Astrónomos descubren la mayor estructura del universo y la nombran «Quipu»

Un equipo de astrónomos ha identificado la estructura más grande jamás encontrada en el universo, a la que han denominado «Quipu», en referencia a un antiguo sistema de registro incaico basado en nudos. Esta superestructura posee una masa colosal de 200 cuatrillones de veces la del Sol y una extensión de más de 1.300 millones de años luz.

Esta imagen muestra cinco superestructuras recién descubiertas. Quipu (rojo) es la estructura más grande jamás encontrada en el universo. Las otras son Shapley (azul), Serpens-Corona Borealis (verde), Hércules (morado) y Sculptor-Pegaso (beige). Crédito: Böhringer et al., 2025.

Según Hans Böhringer, investigador del Instituto Max Planck y autor principal de un estudio aceptado para su publicación en la revista Astronomy and Astrophysics, el hallazgo puede influir significativamente en nuestras mediciones del fondo cósmico de microondas, en el efecto de lentes gravitacionales a gran escala y en la determinación precisa de la constante de Hubble. Y es que no solo aporta nuevas perspectivas sobre la arquitectura del cosmos, sino que también resalta la magnitud de las conocidas como superestructuras.

Quipu, por ejemplo, está compuesta por vastos cúmulos y supercúmulos de galaxias, reuniendo una fracción significativa de la materia del universo. Junto con otras cuatro superestructuras recientemente identificadas, concentra el 45 % de los cúmulos de galaxias, el 30 % de las galaxias conocidas y el 25 % de la materia total, ocupando un 13 % del volumen del espacio analizado.

Esta figura del estudio muestra la distribución de galaxias en gradientes de densidad. La relación de densidad con la densidad promedio se representa mediante seis niveles de contorno: 0 – 0.23 (negro), 0.23 – 0.62 (azul oscuro), 0.62 – 1.13 (azul claro), 1.13 – 1.9 (gris), 1.9 – 3.7 (oliva) y > 3.7 (blanco). Los cúmulos de las cinco superestructuras están superpuestos con puntos negros. Crédito: Böhringer et al., 2025.

Pero más allá de su composición, lo que realmente distingue a Quipu es su peculiar morfología. Su apariencia filamentosa recuerda los nudos y cuerdas del sistema de registro usado por los incas, lo que inspiró su nombre.

La identificación de esta superestructura fue posible gracias al estudio de cúmulos de galaxias en rayos X, dentro del sondeo CLASSIX (Cosmic Large-Scale Structure in X-rays), que permite trazar las regiones de mayor concentración de materia en el cosmos.

El futuro de Quipu

Si bien estas superestructuras son formaciones colosales en la actualidad, los investigadores advierten que su existencia no es eterna. Con el tiempo, se fragmentarán en varias unidades colapsantes, transformándose en entidades más compactas.

Izquierda: Grabado del siglo XVI mostrando un chasqui, mensajero inca, con quipus en su mano izquierda. Derecha: Diagrama en forma de cuña que muestra la declinación y la distancia de la superestructura Quipu. La distancia está en unidades de megaparsecs. Los puntos rojos representan los miembros de la superestructura, y las líneas negras indican las conexiones. Los puntos grises representan los cúmulos que no son miembros. Las dos líneas discontinuas indican las distancias correspondientes a desplazamientos al rojo de 0.03 y 0.06.

«En la evolución futura del cosmos, estas superestructuras están destinadas a desintegrarse», concluyen Böhringer y su equipo. Sin embargo, en el presente, representan fenómenos clave que requieren un estudio detallado para avanzar en nuestra comprensión del universo.

El descubrimiento de Quipu marca un hito en la astronomía moderna, proporcionando nuevos desafíos y oportunidades para explorar los misterios de la evolución cósmica.

Fuente: UT. Edición: MP.