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Según un nuevo análisis de mapas mineralógicos, el agua y el hidroxilo —una molécula compuesta por hidrógeno y oxígeno— se pueden encontrar en múltiples ubicaciones a lo largo de todas las latitudes y terrenos lunares, incluso en las áreas donde la luz del sol incide con más fuerza.
Este descubrimiento tiene múltiples implicaciones. Puede ayudarnos a entender la historia geológica de la Luna y los procesos en curso, además de alentar futuras misiones tripuladas a nuestro satélite.
«Los astronautas de las próximas misiones podrían encontrar agua incluso cerca del ecuador al aprovechar estas áreas ricas en agua. Antes, se pensaba que solo la región polar, y en particular, los cráteres profundamente sombreados en los polos, eran los lugares donde se podía encontrar agua en abundancia», afirmó el científico planetario Roger Clark del Instituto de Ciencia Planetaria.
Aunque la Luna parece bastante seca y desprovista de humedad, en cierto sentido lo es. No hay agua líquida acumulada en la superficie —sin lagos, charcos o ríos—. Sin embargo, los estudios muestran cada vez más que no todo es lo que parece.
Investigaciones anteriores sugerían que una gran cantidad de agua podría encontrarse en cráteres lunares profundos, especialmente en latitudes altas. Estos lugares profundos nunca reciben luz y calor directos del sol, lo que significa que podrían albergar depósitos de hielo de varios metros de espesor.
No obstante, trabajos recientes han encontrado que otras partes de la Luna también podrían contener agua. Ahora, el trabajo de Clark y sus colegas respalda este hallazgo. El agua y el hidroxilo —compuestos por un átomo de oxígeno y uno de hidrógeno— parecen ser bastante abundantes en la Luna, integrados en los minerales que forman las rocas y el suelo de su superficie.
Los científicos utilizaron datos del instrumento de Mapeo Mineralógico Lunar (M3) en la nave Chandrayaan-1, que orbitó la Luna en 2008 y 2009, recolectando imágenes espectroscópicas. Estos datos registraron la luz infrarroja reflejada por la Luna, buscando colores en el espectro que fueran consistentes con agua e hidroxilo.
Los hallazgos indican que el agua y el hidroxilo pueden encontrarse en todas las latitudes de la Luna, aunque las moléculas parecen ser menos abundantes en los mares lunares. Aún así, las rocas ricas en agua excavadas durante los impactos se pueden encontrar dondequiera que ocurran tales eventos.
El agua no permanece para siempre. Los investigadores encontraron que aquella presente en la superficie lunar se expone durante los eventos de impacto y luego se destruye gradualmente por la radiación del viento solar a lo largo de millones de años. Pero este proceso deja atrás hidroxilo. El hidroxilo también se produce por el viento solar, que deposita hidrógeno solar en la superficie lunar, el cual puede unirse con oxígeno para formar la molécula.
«Al juntar toda la evidencia, observamos una superficie lunar con una geología compleja, con una cantidad significativa de agua en el subsuelo y una capa superficial de hidroxilo», precisó Clark. «Tanto los impactos como la actividad volcánica pueden llevar materiales ricos en agua a la superficie, y ambos fenómenos se observan en los datos lunares».
Los autores del estudio también encontraron que la firma del agua en el piroxeno —un tipo de roca ígnea— cambia según el ángulo de la luz solar que incide sobre ella. Esto aclara un misterio lunar: los científicos habían observado este cambio en la firma y no sabían qué significaba. Parecía sugerir que el agua se estaba moviendo por la Luna. Aún podría estarlo, pero no tanto como parecía indicar la firma del piroxeno.
Finalmente, los mapas del equipo proporcionan más información sobre otro extraño enigma: los remolinos lunares. Estos son patrones en espiral en la superficie de la Luna, y los científicos no saben qué los causa, aunque se cree que el magnetismo podría jugar un papel. Clark y su equipo encontraron que los remolinos son muy pobres en agua.
No sabemos qué significa esto para su mecanismo de formación, pero esta firma también ocurre en partes de la superficie lunar que no presentan un patrón de remolino. Los investigadores piensan que estas áreas podrían ser remolinos antiguos que se han erosionado, dejando solo una firma de agua para indicar que una vez estuvieron allí. Esto podría ayudarnos a entender mejor qué son en realidad los remolinos.
Mientras tanto, el descubrimiento sugiere una posible fuente de agua para los exploradores lunares. Al procesar los minerales ricos en hidroxilo, los futuros astronautas podrían, efectivamente, encontrar una forma de extraer agua de la roca.
La investigación ha sido publicada en The Planetary Science Journal.
Fuente: Psi.edu/SciAl. Edición: MP.
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