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Restos de diamante detectados en fragmentos del meteorito Almahata Sitta (2008 TC3), un objeto de casi cuatro metros de diámetro que hace una década estalló a 37 kilómetros de altura en el desierto de Nubia, Sudán, revelan que el bólido pudo formar parte de un antiguo planeta del Sistema Solar ya desaparecido.
Según han concluido los autores en el estudio publicado en Nature Communications, los diamantes encontrados en los fragmentos que quedaron esparcidos por la superficie requieren enormes presiones para formarse, solo compatibles con su nacimiento en un objeto planetario.
«Hemos demostrado que esos grandes diamantes no pueden ser el resultado de un impacto sino que han de ser fruto del crecimiento que ocurre en el interior de un planeta», ha dicho Philippe Gillet coautor del estudio de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza).
Los investigadores han calculado que la formación de dichos cristales requirió una presión por encima de los 20 gigapascales, lo que sugiere que el supuesto planeta desaparecido tendría que haber sido tan grande como Mercurio o incluso Marte.
Lo meteoritos de Almahata Sitta, que tienen tamaños de uno a 10 centímetros, son fundamentalmente ureilitas, un tipo de meteorito rico en diamantes de apenas unos nanómetros. Las teorías dicen que estos pequeños diamantes se pueden formar de tres formas distintas: por la creación de ondas de choque en impactos entre objetos en el espacio, por un proceso químico o a causa de las altas presiones presentes en el interior de planetas. Hasta ahora, la pregunta era cómo se habían formado las ureilitas de «2008 TC3».
A través de sofisticadas técnicas de microscopía electrónica de transmisión los investigadores encontraron trazas de minerales, conocidos como inclusiones, presentes en diamantes terrestres, y, hasta ahora, ausentes en los objetos extraterrestres encontrados. La composición y forma de dichas inclusiones sugiere que esos materiales se formaron en el interior de un cuerpo planetario.
Los científicos siempre han considerado que durante el nacimiento del Sistema Solar pudo haber muchos más planetas, algunos de ellos apenas formados por masas fundidas de magma. Por ejemplo, se cree que uno de estos embriones de planetas, conocido como Theia, colisionó contra un joven planeta Tierra y creó una gran masa de escombros que con el tiempo dio lugar a la Luna.
Según Gillet, lo importante de este estudio es que «en sus manos tienen los restos de la primera generación de planetas, ausentes hoy porque fueron destruidos o incorporados a planetas mayores».
Fuente: Nature/EPFL.
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2 comentariosEl planeta se llamaba Tiamat, su destrucción causó lo que se conoce cómo Diluvio Universal ya que era un planeta acuático. Así, Zelandia quedó bajo las aguas del Pacífico. En agosto solemos topar con sus restos, siguen causando bellas lluvias de estrellas fugaces. La Luna (nave biosfera) sirvió para estabilizar la órbita terrestre tras el desastre.
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4:40
Los científicos siempre han considerado..¿¿???? estos nabos no pueden conciderar nada....no saben un joraca....un dia la luna se desprendio de la tierra y al otro dia que vino de florencio varela....chicos no jodan......a jugar con la pelota psss
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