Huellas encontradas probarían que el hombre cazaba perezosos gigantes

Numerosos animales grandes como el perezoso gigante, la llamada megafauna, se extinguieron al final de la Edad de Hielo. No se sabe si la caza fue la causa, pero la nueva evidencia nos dice cómo los cazadores humanos se les enfrentaron y dieron muerte.

El perezoso gigante (Megatherium) fue uno de los mayores mamíferos terrestres conocidos, pesaba más de 3 toneladas​ y medía más de 6 metros de longitud de la cabeza a la cola.

Debió de ser un momento terrible. Un perezoso gigante, una bestia peluda de 3 toneladas tan grande como un coche, se pasea por la orilla de un lago cuando algo le pone en alerta. Pronto se percata de la amenaza, un grupo de hombres dispuestos a darle caza. Para defenderse, el animal se alza sobre sus patas traseras y muestra una extraordinaria envergadura que supera con creces la altura de sus atacantes. Probablemente tan aterrorizado como ellos, les golpea con sus larguísimas patas delanteras con afiladas garras para después salir huyendo.

La increíble escena ocurrió en Nuevo México hace entre 10.000 y 15.000 años y ha podido ser recreada por los científicos gracias a las huellas dejadas por sus protagonistas.

Huella humana dentro de la de un perezoso. Según los investigadores, los cazadores tuvieron que haber extendido deliberadamente sus pasos para colocar sus pies dentro de las huellas de este gigante.

En algunos casos, las huellas humanas se encuentran dentro de las de los perezosos, lo que indica, según los autores del estudio, que se produjo una persecución. Es la primera vez que los científicos muestran que nuestros antepasados se enfrentaban a presas tan formidables, quizás armados con lanzas.

Las huellas han llegado hasta nuestros días porque el lugar, entonces un paisaje bucólico, forma parte del monumento nacional de las Arenas Blancas, compuesto por grandes dunas de yeso. El acceso limitado al área ha ayudado a conservar sus rastros intactos.

Lugar del hallazgo.

«La historia que podemos leer de estas huellas es que los humanos estaban acechando al perezoso siguiendo sus pasos», dice Matthew Bennett, profesor de ciencias ambientales y geográficas en la Universidad de Bournemouth, Inglaterra. «Mientras algunos intentaban distraerlo, alguien más trataba de asestarle el golpe asesino. Es una historia interesante y está escrita en las huellas».

Causa de su extinción

El hallazgo, publicado en Science Advances, parece respaldar la idea de que la acción humana pudo haber jugado un papel importante en la extinción de la llamada megafauna en América.

Los perezosos gigantes se extinguieron junto a otros animales gigantes en América del Norte por causas que aún no están claras y que están en el centro de un profundo debate científico. El cambio climático y las enfermedades son algunas de las barajadas. Pero para Bennett, los humanos, armados con lanzas con punta de piedra, también pudieron influir de forma negativa al llegar a América del Norte después de cruzar un puente terrestre desde Asia hace unos 15.000 a 25.000 años.

Fuente: Science. Edición: ABC.