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Cinco pilotos desconcertados testificaron haber visto aparecer y desaparecer 21 objetos que se movían a velocidades 15 veces superiores a la del sonido. Asimismo, cientos de tropas en tierra los observaron, y los jefes de la Fuerza Aérea Brasileña admitieron no tener explicación para lo sucedido.
El caso fue uno de muchos que formó parte de la reciente sesión especial en el Senado Federal de Brasil que celebró 75 años del Día Mundial de los OVNIs. Sucedido el 19 de mayo de 1986, es uno de los más alucinantes de la ufología que involucra a pilotos de aviones de combate
Durante varias horas, cientos de testigos, incluida la élite militar del país, vieron hasta 21 objetos extraños que parecían moverse a una velocidad aterradora.
Los primeros signos de algo inusual fueron informados alrededor de las 20 hs. por el controlador de tráfico aéreo de la Fuerza Aérea brasileña, el sargento Sergio Mota da Silva, quien divisó una misteriosa luz en el cielo desde la torre de control de un aeropuerto cerca de la ciudad de Sao Paulo.
«No sube ni baja, no va ni a la izquierda ni a la derecha, simplemente está parado ahí», reportó.
Mota preguntó a los controladores del aeropuerto internacional de Sao Paolo si algún avión se dirigía a su aeródromo, a lo que respondieron que no.
En un momento, el controlador atenuó las luces de la pista del aeropuerto, haciendo que los objetos se acercaran a la torre de control y luego, cuando subió el brillo, se alejaron. «Si estaban tratando de interactuar conmigo, no lo sé. Lo que sí sé es que se comportaron de manera inteligente», comentó.
Alrededor de la misma hora, unos 2.000 cadetes y oficiales de una escuela de entrenamiento de la Fuerza Aérea en el zona, informaron que vieron las luces.
Luego, una hora más tarde, un avión pilotado por el presidente del fabricante de aviones Embraer reportó varios objetos en el cielo mientras aterrizaba en el mismo aeropuerto. Las luces en el cielo también se vieron desde dos aviones de pasajeros, incluido uno que viajaba por el interior de Brasil.
Acto seguido, la Fuerza Aérea entró en acción y despachó a sus cazas para interceptar los objetos, pero no fue una tarea sencilla ya que los pilotos se sintieron desorientados por lo que estaba sucediendo.
«A veces, los pilotos tenían contacto visual con los objetivos, pero los radares no registraban nada», dijo Mota. «Otras veces, los radares incluso detectaban la presencia de objetos, pero los pilotos no podían verlos».
Inicialmente se enviaron tres aviones, incluido un Mirage F-103, que despegó poco antes de las 23:00 horas con el capitán Armindo Sousa Viriato a los mandos. Pronto, su avión de combate de alto rendimiento alcanzó las 1.000 mph (Mach 1.3), pero cuando se acercó a uno de los ovnis, este aceleró bruscamente a una velocidad que calculó como 15 veces la velocidad del sonido (Mach 15) —es decir, 11.500 mph (18.375 km/h)—.
«Si hay un avión que pueda desarrollar esa velocidad, no lo conozco», admitió en una entrevista unos años después.
Más temprano, el primer avión que había despegado, alrededor de las 22:34 horas —era un F-5E pilotado por el teniente Kleber Caldas Marinho—, describió acercarse al objetivo «que dejó de moverse hacia mí y comenzó a escalar».
«Seguí el contacto hasta unos 30.000 pies, cuando perdí el contacto del radar y me quedé solo con el contacto visual», contó.
El investigador brasileño de ovnis Ademar José Gevaerd está convencido que aquella noche de 1986 se exhibió tecnología alienígena «inmensamente superior a la nuestra».
«Todo era muy curioso e inusual. Desde el tamaño de los objetos —el mayor de ellos, probablemente la nave nodriza de la flota, tenía alrededor de 1.5 kilómetros de largo— hasta su tecnología», analizó el periodista y editor de la revista UFO.
«En ningún momento intentaron atacarnos. Jugaron al “gato y al ratón” con nosotros», comentó.
Mientras tanto, los increíbles eventos que tenían lugar en el cielo no habían pasado desapercibidos en tierra. El fotógrafo Adenir Britto estaba trabajando en el turno de noche en la oficina de su periódico cuando recibió un aviso de que había un «platillo volador» sobre su cabeza. Inicialmente asumiendo que se trataba de una broma, salió con un reportero y, para su asombro, vio los objetos y comenzó a disparar al cielo con su cámara.
«Fue una experiencia única en mi carrera. Nunca volví a ver algo así», reconoció Britto. «Hasta entonces, no me importaba si creía o no en los ovnis; pero llegué a tener una visión diferente de este mundo misterioso. No había forma de que no pudiera cambiar mi opinión, después de todo tuve el privilegio de ser testigo presencial y fotográfico».
En otro giro de la historia, dos oficiales de la Fuerza Aérea acompañados por el investigador estadounidense de ovnis James J. Hurtak, aparecieron en el periódico aproximadamente un mes después. Exigieron que el editor les mostrara los negativos de las fotos con el pretexto de que querían que fueran analizadas por la NASA. Desde entonces, tales negativos nunca fueron vistos de nuevo...
Los increíbles eventos pronto se filtraron y comenzaron a recibir una amplia cobertura en los medios. Eso llevó al ministro de la Fuerza Aérea, brigadier Octávio Júlio Moreira Lima, a realizar una rueda de prensa inédita en la que los pilotos relataron lo sucedido.
«El control de tierra me advirtió que había varios contactos delante de mí aproximadamente a treinta kilómetros de distancia», dijo uno. «También me avisaron que los contactos se acercaban por detrás y se fueron encendiendo hasta que estuvieron a tres kilómetros detrás de mí. Tuve que ir en picada y, mientras lo hacía, los contactos comenzaron a subir».
Los controladores en tierra le dijeron a otro piloto que lo perseguían trece ovnis, seis a un lado y siete al otro.
Finalmente, Octávio Moreira Lima se vio obligado a admitir: «No tenemos explicación».
Un informe de la Fuerza Aérea de 2009 sobre la bautizada «Noche de los OVNIs» concluyó que sus altos mandos «son de la opinión de que los fenómenos son sólidos y reflejan, en cierto modo, inteligencia».
Esto se debió «a la capacidad de seguir y mantener una distancia de los observadores, así como a volar en formación».
El ufólogo británico Gary Heseltine, exdetective de la policía y vicepresidente de la Coalición Internacional para la Investigación Extraterrestre, asistió a la sesión especial del Senado brasileño este 24 de junio de 2022 y dio su opinión sobre el incidente.
«Lo que es impresionante es que todo el incidente duró varias horas desde los primeros avistamientos y hubo aviones de combate de varios aeropuertos», destacó Heseltine. «Y estas cosas simplemente jugaron al gato y al ratón. ¿Con qué frecuencia te encuentras en una situación en la que pones jets en combate aéreo con objetos a los que ni siquiera pueden acercarse?».
«Cuando tienes el testimonio de múltiples pilotos, respaldado por audio, visual, radar, debes tomarlo en serio. Estas personas están entrenadas al más alto nivel. Confiamos en ellos con nuestras vidas para luchar en una guerra, entonces, ¿por qué no vamos a confiar en ellos cuando dicen que se han encontrado con estas cosas?», concluyó.
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3 comentarios@HORACIO: Hubo un error en la fuente, donde decía 11 km era 1.5 km (cerca de 1 milla). Lo acabamos de cotejar y corregir con lo expuesto en la reciente sesión en el Senado. Un saludo!
Respondersaludos ARKANTOS...me quedo mas tranquilo ;) abrazo
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2:13
la nave nodriza de la flota, tenía 11 kilómetros de largo :¿¿¿¿???? yo diria que este tipo no tiene idea de lo que son 11 kilometrs ;) saludos
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