La innovadora IA, bautizada como Centaur, fue entrenada con más de diez millones de decisiones recopiladas en experimentos psicológicos, lo que le permite tomar decisiones que reflejan de manera notable cómo piensan y actúan las personas reales.

Centaur: la IA que «lee la mente» y predice con asombrosa precisión tus próximas acciones

Crédito: MysteryPlanet.com.ar.

Durante décadas, la psicología ha intentado desentrañar la complejidad del pensamiento humano. Sin embargo, los modelos tradicionales solo podían lograr una de dos cosas: explicar de forma transparente cómo piensan las personas o predecir de manera confiable su comportamiento. Lograr ambas a la vez era, hasta ahora, un objetivo prácticamente inalcanzable.

El equipo liderado por el Dr. Marcel Binz y el Dr. Eric Schulz, del Instituto de IA Centrada en el Ser Humano de Helmholtz Múnich, logró este hito gracias a Centaur. La clave fue el uso de un conjunto de datos sin precedentes, denominado Psych-101, que reúne más de diez millones de decisiones individuales provenientes de 160 experimentos conductuales, realizados con la participación de más de 60.000 personas.

Lo que hace única a esta IA es su capacidad no solo de predecir comportamientos en tareas conocidas, sino también de anticiparse en situaciones completamente nuevas. Centaur puede identificar estrategias comunes de toma de decisiones, adaptarse a contextos cambiantes e incluso predecir con precisión el tiempo de reacción de las personas.

«Creamos una herramienta que permite simular el comportamiento humano en cualquier escenario descrito en lenguaje natural, como si fuera un laboratorio virtual», explica Marcel Binz, autor principal del estudio publicado este mes en Nature.

Entre sus posibles aplicaciones destacan el análisis de experimentos clásicos de psicología, la simulación de procesos de decisión individuales en entornos clínicos —por ejemplo, en pacientes con depresión o ansiedad— y nuevas perspectivas en investigación en salud mental.

Además de su impresionante capacidad predictiva, Centaur también aporta un puente entre la teoría y la práctica. Puede mostrar dónde los modelos psicológicos tradicionales se quedan cortos y ofrecer pistas sobre cómo perfeccionarlos. «Apenas estamos comenzando y ya vemos un potencial enorme», afirma Eric Schulz, director del instituto.

Un aspecto clave es garantizar que estos sistemas permanezcan transparentes y controlables. Para ello, los investigadores apuestan por modelos abiertos y alojados localmente, que garanticen la soberanía total sobre los datos.

En el futuro, el equipo planea profundizar en el funcionamiento interno de Centaur: descubrir qué patrones computacionales corresponden a procesos de decisión concretos y cómo estos difieren entre personas sanas y aquellas con trastornos psicológicos.

Que este avance se haya gestado en un entorno de investigación pública, y no en el seno de grandes empresas tecnológicas, no es casualidad. «Aquí combinamos la investigación en IA con la teoría psicológica y un compromiso ético claro», concluye Binz. «En el ámbito académico tenemos la libertad de perseguir preguntas cognitivas fundamentales que a menudo no son prioritarias en la industria».

Fuente: Helmholtz Múnich. Edición: MP.

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