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Eric Gairy, quien fuera primer ministro de la isla caribeña de Granada en la década de los 70, aseguraba que los ovnis eran reales y los extraterrestres nos estaban visitando. Para que el mundo lo sepa instó a la ONU a que creara una agencia internacional que reconociera el tema y lo investigara seriamente.
La iniciativa de Granada ante la ONU permanece como uno de los hitos de la historia diplomática sobre los ovnis. El líder de una nación soberana —entonces recién independizada del Reino Unido— haciendo declaraciones y buscando expertos que lo apoyen en su cruzada para convencer a un organismo internacional de que estamos siendo visitados por seres de otros mundos y se requiere una acción coherente y coordinada. Es decir, ¡exopolítica al máximo nivel!
Tras una de las reuniones, Eric Gairy explotó ante el escepticismo que causaban sus ideas: «Sé que los platillos voladores existen porque yo mismo vi uno hace tres años. Los diplomáticos de la ONU van a pensar que estoy loco por decir esto pero estoy convencido de que las personas del espacio exterior nos están estudiando o quizá que viven entre nosotros como terrícolas».
Documentos desclasificados del Ministerio de Defensa (MoD) británico muestran la férrea oposición del Reino Unido a la propuesta del primer ministro granadino. Algo que contrasta con la posición más abierta tomada por el Departamento de Defensa de los EE.UU., que a pesar de no entusiasmarse con la idea de Gairy, tampoco se oponía a llevarla a cabo siempre y cuando permaneciera pequeña en términos de presupuesto y alcance.
El que en el juego del policía bueno y el policía malo el Reino Unido haya tenido el último papel, responde a que los británicos conocían mucho mejor al primer ministro que los estadounidenses. Granada fue colonia británica hasta 1974 y su independencia fue justamente negociada con Gairy, quien era un político de gran peso en su isla, un disidente crónico y figura carismática que también llegó a ser nombrado caballero por la Reina de Inglaterra.
Entre los documentos desclasificados del MoD existe un télex dirigido a la delegación del Reino Unido en la ONU y fechado 1 de diciembre de 1978, allí se lee: «Los ministros han expresado su opinión de que, dado que un acuerdo para crear una agencia ovni reduciría la credibilidad de la ONU, debemos oponernos. Por lo tanto, deben buscar apoyo particularmente entre los nueve». Cabe aclarar que con «nueve» el documento no se refiere a una cábala secreta sino a los países de la Comunidad Europea que también eran miembros de la ONU en los 1970s.
Este télex, enviado días después que se llevara a cabo una Audiencia en el Comité Especial de Política (27 de noviembre de 1978) donde Gairy instó a la ONU a investigar los ovnis, es interesante porque evidencia todas las maquinaciones diplomáticas de otras naciones respecto a la moción de Granada.
Otros documentos discuten posibles alternativas, siendo consideradas por diferentes delegaciones de la ONU, sobre la propuesta de la agencia o departamento ovni.
«Los alemanes, con apoyo austriaco, favorecen la reunión de un grupo de expertos a ser designados por el gobierno de Granada. Este grupo reportará sus hallazgos al Secretario General. La delegación de EE.UU., con la que Gairy debatió el 24 de noviembre, dejó entrever la idea de un reportero especial (financiado por Granada) que estudiará el problema y lo presentará directo al Secretario General. A los rusos, por su parte, les gustaría ver una repetición del procedimiento adoptado el año pasado: i.e. posponer el asunto temporalmente para obtener mayores comentarios de las partes interesadas o hacer mayores estudios. Sin embargo, Gairy dijo que no estaba dispuesto a que se rechazara su propuesta este año», decía el embajador británico Ivor Richard en un documento de la delegación del Reino Unido en Nueva York.
El primer ministro Gairy era un hombre muy terco que estaba profundamente convencido que su iniciativa ovni era algo de gran importancia para la humanidad, de allí que insistiera con ella cada vez que tenía oportunidad. En una ocasión que tuvo lugar previamente, el 12 de octubre de 1978, durante la 33ra Sesión de la Asamblea General de la ONU, el mandatario granadino remarcó que su país «está ahora identificado con el esfuerzo de hacer que las potencias compartan la información que tienen sobre el fenómeno de los objetos voladores no identificados, principalmente por la persistencia con la que hemos estado impulsando el tema desde 1975».
«Estamos confiados en que los ovnis sean materia de gran interés e importancia como para buscar el apoyo de los Estados miembros en la investigación de este campo, en coordinación con las Naciones Unidas. La cuestión es evidente, ¿por qué el hombre común debería ser privado de la información que tenemos sobre los ovnis, un tema de gran trascendencia para la humanidad, cuando a la vez se lo alimenta con muchas trivialidades que no contribuyen para nada a su enriquecimiento personal o avance de nuestra especie? El tiempo es más que oportuno para que las Naciones Unidas se involucren en esta área del conocimiento y la investigación», agregaba con vehemencia.
La convicción de Gairy sobre el valor del tema ovni tenía su origen en su propia experiencia con lo desconocido. Según citó en aquella época un periódico de Honduras, el político dijo: «Los avistamientos que tuve fueron tan anómalos, tan potencialmente fuera del carácter de mi posición, que me sentí obligado a instar a todos a salir de su torpor. Me preocupaba que estas apariciones pudieran impactar seriamente en la seguridad del mundo».
El incidente del que habla Gairy estaría relacionado con un estrellamiento ovni en la playa de Morne Rouge, donde se recuperó el objeto junto con el cuerpo de un extraterrestre gigante. Este dato fue dado a conocer recién en 2008 por el ufólogo Wesley Bateman, quien había entrevistado a Gairy en San Diego, durante su exilio en EE.UU. posterior a un golpe de estado que lo sacó del poder.
Eric Gairy fue derrocado en 1979 por un golpe de Estado perpetrado por Maurice Bishop, justamente aprovechando una ocasión donde su rival se encontraba en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York intentando que se hiciera una conferencia sobre alienígenas.
Algunos han sugerido que, dada su apertura a un tema tan controvertido, hubo una conspiración estadounidense detrás del derrocamiento. Sin embargo, aunque la cruzada ovni del gobernante caribeño tal vez fue una molestia, el que sus opositores políticos fueran marxistas autodeclarados con lazos amistosos hacia Cuba, era aún peor para el contexto geopolítico de la época, ¡así lo demostrarían eventos posteriores!
Cuando el primer ministro Bishop fue asesinado por otro golpe radical aún más marxista en 1983, el presidente Ronald Reagan ordenó que los marines invadieran Granada para aplastar la revolución. Muchos especulan que, aprovechando la ocasión, EE.UU. secuestró «la evidencia ovni» que estaba salvaguardada en algún lugar de la isla.
Un documento liberado por FOIA (Freedom of Information Act) llamado Agenda Item — UN Agency for UFOs y escrito el 29 de agosto de 1977 por Irwin M. Pikus del Departamento de Estado de los EE.UU., subraya los deseos de Granada.
«En particular, Granada quiere: que se declare a 1978 como el Año Internacional de los Objetos Voladores No Identificados; el establecimiento de una agencia de la ONU para los ovnis; la celebración de los ovnis en Granada; y la emisión de un sello conmemorativo especial sobre el tema», escribe Pikus.
«Los EE.UU. no tienen objeción a la inclusión de estos asuntos en la agenda. Nuestra nación ha llevado a cabo amplios estudios sobre el tema ovni años atrás y estos han sido no concluyentes. Y mientras los resultados de estos estudios pasados han estado y estarán a disposición, no tenemos interés en participar en futuros estudios. Asimismo, las implicaciones presupuestarias de las propuestas de Granada deberían ser examinadas. Los EE.UU. no tienen ninguna objeción a la asignación de sumas nominales para estas propuestas», dice el funcionario en otro párrafo.
Es seguro que, de haber seguido como primer ministro, Gairy habría continuado insistiendo con la aplicación de su iniciativa sin que nadie pudiera disuadirlo de lo contrario. Quien lo sucedió en el poder no tenía ningún interés en los ovnis y solo usó el tema para desacreditar a Gairy como «un salvaje creyente del vudú y de los platillos voladores», algo que los medios masivos internacionales estuvieron dispuestos a difundir rápidamente.
Más allá de los defectos que pudo tener Gairy como gobernante, no cabe duda que su iniciativa ovni era muy acertada, aunque probablemente adelantada a su tiempo. Sus esfuerzos, empero, no fueron en vano.
Gracias a la tenacidad del granadino, la Asamblea General de las Naciones Unidas llegó a la Resolución 33/424 el 18 de diciembre de 1978: «El establecimiento de una agencia o departamento de la ONU para garantizar, coordinar y diseminar la investigación de los objetos voladores no identificados y fenómenos asociados».
Y aunque esta resolución nunca se implementó, lo único que hace falta es que otra nación tome la posta para reactivar el procedimiento necesario que finalmente de a luz una agencia ovni internacional.
Lo más cerca que se estuvo hasta ahora fue en 2010, cuando la ONU designó a una astrofísica malasia como embajadora ante posibles contactos con alienígenas.
Fuente: Open Minds.
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