Mystery Planet es un sitio web que ofrece noticias y artículos sobre ciencia y misterios. Para estar al tanto de todo lo que publicamos, además de seguirnos en nuestras redes sociales o suscríbete a nuestro boletín de noticias, te invitamos a nuestro canal de Telegram.
Un nuevo y sorprendente estudio sugiere que el agujero negro supermasivo ubicado en el corazón de nuestra galaxia, conocido como Sagitario A*, está girando casi tan rápido como las leyes de la física lo permiten. Aún más llamativo: su eje de rotación estaría apuntando directamente hacia nuestro planeta.
La investigación fue liderada por Michael Janssen, astrónomo de la Universidad Radboud (Países Bajos), y se basó en el análisis avanzado de datos obtenidos por el Event Horizon Telescope (EHT), el mismo que captó las primeras imágenes de agujeros negros en 2019 (M87*) y 2022 (Sagitario A*).
A diferencia de estudios anteriores que utilizaron solo unos pocos modelos sintéticos, este nuevo enfoque aplicó una red neuronal bayesiana entrenada con millones de conjuntos de datos simulados, lo que permitió extraer información mucho más precisa y confiable. Gracias a esta inteligencia artificial, los científicos no solo lograron estimar con mayor certeza la velocidad de rotación de Sagitario A*, sino también la orientación de su eje.
«Sospechamos que el agujero negro de nuestra galaxia está girando casi al máximo, y su eje apunta directamente hacia la Tierra», afirma Janssen. «Esto es emocionante, ya que contradice varias teorías previas y abre nuevas puertas para comprender la física extrema en torno a estos objetos».
El estudio también reveló que la mayor parte de la emisión que rodea al agujero negro no proviene de un chorro relativista, como se creía, sino de electrones extremadamente calientes en su disco de acreción. Además, el comportamiento de los campos magnéticos en esa región parece diferir de lo que predicen los modelos clásicos.
Impresión artística de una red neuronal que conecta las observaciones (izquierda) con los modelos (derecha). Crédito: Colaboración EHT/Janssen et al.
Para alcanzar estas conclusiones, el equipo necesitó una infraestructura computacional de alto nivel, que incluyó desde supercomputadoras hasta plataformas de almacenamiento y gestión de datos distribuidos como CyVerse, OSG OS Pool y Pegasus, así como herramientas de software como TensorFlow y CASA.
El trabajo no se limitó a Sagitario A*: también se analizó nuevamente a M87*, el agujero negro de la galaxia vecina. Aunque este también gira rápidamente, lo hace a menor velocidad que el de nuestra galaxia, y en dirección opuesta al gas que lo rodea, un comportamiento que podría deberse a una fusión galáctica en el pasado.
La comunidad científica celebra tanto los resultados como el método, considerado un avance revolucionario. Según Jordy Davelaar (Universidad de Princeton), coautor del estudio: «Escalar a millones de simulaciones es un logro increíble. Este enfoque marca un nuevo estándar en la astronomía computacional».
Los autores anticipan que futuras observaciones, especialmente con la incorporación del Africa Millimetre Telescope actualmente en construcción, permitirán validar con aún mayor precisión la teoría de la relatividad general y comprender mejor el comportamiento de estos titanes cósmicos.
Fuente: Astronomie. Edición: MP.
¿Te gustó lo que acabas de leer? ¡Compártelo!
Artículos Relacionados