Misterioso abismo subterráneo en el desierto de Arizona: OVNIs, portales y una posible base militar secreta

Un equipo de investigadores liderado por el periodista Ross Coulthart ha recopilado una inquietante serie de testimonios e indicios que apuntan a la existencia de una posible base militar secreta subterránea en las inmediaciones de Sedona, Arizona.

El detectorista y cazador de tesoros Paul Duggan usando un georradar para detectar cavidades (recuadro) en la zona. Crédito: Ross Coulthart/NN.

El reportaje, presentado en el programa Reality Check de NewsNation, revela un conjunto de fenómenos inexplicables, encuentros sospechosos con personal armado no identificado y registros visuales de posibles objetos voladores no identificados (OVNIs), todo ello en un área que oficialmente debería estar libre de actividad militar.

Jeremiah Horstman y Alexandra Caldwell, investigadores del fenómeno OVNI, relataron cómo desde hace más de una década han sido testigos de múltiples eventos anómalos en los alrededores del Rancho Bradshaw, una zona famosa por supuestos portales interdimensionales y avistamientos de luces extrañas. Ambos afirman haber observado una nave con forma alargada y abultada en los extremos —similar a un maní— a escasos metros de distancia, sin propulsión visible y sin alterar el entorno natural, lo que descarta tecnología aérea convencional.

Alexandra Caldwell y Jeremiah Horstman.

La pareja también ha vivido encuentros hostiles mientras exploraba supuestos sitios arqueológicos. En varias ocasiones, fueron confrontados por hombres armados sin identificación visible, e incluso llegaron a ser ahuyentados con disparos cuando intentaban documentar pictografías en áreas remotas del cañón Boynton. Según relatan, los sonidos metálicos similares a puertas cerrándose bajo tierra y posteriores avalanchas inexplicables en esos mismos puntos fortalecen su teoría sobre la existencia de entradas subterráneas secretas.

¿Conexión oculta con Lockheed Martin?

Uno de los aspectos más intrigantes del reporte de Coulthart es la supuesta detección, mediante radar penetrante de suelo, de un túnel de 50 pies de diámetro bajo el rancho. Esta cavidad, con presencia de objetos metálicos, se alinearía en dirección recta hacia la planta de cemento de Clarkdale, una instalación vinculada a la empresa de defensa Lockheed Martin. Esta conexión, de confirmarse, sugiere una infraestructura subterránea de alcance y propósito desconocidos, posiblemente con fines tecnológicos o militares.

Crédito: Ross Coulthart/NN.

Además, fotografías tomadas por Caldwell muestran helicópteros Apache escoltando lo que parece ser un objeto discoidal sobrevolando Sedona. Este tipo de escolta no encaja con ejercicios militares convencionales, y más aún cuando se realiza sobre una de las zonas turísticas más transitadas del estado.

OVNI y helicópteros fotografiados por los testigos. Crédito: Ross Coulthart/NN.

El lugar también ha sido escenario de otros eventos paranormales. Según registros del programa Beyond Skinwalker, cámaras especiales detectaron radiación gamma en patrones rectangulares exactamente donde se habían reportado portales en el pasado. La antigua propietaria del rancho, Linda Bradshaw, incluso logró fotografiar uno de estos portales en forma de pantalla tridimensional, por donde asegura haber visto cruzar una nave no identificada.

¿Una nueva Área 51 al descubierto?

Aunque oficialmente el sitio está arrendado a la Universidad del Norte de Arizona para experimentos ecológicos, los investigadores denuncian que en 12 años jamás han visto actividad académica en el lugar. El complejo, rodeado por una cerca con cámaras que apuntan hacia el interior, refuerza la sospecha de que allí se oculta algo más que plantas resistentes al cambio climático.

¿Es el proyecto de la Universidad del Norte de Arizona solo una tapadera?

El hallazgo plantea interrogantes profundos sobre el posible uso de terrenos públicos para operaciones clandestinas, la relación entre tecnología avanzada y fenómenos paranormales, y la existencia de portales interdimensionales. Como concluye Coulthart en el reportaje, todo suena a ciencia ficción... hasta que se recopilan suficientes evidencias para cuestionar nuestra realidad conocida.

El reportaje completo puede verse a continuación: