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Un exdirectivo de Google y fundador de su primer equipo de IA generativa sugiere que estudiar carreras tradicionales como derecho o medicina podría ser una pérdida de tiempo, ya que la inteligencia artificial las transformará antes de que los estudiantes puedan graduarse.
La mayoría de jóvenes están estudiando para profesiones que pertenecerán a las IA cuando se reciban. Crédito: MysteryPlanet.com.ar.
En una advertencia que resuena en el mundo académico y profesional, Jad Tarifi, uno de los pioneros de la inteligencia artificial en Google, ha declarado que el futuro de profesiones consolidadas como la medicina y el derecho está en grave peligro. Según Tarifi, la rápida evolución de la IA podría hacer que estas carreras, que requieren años de estudio intensivo, se vuelvan obsoletas o sean desempeñadas mayoritariamente por sistemas automatizados.
En una entrevista con Business Insider, Tarifi, quien fundó el primer equipo de IA generativa de Google antes de lanzar su propia startup, Integral AI, en 2021, fue contundente: «En el sistema médico actual, lo que se aprende en la facultad de medicina está muy desactualizado y se basa en la memorización». Añadió que los estudiantes podrían terminar «desperdiciando ocho años» de sus vidas en títulos avanzados que la tecnología superará rápidamente.
Curiosamente, su escepticismo no se limita a las carreras tradicionales. Tarifi, quien tiene un doctorado en IA, tampoco recomienda especializarse en este campo a menos que exista una obsesión genuina. Describe el proceso como un calvario que implica sacrificar «cinco años de tu vida y mucho dolor». Según él, el campo avanza a tal velocidad que, para cuando un estudiante termine un doctorado, los fundamentos de la IA que se estudian hoy ya habrán sido superados o resueltos. Su punto es que la investigación de vanguardia se habrá desplazado tan drásticamente que el conocimiento adquirido podría ser obsoleto. Por eso, su consejo es enfocarse en nichos muy específicos, como la aplicación de la IA a la biología, o simplemente no hacerlo.
En lugar de acumular conocimiento técnico memorizado, Tarifi sugiere que las habilidades del futuro son intrínsecamente humanas. «Lo mejor en lo que se puede trabajar es más interno. Medita. Socializa con tus amigos. Conócete a ti mismo emocionalmente», aconsejó.
Para el experto, la clave para prosperar en la era de la IA no reside en el dominio técnico profundo, sino en el desarrollo de la empatía y las habilidades sociales. La capacidad para interactuar con la inteligencia artificial y guiarla de manera efectiva —lo que se conoce como prompting— requiere «sintonía emocional» y «buen gusto», cualidades que las máquinas no pueden replicar.
Jad Tarifi, de 42 años, se unió a Google en 2012 y pasó casi una década en el gigante de las búsquedas.
Utilizó una analogía simple para explicarlo: «Tengo un doctorado en IA, pero no sé cómo funciona el último microprocesador. Puedes conducir un coche, pero puede que no sepas cada detalle sobre él. Si sabes qué hacer si algo va mal, eso es suficiente».
Esta visión es compartida por otras figuras influyentes del sector tecnológico. Paul Graham, fundador de la aceleradora de startups Y Combinator, señaló recientemente que los trabajos de programación de bajo nivel «ya están desapareciendo» porque la IA es «buena en el trabajo pesado y rutinario». La solución, según Graham, es «hacer algo tan bien que estés operando muy por encima de ese nivel».
El mensaje de ambos expertos es claro: en un mundo transformado por la IA, el éxito no dependerá de los títulos acumulados, sino de la capacidad de adaptación, la inteligencia emocional y la búsqueda de una pasión que nos permita destacar en aquello que las máquinas no pueden hacer.
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