Misteriosas estructuras en rocas del desierto de Namibia fueron creadas por una forma de vida desconocida

Un hallazgo sorprendente en los desiertos del sur de África y la península arábiga ha llevado a los científicos a concluir que ciertas estructuras diminutas en las rocas no fueron producto de procesos geológicos, sino de una forma de vida desconocida que dejó su huella hace aproximadamente uno o dos millones de años.

Paisaje en Namibia con afloramientos de mármol donde se encontraron las bandas de microexcavaciones. Crédito: Cees Passchier.

Investigaciones realizadas en Namibia, Omán y Arabia Saudita han revelado estructuras inusuales en rocas de mármol y piedra caliza, caracterizadas por pequeños túneles paralelos de apenas medio milímetro de ancho y hasta tres centímetros de longitud.

«Nos sorprendimos al notar que estos tubos no eran resultado de un proceso geológico», afirmó el profesor Cees Passchier de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (JGU), quien descubrió el fenómeno durante un trabajo de campo en Namibia.

(A) Endostromatolitos que llenan fracturas resultan en depósitos que ya no se asemejan a la roca original y no contienen micro-túneles que se extiendan a lo largo de todo el ancho de una banda. (B) Espécimen suelto que contiene microtúneles en la parte superior mostrada y un depósito de endostromatolito en la parte inferior. (C) En este afloramiento fuertemente erosionado, se formaron microtúneles menores (indicados por flechas) por encima de una capa blanca delgada, de la cual se desarrollaron los microtúneles principales hacia abajo. (D) Microtúneles formados en un afloramiento plegado, donde mantienen su orientación a pesar del pliegue. Parte de los microtúneles son intersecados por una fractura. Crédito: C.W. Passchier et al. Geomicrobiology Journal, 2025.

El análisis de muestras reveló evidencia de material biológico dentro de estas estructuras, lo que sugiere que microorganismos perforaron la roca en busca de nutrientes presentes en el carbonato de calcio.

«No sabemos si se trata de una forma de vida extinta o si aún existe en algún lugar», agregó el profesor.

Un descubrimiento de gran impacto

Durante los últimos 25 años, Passchier ha estudiado la formación del supercontinente Gondwana y las transformaciones de las rocas que ocurrieron hace entre 500 y 600 millones de años. Sin embargo, el descubrimiento de estas estructuras en el mármol namibiano, que se extienden en bandas de hasta diez metros de largo, abrió una nueva línea de investigación.

Rastros similares se encontraron posteriormente en Omán y Arabia Saudita, lo que indica que esta forma de vida pudo haber tenido una distribución mucho mayor. Se estima que las estructuras fueron creadas en un periodo más húmedo del pasado y no en las condiciones áridas actuales.

Vida en las profundidades de la roca

Los microorganismos endolíticos, capaces de vivir dentro de las rocas, han sido detectados en ambientes extremos de la Tierra, pero lo más intrigante de este hallazgo es que la identidad del organismo responsable sigue siendo un misterio.

«Debe ser un organismo capaz de sobrevivir sin luz, ya que los tubos se formaron en el interior de la roca», explicó el autor principal del estudio publicado en el Geomicrobiology Journal. Aunque se halló material biológico, no se han recuperado ADN ni proteínas que permitan identificar la especie.

Mármol de Namibia en el que los microtúneles han crecido en disposición paralela hacia abajo desde dos fracturas llenas de calcreta. Crédito: Cees Passchier.

Este descubrimiento podría tener implicaciones en el ciclo global del carbono, ya que la actividad biológica de estos microorganismos podría influir en el equilibrio del CO₂ en la atmósfera. Passchier espera que expertos en microorganismos endolíticos investiguen más a fondo el fenómeno.

«Esta forma de vida podría ser clave para entender procesos geobiológicos desconocidos hasta ahora», concluyó el investigador.

El hallazgo plantea preguntas fascinantes sobre la evolución de la vida y su capacidad de adaptación a entornos extremos, dejando abierta la posibilidad de que existan organismos similares en otros planetas con condiciones rocosas similares a las de la Tierra primitiva.

Fuente: JGU. Edición: MP.