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Historias sobre un inframundo repleto de «fuego y azufre» han existido por cientos de años. Ahora, un equipo internacional de científicos ha confirmado finalmente que esas viejas historias son verdad... al menos en cuanto al azufre.
La nueva investigación confirma que el núcleo de la Tierra contiene grandes cantidades de azufre, que se estima que podrían ser de hasta 8,5 x 1018 toneladas. Esto es alrededor de 10 veces la cantidad de azufre del resto de la Tierra, con base en las estimaciones más recientes y alrededor del 10 por ciento de la masa total de la Luna.
Ésta es la primera vez que los científicos tienen evidencia geoquímica concluyente de la existencia de azufre en el núcleo de la Tierra, dando peso a la teoría de que la Luna se formó por un choque de un cuerpo de tamaño planetario con la Tierra.
El investigador principal, Paul Savage, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Durham, en Reino Unido, explica: «Los científicos han sospechado desde hace algún tiempo que hay azufre en el núcleo, pero ésta es la primera vez que tenemos evidencia geoquímica sólida para apoyar la idea».
Durante mucho tiempo se ha sabido que el núcleo de la Tierra es demasiado ligero para estar hecho solamente de hierro y níquel y se suponía que el núcleo contenía otros elementos más ligeros, como azufre, silicio, oxígeno y carbono. Sin embargo, dada la profundidad del núcleo, obviamente ha sido imposible de confirmar en forma directa.
Afortunadamente, un cataclismo en el pasado lejano --cuando la Tierra colisionó con un cuerpo grande del tamaño de un planeta, arrancando la parte que se convirtió en nuestra luna-- dejó una huella, que ha sido utilizada para confirmar el contenido básico.
Los investigadores creen que el impacto de la colisión derritió el manto de la Tierra, permitiendo que un líquido rico en azufre se formara: la gran capa intermedia entre el núcleo y la corteza. Probablemente, parte se perdió en el espacio, pero algo se quedó y se hundió en el núcleo.
La clave para confirmarlo yace en la medición de las proporciones de elementos de isótopos (átomos de un mismo elemento con ligeramente diferentes masas) en el manto y comparándolas con ciertos meteoritos, que se cree que son los mejores análogos de la composición original de la Tierra.
«Elegimos el cobre, ya que es un elemento calcófilo, lo que significa que prefiere estar en material rico en azufre; así es un buen elemento para rastrear el destino del azufre en la Tierra», explica el autor principal, el profesor Frédéric Moynier, del Institut de Physique du Globe, de París, Francia. «En general, donde hay cobre, hay azufre; el cobre nos da una medida de representación del azufre», añade.
Utilizando los espectroscopios de masas de última generación de la Universidad de Washington en St. Louis y el Institut de Physique du Globe, confirmaron que había una diferencia de 0,025 por ciento en las relaciones isotópicas de cobre entre las muestras del manto de la Tierra y las muestras de meteoritos. Debido a que los isótopos dividen el cobre de manera desigual entre un líquido rico en azufre y el resto del manto de la Tierra, esto demuestra que se ha eliminado una gran cantidad de azufre del manto.
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Super interesante.
4:58
Un dato, el cuerpo grande del tamaño del planeta, con que colisionó la Tierra, se llamaba Tea :-)