diferencias con el de otros homo sapiens —como los europeos— lo que le resultó desconcertante.

¿Podría ser que los habitantes de Papúa Nueva Guinea, las islas Salomón y los habitantes de Vanuatu hayan visto alterado ligeramente su ADN al cruzarse con las razas gigantes de sus islas?

Cuando les dispararon a los gigantes

Y esto quedaría en solo otra impactante leyenda o mito local sobre gigantes, si no fuera porque estos «Moo-Moo» también han tenido encuentros con extranjeros que dieron fe de su existencia.

Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados japoneses y los estadounidenses batallaron en Guadalcanal, los propios soldados japoneses afirmaron haberse encontrado con gigantes y abrir fuego contra ellos. De acuerdo a los relatos, las balas no les hicieron mella, solo los enfurecieron y, como represalia, atacaron a los soldados con árboles.

Marines estadounidenses descansan en el campo durante la campaña de Guadalcanal. noviembre de 1942.

Este tipo de incursiones foráneas a las islas y el miedo a un enfrentamiento de grandes proporciones, se dice que pudieron ser las causas principales por las cuales los gigantes dejaron de canibalizar esporádicamente a los lugareños y escogieron ser más esquivos.

Gigantes intraterrenos

Y un lugar ideal para esconderse de los humanos es bajo tierra, con la densa vegetación de Guadalcanal como techo. Es así que los salomonenses relatan que los gigantes han construido un sistema de cavernas subterráneas debajo de toda la isla en la que viven.

La mayor parte del tiempo permanecen adentro, en sitios intraterrenos, saliendo a la superficie en contadas ocasiones y, por ende, siendo avistados por humanos con muy poca frecuencia.

El oro de las Salomón

En Guadalcanal también se encuentra oro —no el del rey Salomón claro—, para lo cual una empresa había instalado su maquinaria en la zona de extracción.

La compañía comenzó a usar excavadoras para despejar el área minera, pero un día los trabajadores informaron que faltaba el accesorio de hoja gigante de la excavadora. Todos estaban muy sorprendidos de cómo alguien podría robar un equipo tan pesado, pero de repente vieron algunas huellas gigantes allí. Persiguiendo esas marcas, los trabajadores llegaron a ese equipo, y ellos también se convencieron de la existencia de gigantes.

Los Moo Moo alcanzarían una altura de 4 metros (13 pies).

No solo esto, el ministro de Guadalcanal y los funcionarios del gobierno también han afirmado ver gigantes. Una vez, cuando estos políticos salieron a inspeccionar el área de la mina de oro, el camino estaba muy resbaladizo y su automóvil se atascó en el lodo. Los funcionarios decidieron entonces buscar ayuda en el asentamiento más cercano y trajeron consigo a unas 20 personas para desatascar el automóvil. Pero lo que vieron fue que el auto ya estaba fuera del lodo y estacionado en un camino sólido con dos gigantes cerca, quienes rápidamente al darse cuenta que estaban siendo observados se perdieron en la selva.

Conclusión

Por extraño e increíble que parezca, la curiosidad de los seres humanos modernos ha mantenido vivas estas historias. Pero... ¿hay algo de verdad en todas ellas?

Como la historia nos ha enseñado; a veces la verdad realmente es más extraña que la ficción. Y en este punto corolario, cabe recordar que más allá de las islas Salomón también existen historias que hablan sobre gigantes y seres intraterrenos. Por algo será...

Referencias:

Por MysteryPlanet.com.ar.

2 comentarios
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 2 comentarios
Comentarios
Jun 7, 2023
16:45
#1 hugo:

Eso de que los soldados japoneses les dispararon y las balas no les hicieron efecto me recuerda a las películas japonesas de monstruos que
veía en mi infancia. ¡Pura Fantasía!....

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Oct 30, 2023
18:29
#2 Mig:

@hugo: se nota que lo unico que conoces viene de las peliculas

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