Científicos de la Universidad de Stanford investigaron si las redes neuronales como GPT-3.5 pueden dominar las pruebas de Teoría de la Mente (ToM), diseñadas con el objetivo de analizar la capacidad cognitiva para predecir las acciones de los demás. Increíblemente, los resultados mostraron que la capacidad de ToM de GPT ya es comparable con la de un humano de 9 años.

Crédito: MysteryPlanet.com.ar.

Es una vieja noticia que la inteligencia artificial (IA) ha superado a los humanos en sus propios juegos, específicamente cosas como ajedrez y el Go, pero hay más en nuestro cerebro que hacer jaque mate a un rey. Hay habilidades más sutiles como la inferencia y la intuición: conceptos más blandos, casi subconscientes, que nos ayudan a comprender y predecir las acciones de los demás.

Pero con la llegada de plataformas avanzadas de IA como el Generative pre-trained transformer (GPT) de Open AI, incluso esos límites entre el hombre y la máquina están comenzando a desvanecerse.

Un nuevo estudio realizado por Michal Kosinski, psicólogo computacional de la Universidad de Stanford, utilizó varias iteraciones de la red neuronal GPT de OpenAI —desde GPT-1 hasta la última GPT-3.5— para realizar pruebas de «Teoría de la mente» (ToM), una serie de experimentos desarrollados por primera vez en 1978 para medir la complejidad de la mente de un chimpancé para predecir el comportamiento de los demás.

Estas pruebas implican resolver escenarios normales y mundanos en los que los humanos podrían deducir fácilmente el resultado. Por ejemplo, un escenario consiste en etiquetar erróneamente una bolsa de palomitas de maíz como «chocolate» y luego la prueba le pide a la IA que infiera cuál será la respuesta del humano una vez que se abra la bolsa.

El equipo de Kosinski usó «verificaciones de cordura» para analizar qué tan bien las redes GPT entendieron el escenario y la respuesta prevista del ser humano.

Si bien las primeras versiones de GPT-1, lanzadas por primera vez en 2018, obtuvieron una puntuación baja en la prueba, la red neuronal mostró una mejora sorprendente en diferentes iteraciones y desarrolló espontáneamente la capacidad de «Teoría de la mente» de un ser humano de 9 años para noviembre de 2022 (el lanzamiento del último GPT-3.5).

Kosinski dice que este podría ser un «momento decisivo» para la IA, ya que la capacidad de comprender y predecir el comportamiento humano haría que estos motores fueran mucho más útiles.

«La capacidad de imputar el estado mental de los demás mejoraría en gran medida la capacidad de la IA para interactuar y comunicarse con los humanos, y le permitiría desarrollar otras habilidades que se basan en la Teoría de la Mente, como la empatía, el juicio moral o la autoestima y conciencia de sí misma», señaló el experto.

La capacidad de programar la empatía y la moralidad podría ser una gran ayuda para cosas como los autos sin conductor cuando se necesita decidir si poner en peligro a un conductor para salvar la vida de un niño que cruza la calle, por ejemplo.

Una pregunta que queda es si estas redes neuronales están involucradas en la intuición de ToM o la están pasando por alto «aprovechando algunos patrones de lenguaje desconocidos». Esto podría explicar por qué está surgiendo esta capacidad en los modelos basados en el lenguaje, que se esfuerzan por comprender los sutiles matices del habla humana.

Los resultados del estudio de Stanford se publicaron en línea en el servidor de preimpresión arXiv.

Fuente: PM. Edición: MP.

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