El telescopio VISTA del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha descubierto algo desconcertante al borde de las fronteras más lejanas de nuestro universo observable: una horda de galaxias masivas que no deberían estar ahí. Más de 500 galaxias masivas que nacieron durante la infancia del universo y que no habían sido halladas hasta ahora.

Las galaxias masivas recientemente descubiertas están marcadas con un círculo rojo en esta imagen del sondeo UltraVISTA.

Las galaxias masivas recientemente descubiertas están marcadas con un círculo rojo en esta imagen del sondeo UltraVISTA.

Dependiendo de la longitud de onda en la que se observa el universo, diferentes objetos celestes y fenómenos se hacen presentes. Esta regla básica se aplica especialmente cuando se echa un vistazo hacia el pasado del universo donde, por causa de la expansión, la luz emitida hace eones se ve obligada a atravesar vastas distancias. Esta naturaleza del espacio-tiempo se manifiesta a menudo en el reino del infrarrojo (la luz se tiñe de rojo al estrecharse) a través de los telescopios que escrutan los cielos en dicha frecuencia para encontrar las bayas coloradas del primigenio arbusto cósmico.

Cuanto más lejana y más débil es una galaxia, más complejo es dar con ella y por tanto estudiarla y analizarla; las que en teoría deberían ser más fáciles de observar, las galaxias más brillantes y masivas, son muy escasas y, por último, las galaxias más frecuentes pero también menos brillantes son, por esta circunstancia, mucho más difíciles de detectar. Todo ello en su conjunto complica sobremanera nuestro conocimiento sobre la formación y la evolución de las galaxias.

Sin embargo, gracias al trabajo de un equipo de astrónomos dirigido por Karina Caputi, del Instituto de Astronomía de Kapteyn en la Universidad de Groninga (Países Bajos) y al análisis de las imágenes del sondeo UltraVISTA (que lleva capturando fotografías de la misma zona del cielo desde diciembre de 2009) combinadas con las observaciones del telescopio Spitzer de la NASA, se ha logrado dar con un grupo considerable de galaxias distantes y masivas que no habían sido detectadas anteriormente.

«Descubrimos 574 galaxias masivas nuevas, la muestra más grande de este tipo de galaxias ocultas del universo temprano jamás reunida. Estudiarlas nos permiten responder a una pregunta simple pero importante: ¿cuándo aparecieron las primeras galaxias masivas?», explica Karina Caputi, líder del estudio.

Pero este hallazgo ha dado una inesperada vuelta de tuerca a los modelos actuales de evolución de galaxias, que no predicen la existencia de este tipo de galaxias gigantes en el periodo del universo temprano. Estos monstruos representan aproximadamente la mitad de las galaxias existentes entre 1.100 y 1.500 millones de años después del Big Bang. Es más, de acuerdo al comunicado publicado por ESO, las galaxias detectadas contienen enormes cantidades de polvo, algo que se vuelve una obviedad ya que justamente gracias a esa característica es que el telescopio VISTA pudo descubrirlas.

«No encontramos evidencia de la presencia de estas galaxias masivas antes de alrededor de 1.000 millones de años después del Big Bang, así que estamos seguros de que las primeras galaxias masivas debieron formarse en ese momento», concluyó Henry Joy McCracken, coautor del estudio.

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 1 comentario
Comentarios
Nov 21, 2015
11:33
#1 enrique mora:

Excelente noticia, y sigan publicando este tipo de artículos astronómicos, felicidades un abrazo

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