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Mientras que Hawass lo ha desmentido tajantemente, un especialista en radar no descarta la existencia de pequeños pasadizos y cámaras bajo las grandes pirámides egipcias, similares a aquellas que se han encontrado en Mesoamérica.
Crédito: AJS1/Reuters.
Una reciente controversia ha surgido en la comunidad arqueológica tras las afirmaciones de un equipo de investigadores italianos sobre la existencia de una verdadera «ciudad subterránea» bajo las icónicas pirámides de la meseta de Guiza. Sin embargo, Zahi Hawass, renombrado egiptólogo y exministro de Antigüedades de Egipto, ha calificado estas afirmaciones como «noticias falsas» y sin fundamento científico.
El equipo de investigadores italianos, liderado por Corrado Malanga de la Universidad de Pisa, sostiene haber descubierto enormes ejes verticales con escaleras en espiral, una plataforma de piedra caliza con dos grandes cámaras y un sistema de canales descendentes, ubicado a más de 640 metros bajo la pirámide de Kefrén. Además, aseguran haber identificado un sistema de agua en la zona, con pasadizos subterráneos que podrían llevar a niveles aún más profundos.
Los autores del estudio utilizaron tecnología de radar de apertura sintética (SAR) combinada con tomografía Doppler para generar imágenes de alta resolución del subsuelo, similar al sonar empleado en la exploración oceánica. Según Malanga, los datos recopilados sugieren la existencia de «todo un mundo oculto de muchas estructuras» y especula que podría tratarse de las míticas «Salas de Amenti» mencionadas en textos antiguos, lo que podría reescribir la historia de las pirámides y de la civilización egipcia.
Sin embargo, Hawass desmintió rotundamente estos hallazgos en declaraciones al medio The National, asegurando que las técnicas empleadas por el equipo italiano «no están aprobadas ni validadas científicamente» y que sus afirmaciones son «completamente erróneas». El egiptólogo también negó que se haya utilizado radar dentro de la pirámide, refutando la metodología de los investigadores.
Las críticas a la investigación también han llegado desde otros expertos. El profesor Lawrence Conyers, especialista en tecnología de radar aplicada a la arqueología en la Universidad de Denver, explicó al medio británico DailyMail.com que la tecnología utilizada por el equipo italiano no es capaz de penetrar a semejante profundidad, calificando la idea de una ciudad subterránea como «una gran exageración». No obstante, Conyers sí consideró posible la existencia de pequeños pasadizos y cámaras bajo las pirámides, recordando que en Mesoamérica culturas como la maya solían construir pirámides sobre cuevas o cavernas con significado ceremonial (el inframundo).
Los investigadores italianos proponen una interpretación no convencional de la pirámide de Kefrén, sugiriendo que funcionaba como una especie de «gigantesca cámara de resonancia» diseñada para llenarse de agua y generar vibraciones de baja frecuencia, en lugar de servir únicamente como tumba faraónica. Según esta hipótesis, la forma octogonal del monumento y la disposición de sus cámaras internas habrían sido concebidas para canalizar el agua y producir un efecto vibratorio con fines curativos y religiosos. Crédito: DailyMail.com/MysteryPlanet.com.ar.
Por otra parte, el escritor e investigador británico Andrew Collins, especializado en temas que desafían nuestra percepción del pasado, ha roto una lanza a favor del trabajo de Malanga y compañía.
«Lo que me resulta tan curioso sobre el Dr. Zahi Hawass y su forma de descartar afirmaciones sobre el hallazgo de una megaestructura bajo las pirámides de Guiza es que dijo exactamente lo mismo sobre el sistema de cuevas que descubrimos allí en 2008. Seis meses después, estaba dentro de ellas para un reality show de televisión llamado Chasing Mummies, afirmando que era la mejor experiencia que había tenido en Guiza», comentó en su cuenta de X.
What I find so amusing about Zahi Hawass dismissing the discovery of a megastructure beneath the Pyramids of Giza is that he said exactly the same thing about the cave system we found there in 2008. Six months later he was inside them saying it was the best thing ever! pic.twitter.com/kmsjBepJap
— Andrew B Collins (@AndrewBCollins) March 24, 2025
Este patrón mencionado por Collins alimenta cierto escepticismo sobre las negaciones inmediatas del polémico egiptólogo, especialmente cuando nuevos descubrimientos desafían las narrativas establecidas. Si bien Hawass es, sin duda, una de las máximas autoridades en su campo, sus rechazos tajantes a menudo parecen más un intento de mantener el control sobre la disciplina que una verdadera apertura al debate científico. No sería sorprendente que, dentro de unos años, él mismo presente esta «ciudad subterránea» como otro gran hallazgo.
El equipo de Malanga, que también incluye a Filippo Biondi de la Universidad de Strathclyde en Escocia y al egiptólogo Armando Mei, ha presentado sus hallazgos en reuniones privadas en Italia, pero sus estudios aún no han sido publicados en una revista científica prestigiosa ni revisados por expertos independientes.
Los investigadores argumentan que los ejes verticales identificados bajo la pirámide de Kefrén, con un diámetro de entre 10 y 12 metros, podrían servir como estructura de soporte para la monumental construcción. Malanga señaló que su equipo realizó cálculos sobre la enorme masa de la pirámide y concluyeron que se requeriría una base sólida para evitar su hundimiento. Por su parte, la portavoz del equipo, Nicole Ciccolo, sugirió que las estructuras cilíndricas podrían haber servido como accesos a este sistema subterráneo.
A pesar de las críticas y el escepticismo que enfrenta su teoría dentro de la comunidad académica, el equipo italiano continúa defendiendo sus hallazgos. En este sentido, con la intención de obtener imágenes más detalladas del subsuelo de Guiza, espera ampliar sus estudios.
«Los resultados son consistentes y verificables. Las estructuras están ahí y alguien las construyó. Ahora queda por descubrir quién y con qué propósito», concluyó Malanga.
Por MysteryPlanet.com.ar.
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18:19
No confío en Hawass. Probablemente él sabe algo que no quiere se haga público.