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Un paso más cerca de construir los temidos Centinelas de la saga Matrix.
Un equipo de científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China ha desarrollado un innovador brazo robótico blando en espiral, inspirado en la destreza del tronco de los elefantes y los tentáculos de los pulpos. Este avance tecnológico, denominado SpiRobs, ha demostrado una capacidad de agarre comparable a la de la mano humana en diversas tareas.
En pruebas de laboratorio, el brazo robótico ha sorprendido al sujetar objetos frágiles como huevos y fresas sin dañarlos, capturar una pelota de tenis en movimiento e incluso golpear con precisión una pelota de ping-pong. Según el estudio publicado en la revista Device, SpiRobs logra una tasa de éxito cercana al 95 % en maniobras complejas de sujeción, enrollado, extensión y captura.
Los investigadores, liderados por Nikolaos Freris, recurrieron a técnicas de ingeniería inversa para replicar la forma espiral logarítmica presente en la naturaleza. El diseño del brazo, accionado por dos o tres cables, le permite sujetar objetos de distintos tamaños y soportar cargas de hasta 260 veces su propio peso.
Para ponerlo en perspectiva, la trompa de un elefante puede levantar hasta 270 kg, mientras que un tentáculo de pulpo es capaz de ejercer una fuerza de hasta 200 veces el peso del propio animal. Además, la trompa de un elefante cuenta con 40.000 músculos individuales, lo que le permite realizar movimientos increíblemente precisos, desde levantar un tronco hasta recoger una hoja de hierba. Por su parte, los tentáculos del pulpo poseen ventosas con sensores táctiles y químicos que les permiten explorar y manipular objetos con gran destreza.
Si bien SpiRobs aún no alcanza la complejidad de estas asombrosas estructuras biológicas, su diseño bioinspirado representa un avance significativo en la robótica blanda, acercándose cada vez más a las capacidades de la naturaleza. Para materializar esta innovación, el equipo recurrió a impresión 3D con materiales accesibles como poliuretano, resina y papel, permitiendo la fabricación de prototipos en diversas escalas, desde centímetros hasta metros. Esta versatilidad no solo impulsa su potencial comercial, sino que también abre la puerta a aplicaciones en múltiples industrias.
En una prueba de campo, un dron equipado con el brazo SpiRobs logró levantar un balde de agua, demostrando su potencial para tareas en la economía de baja altitud, como la manipulación de objetos en entornos de difícil acceso.
Tal aplicación de esta tecnología recuerda a los versátiles Centinelas de la saga Matrix, robots o drones biomecánicos con múltiples tentáculos diseñados para adaptarse a distintos escenarios y tareas con extrema agilidad. Aunque SpiRobs no tiene fines destructivos, su nivel de precisión y flexibilidad lo acerca a la robótica futurista que hasta hace poco solo veíamos en la ciencia ficción.
Fuente: ChinaDaily. Edición: MP.
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