Una estatuilla de 23.000 años de antigüedad se suma a la colección francesa de Venus Paleolíticas

Arqueólogos en Francia hicieron un importante descubrimiento cuando desenterraron una estatuilla de una mujer de 23,000 de antigüedad durante excavaciones en Amiens. La preciosa reliquia, cuyas características coinciden con las llamadas Venus, es un magnífico ejemplo de arte paleolítico, y se ha convertido en la décimo sexta de su tipo hallada en suelo galo.

De acuerdo a AFP, los arqueólogos esperaban hallar herramientas de piedra y hueso, pero en su lugar encontraron una pila de cerca de veinte fragmentos de piedra caliza que no parecían naturales. Después de juntar todos los fragmentos se formó una figura femenina.

«El hallazgo de esta obra maestra es excepcional e internacionalmente significativo», dijo Nicole Phoyu-Yedid, directora de asuntos culturales del área.

La estatuilla tiene 12 centímetros de alto y representa a una mujer de grandes pechos y nalgas. La cabeza y los brazos son menos detallados, algo típico de las Venus paleolíticas —200 han sido encontradas a lo largo y ancho de Europa y Rusia, y 15 (ahora 16) solo en Francia. La datación de radiocarbono arrojó una edad estimada de 23,000 años para la Venus de Amiens.

En cuanto a la interpretación, la alta proporción de figuras femeninas en el arte mueble del Paleolítico Superior es suficiente para admitir el importante papel de la mujer en aquellas sociedades prehistóricas. Sabemos que no eran objetos con una utilidad práctica productiva; también sabemos que han aparecido en lugares de habitación y no en lugares e enterramiento. Podría ser que estuviesen a la vista de cualquiera, no siendo, pues, amuletos recónditos o secretos (lo que explicaría su enorme difusión geográfica). Sin embargo, poco más se puede decir. Todas las teorías sobre la Gran Diosa Madre, la diosa de la fecundidad o los cánones de belleza son meras especulaciones que no llegan, siquiera a poder ser formuladas como auténticas hipótesis científicas.

El primer descubrimiento fue la Venus de Brassempouy, en 1893, por Édouard Piette. Cuatro años más tarde, Salomón Reinach daba a conocer las estatuillas de esteatita de las cuevas de Grimaldi. En 1908 fue exhumada la famosísima Venus de Willendorf (3ra de izq. a der. en la imagen anterior), en un campo de loess del valle del Danubio, en Austria. Esta escultura, que se ha convertido en un icono, anunciaba el descubrimiento de numerosas esculturas femeninas que se extendían desde los Pirineos franceses hasta las llanuras siberianas del lago Baikal. Fueron bautizadas con el nombre de Venus al extenderse la noción de que constituían un ideal de belleza prehistórico, y, aunque la idea ha sido rechazada, la denominación de venus persiste.