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Un equipo internacional de científicos ha identificado un exoplaneta con características inéditas que lo distinguen de cualquier mundo en nuestro sistema solar, marcando un hito en la exploración astronómica.
Interpretación artística del exoplaneta GJ 1214 b pasando frente a su estrella anfitriona. Crédito: NAOJ.
Hasta la fecha, los astrónomos han catalogado más de 5.000 exoplanetas. Entre ellos, destacan aquellos que son más grandes que la Tierra pero más pequeños que Neptuno. Sin embargo, las características precisas de estos mundos han sido objeto de debate, ya que su estructura interna podría ser similar a planetas con núcleos rocosos o helados, rodeados de diferentes tipos de atmósferas.
El estudio de la atmósfera de estos planetas ha sido un desafío debido a la presencia de gruesas capas de nubes que bloquean la visibilidad. Sin embargo, gracias a la avanzada tecnología del telescopio James Webb, los investigadores pudieron observar con detalle la atmósfera de GJ 1214 b, un planeta con un radio tres veces mayor al de la Tierra y ocho veces su masa.
Al analizar la luz estelar que pasa a través de la atmósfera del exoplaneta mientras transita frente a su estrella, los científicos identificaron una composición atmosférica dominada por dióxido de carbono. Este resultado contrasta con la composición de planetas como la Tierra (rica en vapor de agua) o Neptuno (predominantemente hidrógeno y helio).
Modelos teóricos y simulaciones respaldaron los datos obtenidos, revelando que la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera de GJ 1214 b es comparable a la de Venus, el planeta con mayor concentración de este gas en el sistema solar.
Aunque los datos obtenidos presentaban cierta incertidumbre, los investigadores aplicaron análisis estadísticos rigurosos y simulaciones químicas para confirmar sus hallazgos. Según Kazumasa Ohno, investigador del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, «la señal de dióxido de carbono era débil, pero fue posible identificarla mediante un análisis cuidadoso y detallado».
El equipo planea realizar observaciones adicionales de exoplanetas similares para ampliar el conocimiento sobre este tipo de mundos y su diversidad química. Estos estudios no solo nos ayudan a comprender mejor cómo se forman los planetas, sino también a explorar las condiciones que podrían hacerlos habitables.
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