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Un equipo de investigadores liderado por Japón ha dado un paso crucial en el desarrollo de carne cultivada en laboratorio al lograr producir un trozo de pollo de 11 gramos con forma de nugget, utilizando una innovadora tecnología que imita el sistema circulatorio humano. Este avance ha sido calificado como un «paso transformador» hacia la producción de cortes enteros de carne sintética como pechuga, muslo o incluso filetes de res y pescado.
Los científicos utilizaron finas fibras huecas para suministrar oxígeno y nutrientes a células musculares de pollo suspendidas en gel. Crédito: Shoji Takeuchi.
El proyecto, encabezado por el profesor Shoji Takeuchi de la Universidad de Tokio, utilizó un biorreactor de fibras huecas capaz de suministrar oxígeno y nutrientes a células musculares de pollo suspendidas en un gel. Esta técnica resolvió uno de los mayores desafíos en la producción de carne cultivada: mantener con vida las células en tejidos gruesos, donde normalmente mueren por falta de oxígeno.
«El sistema proporcionó perfusión interna, lo que nos permitió sostener el crecimiento de tejidos más gruesos y consistentes», explicó Takeuchi. La pieza obtenida mide 2 cm de largo por 1 cm de grosor, un tamaño que se asemeja a los tradicionales nuggets de pollo y que podría facilitar su aceptación por parte de los consumidores.
Hasta ahora, la mayoría de los desarrollos en carne cultivada se centraban en productos molidos, más fáciles de obtener pero con texturas alejadas de los cortes reales. Esta nueva técnica permite replicar mejor la estructura fibrosa y la sensación en boca de la carne convencional, acercando la experiencia al pollo natural.
Actualmente, las fibras que simulan los vasos sanguíneos deben ser retiradas manualmente al finalizar el cultivo, pero los investigadores ya trabajan en reemplazarlas por fibras comestibles de celulosa, lo que abriría nuevas posibilidades de textura y sabor. Incluso se especula con la posibilidad de incorporar nutrientes como zinc o selenio, o añadir salsas directamente en el cultivo para crear versiones listas para comer, como un nugget sabor tikka masala.
Según Takeuchi, con la financiación adecuada, los productos derivados de esta tecnología podrían llegar al mercado dentro de cinco a diez años. Aunque inicialmente serían más caros que el pollo convencional, los investigadores están desarrollando sistemas escalables y aptos para uso alimentario que, a largo plazo, podrían reducir significativamente los costos.
Este avance, publicado en la revista Trends in Biotechnology, no solo representa una evolución en la industria alimentaria, sino que también podría tener aplicaciones en medicina regenerativa, como la creación de órganos funcionales.
Fuente: The Guardian. Edición: MP.
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