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El sueño de Nikola Tesla sobre un sistema para transferir electricidad a través del aire, sin necesidad de cables, parece estar un paso más cerca... aunque no exactamente como él quería.
Y es que de completarse el desarrollo de esta tecnología, en un principio no será usada para el bien de todos, proveyendo energía de manera gratuita a cualquier lugar del planeta, sino para fines meramente militares.
Esto se evidencia en la concesión por parte de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) de un contrato de $10 millones a Raytheon (una compañía de RTX) para la creación de una «Internet inalámbrica de energía» en el espacio aéreo. Conocido como Programa de Relevo de Energía Óptica Inalámbrica Persistente o POWER, este sistema tiene la finalidad de proveer energía a activos militares de los Estados Unidos en zonas de conflicto y entornos disputados.
Bajo el contrato de dos años, Raytheon desarrollará el diseño de relé aéreo para crear «redes». Estas «redes» serán capaces de recolectar, transmitir y redirigir haces ópticos para transmitir energía desde fuentes terrestres a grandes altitudes. Esto permitirá la operación precisa y a larga distancia de sistemas no tripulados, sensores y efectores. La recolección de energía de esta manera reducirá en última instancia la dependencia militar de combustible y la necesidad de su transporte y almacenamiento.
«La energía es esencial en el campo de batalla moderno y es fundamental para lograr objetivos militares», dijo Colin Whelan, presidente de Tecnología Avanzada de Raytheon. «Cuando se opera en entornos disputados, la energía no siempre está disponible en abundancia, por lo que la necesidad de generar, almacenar y redistribuir es vital. Esta tecnología busca permitir a nuestro ejército generar energía de manera segura y eficiente, distribuyéndola fácilmente a otras plataformas».
Cuando POWER esté operativo, por ejemplo, debería ser posible transferir energía a un objetivo en tierra o a otra plataforma aérea autónoma, que podría permanecer en el aire todo el tiempo necesario con carga constante de batería a distancia.
Según informa New Atlas, al desplegar numerosas plataformas de relé de energía en el cielo, el sistema POWER establece una «red energética» que los logísticos militares pueden utilizar al instante para dirigir energía a los lugares más cruciales. Actúa como una línea de suministro en el cielo, proporcionando energía ilimitada a robots en tierra, aire o mar, o redirigiendo la energía a otras ubicaciones estratégicas según sea necesario.
Cada dron de relé aéreo recibirá energía a través de un sistema óptico de láser y luego la enviará más adelante en la red, según DARPA.
«Esto es la Internet para la energía, aprovechando redes resilientes y multipatrones para que la energía fluya desde fuentes abundantes hacia consumidores con escasez de ella», dijo el coronel Paul Calhoun, gerente del programa POWER en la Oficina de Tecnología Táctica de DARPA. «El ejército enfrenta desafíos energéticos particularmente agudos, lo que impulsa esta innovación. A menudo debemos operar lejos de la infraestructura energética establecida y depender de combustibles líquidos que requieren líneas de suministro precarias».
Sin embargo, como cualquier tecnología, no estará libre de limitaciones. Por ejemplo, la flexibilidad de POWER probablemente conllevará un costo significativo en pérdida de energía. Cuando se convierte electricidad en luz de láser, aproximadamente el 20 % de la energía se pierde en el éter. Al convertir el láser de nuevo en electricidad en el receptor, se pierde aún más energía, aproximadamente un 50 %. Esto significa que en una configuración de estación de relevo, se perdería energía en cada paso del camino.
Dicho esto, DARPA parece ser muy optimista sobre la tecnología para propósitos militares y uso civil en energía descentralizada.
«Creemos que la próxima revolución energética será habilitada por la red energética inalámbrica», dijo Calhoun. «Comprimirá drásticamente los tiempos de transporte y proporcionará energía distribuida de manera resiliente a consumidores en el aire, tierra, mar, bajo el mar y en el espacio».
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