Misteriosos colonos dieron el primer paso hacia América antes que los Vikingos

Las islas Feroe, localizadas a medio camino entre Noruega e Islandia, representaron el primer escalón, después del archipiélago escocés, para que los europeos del norte llegaran al continente americano en su diáspora por el Atlántico. Hasta ahora, los científicos pensaban que los vikingos habían erigido el primer asentamiento en las islas en el siglo 11, pero un nuevo descubrimiento ha confirmado que no fue así y que tampoco fueron los primeros en llegar.  

«Hemos descubierto nueva evidencia arqueológica de colonización europea de las Feroe que ubica la fecha del primer asentamiento entre 300 y 500 años antes que llegaran las oleadas vikingas, aunque aún desconocemos quiénes fueron estos colones», dijo el arqueólogo Mike Church de la Universidad de Durham, Inglaterra.

La investigación tuvo lugar en el sitio arqueológico de Á Sondum, en la isla de Sandoy, y revelaron turbas con evidencia de actividad humana. Las cenizas encontradas en un depósito de arena contenían granos de cebada quemados en fogones domésticos, cuya datación demostró que eran pre-vikingos. Además, la cebada no es nativa de las Feroe, por lo que necesariamente alguien la tuvo que importar a la islas.

También cabe destacar que la práctica de esparcir cenizas en la arena era común en las regiones nórdicas europeas, con el objetivo de estabilizar las dunas y evitar que el viento las erosione.

«Esta es la primera evidencia arqueológica que prueba definitivamente que hubo humanos en las Feroe antes de la gran colonización vikinga», dijo Church.

«La mayoría de la evidencia arqueológica de estos pioneros es probable que haya sido destruida durante la invasión de los vikingos, lo que explicaría la carencia de este tipo de pruebas sobre asentamientos anteriores», añadió el investigador.

Por ahora, los investigadores no tienen certeza sobre quiénes fueron los primeros y enigmáticos colonizadores de las islas Feroe. Sin embargo, han aventurado algunas opciones, como ermitaños de Irlanda, escoceses de finales de la Edad de Hierro, o exploradores escandinavos pre-vikingos.

«Tal vez estos intrépidos exploradores arribaron de alguna de esas áreas», especuló Church, agregando que «el hallazgo genera más preguntas que respuestas».