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Investigadores italianos han hallado dos anomalías en el Valle de los Reyes, la necrópolis donde yacen los faraones del Imperio Nuevo, incluyendo el famoso Tutankamón.
Liderados por Francesco Porcelli de la Universidad Politécnica de Turín, Italia, el equipo de investigadores llevó a cabo un sondeo geofísico, un método de exploración no invasivo que permite echar un vistazo a lo que hay bajo la superficie. El resultado fue el hallazgo de dos anomalías que, si bien no están conectadas a la tumba de Tutankamón, se encuentran a pocos metros de esta y tienen la misma alineación norte-sur.
«Es particularmente interesante que [las cavidades] no parecen estar conectadas con ninguna otra subterránea conocida», explican Porcelli y sus colegas en el informe publicado en el Journal of Cultural Heritage.
Los resultados sugieren que la primera anomalía es artificial y no natural. «Podría representar una cámara que se remonta a la era del antiguo Egipto; su profundidad y ubicación sugiere que es poco probable que haya sido creada por actividad humana moderna. Se encuentra algo por arriba del techo de la tumba de Tutankamón, a unos 12 metros de distancia, y tiene un tamaño similar», detallan.
La segunda anomalía, también potencialmente una cavidad, tiene una forma de «elipsoide alargado» y se ubica entre las colinas en la entrada del valle y la tumba del niño rey, cerca de un área de excavaciones arqueológicas previas, lo que puede indicar que su manufactura es relativamente reciente.
«El valle no ha sido completamente excavado», dijo Chris Naunton, un egiptólogo y autor del libro Buscando las Tumbas Perdidas de Egipto. «Incluso en el área alrededor de la tumba de Tutankamón, que sabemos estuvo en uso alrededor del final de la Dinastía 18 (1549-1298 a.C.)».
«Los egiptólogos aún tienen que descubrir los restos de ciertos miembros de la familia del rey Tut, como aquellos de su madrastra, la reina Nefertiti», agrega Naunton. «Si esa tumba va a ser encontrada en el valle, uno podría buscar puntos en los cuales los antiguos se centraban, y el área alrededor de la tumba de Tutankamón encaja perfectamente, más allá de otras posibilidades».
Sesenta y cuatro tumbas han sido identificadas hasta el momento en el Valle de los Reyes, pero no todas son grandes, algunas son pequeñas —del tamaño de una simple cámara— y sin decoración. Muchos de los sepulcros eran regalados a los cortesanos favoritos de los miembros de la familia real, o utilizados para almacenar materiales de embalsamamiento. Otras contenían animales o mascotas momificadas.
De acuerdo a Porcelli, más análisis y sondeos será practicados próximamente para revelar los misterios sobre estas cavidades artificiales.
Fuente: The Art Newspaper.
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1 comentario
15:43
Qué sabían los egipcios, observadores del Universo que a nosotros nos da curiosidad descifrarlos.
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