Un grupo de arqueólogos mexicanos ha logrado descubrir la antigua «Tierra del Jaguar Blanco», un bastión que sirvió como refugio para los rebeldes mayas durante más de 110 años, en los siglos XVI y XVII. Este descubrimiento, que ha tardado siglos en hacerse realidad, ha permitido a los investigadores localizar los restos de una ciudad maya olvidada: Sak-Bahlán, hogar de los pueblos Lakandon-Ch'ol, quienes resistieron la conquista española en el sureste de México.

Descubren la «Tierra del Jaguar Blanco», un bastión maya en México que resistió la conquista española durante más de un siglo

Crédito: Josuhé Lozada/CINAH Chiapas.

La ciudad de Sak-Bahlán, que debe su nombre al jaguar blanco, se encontraba oculta en la densa jungla de lo que hoy es el estado mexicano de Chiapas. Tras la captura de su capital, Lacan-Tun (‘Gran Roca’), en 1586, los Lakandon-Ch'ol se refugiaron más al interior de la selva y fundaron Sak-Bahlán, donde permanecieron hasta 1695, cuando una expedición dirigida por el fraile Pedro de la Concepción descubrió el sitio. Posteriormente, los colonizadores españoles tomaron el control de la ciudad y la rebautizaron como Nuestra Señora de Dolores. Sin embargo, para 1721 el lugar fue abandonado y su ubicación se perdió con el paso de los años.

El hallazgo se logró gracias a la combinación de registros históricos y el uso de avanzadas tecnologías de sistemas de información geográfica. Bajo la dirección del arqueólogo Josuhé Lozada Toledo, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el equipo de investigación identificó la ubicación más probable del antiguo bastión rebelde. Para ello, se basaron en las cartas del fraile Diego de Rivas, quien en 1695 detalló el recorrido hacia Sak-Bahlán. Gracias a estas descripciones, los arqueólogos pudieron determinar con precisión el sitio, ubicado en una llanura a orillas del río Lacantún, en la frontera entre México y Guatemala.

Los investigadores recorrieron la Reserva de la Biosfera Montes Azules, una área natural protegida en el estado mexicano de Chiapas, para encontrar el antiguo bastión maya. Crédito: Josuhé Lozada/CINAH Chiapas.

«Fue el trabajo de campo más difícil de mi vida, pero al final encontramos la evidencia arqueológica justo en el lugar que había marcado», explicó Lozada Toledo en un comunicado.

Hasta ahora, los investigadores han dedicado dos temporadas de excavaciones y mapeo del área, y se espera que más descubrimientos sigan enriqueciéndose con el paso del tiempo.

Este hallazgo histórico será detallado en el próximo número de la revista Chicomoztoc, donde se presentarán los resultados completos de la investigación, que arrojarán más luz sobre la resistencia de los pueblos originarios ante la colonización europea.

Fuente: INAH/LSci. Edición: MP.

Sin comentarios
Etiquetas: , , , , , , ,

¿Te gustó lo que acabas de leer? ¡Compártelo!

Facebook Reddit Twitter WhatsApp Pinterest Email

Artículos Relacionados

 0 comentarios
Sin comentarios aún. ¡Sé el primero en dejar uno!
Dejar un comentario