Hizo historia hace pocos días como el primer módulo estadounidense en tocar la Luna en más de medio siglo, pero ahora ha cerrado sus ojos en un sueño del que podría no despertar.

Odysseus de Intuituve Machines en la Luna.

La empresa con sede en Houston, Intuitive Machines, apagó su nave espacial robótica Odysseus el jueves (29 de febrero) antes del inicio de una larga y fría noche lunar. Siete días antes, el aterrizador alimentado por energía solar se convirtió en la primera nave espacial privada en posarse suavemente en la luna, y el primer vehículo estadounidense en lograrlo desde que Apolo 17 lo hiciera en 1972.

Sin embargo, este apagado podría resultar solo una siesta para el aterrizador, al que el equipo de la misión cariñosamente llama Odie.

«Creo que lo que vamos a hacer es arropar a Odie para la gélida noche lunar y ver si podemos despertarlo cuando tengamos un mediodía solar dentro de aproximadamente tres semanas», dijo Steve Altemus, cofundador y CEO de Intuitive Machines, durante una conferencia de prensa el miércoles por la tarde (28 de febrero).

Las imágenes incluidas aquí son las observaciones más cercanas de cualquier misión espacial en la región del polo sur de la Luna. Odiseo es todo un fotógrafo, capturando esta imagen aproximadamente a 30 metros sobre la superficie lunar mientras su motor principal reducía su velocidad en más de 38.624 kph.

La compañía reiteró esa esperanza en una publicación el jueves en donde también compartió una de las últimas fotos tomadas por el módulo.

«Antes de que su energía se agotara, Odysseus completó una emotiva transmisión de despedida. Recibida hoy, esta imagen del 22 de febrero muestra la Tierra en forma de creciente en el fondo, un sutil recordatorio de la presencia de la humanidad en el universo. Buenas noches, Odie. Esperamos volver a saber de ti», escribió.

Odysseus fue lanzado el 15 de febrero a bordo de un cohete SpaceX de Falcon 9, rumbo a la Luna y a una cita con el destino.

La nave espacial de 4.3 metros de altura alcanzó la órbita lunar el 21 de febrero y aterrizó un día después cerca de Malapert A, un cráter a unos 300 kilómetros del polo sur lunar. El alunizaje fue un éxito, pero no fue fácil. Horas antes, el equipo de la misión descubrió que los telémetros láser que debían proporcionar la altitud y la velocidad horizontal de la nave durante el descenso, no estaban funcionando. Así que idearon una solución alternativa, utilizando un instrumento LiDAR (detección y medición por luz) experimental que NASA colocó en el aterrizador.

Esta imagen ilustra la tarea principal del tren de aterrizaje de Odysseus, absorbiendo el primer contacto con la superficie lunar para preservar la integridad de la misión. Mientras tanto, el motor de metano y oxígeno líquido del aterrizador sigue regulando, proporcionando estabilidad. La empresa cree que estos dos aspectos capturados en la imagen permitieron al módulo inclinarse suavemente hacia la superficie lunar, preservando la capacidad de recopilar datos científicos.

Estos problemas de navegación contribuyeron a un alunizaje relativamente brusco, golpeando el suelo lunar inclinado y rompiendo una o dos de sus seis patas, lo que provocó que quedará volcado hacia un lado. Esta orientación dificultó la comunicación del equipo de la misión con el módulo y también dificultó que este aprovechara la luz solar que necesitaba para seguir operando en el duro entorno lunar.

Aún así, Odie logró alcanzar su marca de longevidad: Intuitive Machines había estimado previamente que la misión en la superficie duraría una semana.

A pesar de los problemas mencionados, tanto Intuitive Machines como la NASA consideran exitoso el alunizaje, uno que augura bien para el futuro de la exploración en nuestro satélite. La agencia espacial, por ejemplo, recibió datos de los cinco instrumentos activos en Odie. (El sexto es un conjunto de retroreflectores láser, un instrumento pasivo diseñado para ayudar a otras naves espaciales lunares a navegar).

Las imágenes del equipo de la Cámara de la Sonda Orbital Lunar de la NASA confirmaron que Odysseus completó su alunizaje a 80.13°S y 1.44°E, a una elevación de 2579 m. Crédito: NASA/Goddard/Universidad Estatal de Arizona.

«La conclusión es que cada experimento ha alcanzado algún nivel de sus objetivos, y estamos muy emocionados por eso», dijo Sue Lederer, científica del proyecto CLPS en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, durante la conferencia de prensa del miércoles.

Lederer también expresó optimismo sobre las posibilidades de Odie de despertar de su largo sueño lunar, aunque la sonda no estaba diseñada para hacerlo.

«Es un tipo pequeño y resistente», dijo. «Así que tengo confianza en Odie en este momento. Ha sido increíble».

Y hay precedentes para tal resurgimiento: la nave espacial SLIM de Japón, el primer aterrizador lunar exitoso del país del sol naciente, se despertó de su hibernación lunar hace solo unos días.

Así que, crucemos los dedos: podríamos volver a saber de Odie.

Fuente: Space.com. Edición: MP.

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