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La tumba cuenta con frescos en techos y paredes en perfecto estado de conservación, con escenas mitológicas que incluyen a ictiocentauros y al legendario Cerbero, el can de tres cabezas encargado de custodiar la entrada al inframundo.
Mientras se realizaba una prospección arqueológica para la construcción de un infraestructura hidráulica en el municipio Giugliano de Campania, en Nápoles, los investigadores se percataron de la existencia de un pasaje subterráneo (hipogeo). Al seguirlo, llegaron a una gran tumba de más de 2.000 años de antigüedad con cámaras o nichos para albergar a varias personas.
Una vez dentro, vislumbraron numerosos frescos adornando las paredes. Entre ellos, dos ictiocentauros. Estas criaturas mitológicas tienen patas delanteras de un caballo, el cuerpo superior de un humano, el frente inferior de un caballo, y la cola de un pez. Los expertos creen que se trata de Afros y Bitos, una pareja de dioses marinos que personifican la espuma del mar y el abismo oceánico. Estos dioses marinos suelen mostrarse con coronas en forma de pinza de langosta, pero en la pared de esta tumba, se están estirando mutuamente para sostener un gran escudo conocido como clipeo. Dos bebés alados, parecidos a Cupido, completan la escena.
La tumba también está cubierta de guirnaldas pintadas y presenta una impresionante pintura de Cerbero, el mítico perro de tres cabezas que custodiaba el inframundo romano y que está siendo capturado por el semidiós Hércules en su último de los 12 trabajos. El dios Mercurio, identificable por su sombrero alado, se encuentra cerca.
También se incluye en la tumba un altar donde los familiares podían dejar obsequios para los difuntos, así como las camas funerarias en las que yacen todavía los fallecidos.
«La emoción suscitada por el privilegio de tal descubrimiento es indescriptible», comentó Mariano Nuzzo, superintendente del Área Metropolitana de Nápoles. «La Superintendencia está comprometida con sus incansables acciones de protección, y la pasión prodigada por los arqueólogos en el campo finalmente ha recibido hoy un digno reconocimiento».
«El territorio de Giugliano, después de años de olvido, finalmente está recuperando importantes vestigios de su pasado glorioso, para ser preservados y protegidos, gracias a un esfuerzo común», añadió.
Actualmente, los arqueólogos están explorando exhaustivamente el entierro recién hallado, el cual ha sido apodado «la Tumba de Cerbero», y tienen previsto investigar el resto del cementerio.
Fuente: Avvenire/LSci. Edición: MP.
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