¿Jugando a ser Dios? Científicos inician proyecto para crear el primer cromosoma humano sintético

Un equipo de científicos británicos ha iniciado un ambicioso y controvertido proyecto para construir desde cero el primer cromosoma humano sintético. Impulsada por un financiamiento inicial de 10 millones de libras esterlinas del Wellcome Trust —la organización médica benéfica más grande del mundo—, esta iniciativa representa un avance sin precedentes en el campo de la genética y podría transformar radicalmente la medicina moderna.

En los próximos cinco a diez años, el equipo responsable del proyecto tiene como objetivo construir un cromosoma humano sintético completo. Esto es una meta ambiciosa en sí misma, que requerirá que el equipo supere numerosos desafíos científicos individuales. Sintetizar un genoma humano completo será un desafío aún mayor. Crédito: MysteryPlanet.com.ar.

El proyecto, denominado Synthetic Human Genome Project (SynHG), busca desarrollar las herramientas necesarias para escribir partes del genoma humano molécula por molécula. A diferencia de la edición genética, que modifica fragmentos existentes de ADN, esta nueva etapa implica sintetizar segmentos completos de información genética, lo que brindaría un control mucho más profundo sobre los mecanismos que rigen la vida humana. El objetivo inicial es crear un cromosoma funcional, una de las estructuras que albergan nuestros genes y que controlan aspectos esenciales como el desarrollo, la reparación celular y la respuesta a enfermedades.

Para los investigadores, las aplicaciones médicas de esta tecnología podrían ser revolucionarias: desde terapias celulares personalizadas hasta tejidos resistentes a virus capaces de regenerar órganos como el corazón, el hígado o incluso partes del sistema inmunológico. Según el Dr. Julian Sale, del Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica (MRC, por sus siglas en inglés) en Cambridge, «el cielo es el límite» y «estamos ante el próximo gran salto en biología». Su visión incluye tratamientos para el envejecimiento saludable y el desarrollo de células resistentes a enfermedades que podrían repoblar órganos dañados.

Preocupaciones bioéticas

Sin embargo, no todos comparten el entusiasmo. Grupos de defensa ética y algunos expertos en bioética advierten sobre los posibles usos indebidos de esta tecnología. Temen que pueda derivar en la creación de humanos modificados, armas biológicas o incluso nuevas formas de control genético.

«Nos gusta pensar que todos los científicos buscan el bien, pero esta ciencia también puede ser utilizada para causar daño», advirtió Pat Thomas, directora del grupo Beyond GM.

El renombrado genetista Bill Earnshaw, de la Universidad de Edimburgo, fue aún más directo: «El genio ha salido de la botella. Podríamos establecer restricciones hoy, pero si una organización con los medios decide sintetizar cualquier cosa, no hay manera real de detenerlos».

Ante estos desafíos, el proyecto SynHG se ha comprometido a abordar las implicancias éticas desde el comienzo. En paralelo al desarrollo científico, se puso en marcha un programa de investigación social denominado Care-full Synthesis, liderado por la profesora Joy Zhang, de la Universidad de Kent. Su objetivo es evaluar, junto a expertos, comunidades y organismos internacionales, cómo se percibe esta tecnología, cómo podría afectar distintas regiones del mundo y qué regulaciones serían necesarias para garantizar su uso justo y responsable. Zhang destacó la importancia de escuchar diversas perspectivas, especialmente de poblaciones históricamente subrepresentadas en la investigación genética.

¿Hacerlo porque se puede?

Los impulsores del proyecto son conscientes de que el camino hacia un genoma humano completamente sintético será largo y complejo, tal vez de décadas. Aun así, consideran que el momento de actuar es ahora.

«Nos preguntamos cuál sería el costo de no hacerlo», explicó el Dr. Tom Collins, quien autorizó la financiación desde Wellcome. «Esta tecnología se desarrollará eventualmente, y al hacerlo hoy podemos guiar su evolución de manera ética y transparente».

Para Michael Dunn, director de investigación en Wellcome, el potencial de esta línea de trabajo es incalculable. «Con las herramientas para sintetizar un genoma humano, podremos responder preguntas sobre salud y enfermedad que aún no podemos ni imaginar. Esto transformará nuestra comprensión de la vida y el bienestar».

Aunque la creación de vida sintética está fuera de los planes inmediatos del proyecto —que se limita a experimentos en laboratorio—, la posibilidad de construir el código genético humano desde cero plantea una pregunta inquietante: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar cuando la ciencia nos pone en el papel de creadores?

Fuente: Wellcome/BBC. Edición: MP.