Si por alguna circunstancia muy extraordinaria de la vida llegas a caer en las fauces de un agujero negro, Stephen Hawking dice que no hay que entrar en pánico.

Actualmente la ciencia sostiene que la gravedad de un agujero negro es tan fuerte que absolutamente nada —ni siquiera la luz— puede escapar una vez dentro. Son «vacíos» de un terrible poder, y hay cerca de 100 millones de ellos solo en nuestra galaxia, incluyendo uno supermasivo en el centro que es miles de millones de veces más grande que el sol.

Pero no todo está, literalmente, perdido... El profesor Hawking, el astrofísico más famoso del mundo, tiene una nueva teoría sobre los agujeros negros, y cuando Hawking teoriza, los científicos prestan mucha atención, pues la mayoría de lo que sabemos sobre estos devoradores cósmicos es gracias a él —de hecho, muchos conceptos relacionados fueron nombrados en su honor—.

En una charla dada en el KTH Royal Institute of Technology en Estocolmo, el astrofísico argumentó que la información que es succionada por un agujero negro no está condenada a permanecer allí para siempre. «Hay una salida», dijo.

Por décadas, la pregunta sobre qué sucede a la información de las partículas cuando pasan por un agujero negro ha intrigado a los hombres de ciencia. La teoría dice que la información no puede ser destruida permanentemente, pero... entonces, ¿a dónde va? ¿En qué estado sigue existiendo? Hawking ahora cree que, para comenzar, esta información en realidad nunca entra al agujero negro.

«Propongo que la información no es almacenada en el interior del agujero negro como uno podría esperar, sino en sus fronteras, en el horizonte de sucesos», señaló el astrofísico.

Como se muestra en la película Interstellar, el horizonte de sucesos es la frontera que delinea el punto de no retorno. Una vez pasado ese punto, el agujero negro te atrapará en un abrazo eterno.

De acuerdo a la nueva idea de Hawking, la información 3D de las partículas es traducida a un holograma 2D y queda «colgada» en el horizonte de sucesos. Es entonces cuando, en su camino de salida, la «Radiación de Hawking» —energía liberada por el agujero negro debido a fluctuaciones de origen cuántico— ayudaría a que la información escape del horizonte de sucesos.

«Sin embargo, la información sobre las partículas que entran es enviada de vuelta, pero en una forma caótica e inútil. Esto resuelve la paradoja, pero, para todos los efectos prácticos, la información está perdida», dijo el científico británico.

Pero estar «perdida» fuera de un agujero negro es probablemente mejor que estar dentro de uno. Hawking incluso indica que la información podría salir hacia otro universo. «El mensaje que quiero dar en esta conferencia es que los agujeros negros no son tan negros como los pintan. No son esas prisiones eternas que habíamos imaginado. Las cosas pueden escapar de un agujero negro y posiblemente salir en otro universo».

Nada de esto implica, desde luego, que un ser humano pueda sobrevivir a un encuentro con un agujero negro (la mayoría de los científicos creen que estos monstruos te aplastarían como a una hoja seca antes que puedas decir «McConaughey»). Pero es confortante, tal vez, saber que si vas a ser devorado por el mayor depredador del universo, las partículas de las que estás compuesto alguna vez serán recuperadas.