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En la película de 1990, el sistema de terraformación de Marte yace bajo una pirámide y está compuesto de unas enormes columnas.
Las pirámides de Egipto han sido objeto de innumerables teorías y exploraciones, pero un reciente hallazgo ha sacudido el ámbito arqueológico: la posible existencia de una colosal estructura subterránea bajo la pirámide de Kefrén, en Guiza. Este descubrimiento, realizado mediante tecnología de radar de apertura sintética (SAR), ha revelado indicios de ocho pozos cilíndricos rodeados por rampas en espiral que descienden hasta 648 metros de profundidad.
Curiosamente, este diseño recuerda a una icónica escena de la película Total Recall (1990), basada en el relato corto Podemos recordarlo por usted al por mayor (1966) de Philip K. Dick, donde se representa una megainfraestructura oculta bajo la superficie de Marte.
"Hallazgo" en 2025...
Sopotocientos años después de esa película.
Ayyy USA, USA y su Hollywood llenito de conciencias...
— Escribiendo... (@dominosita) March 31, 2025
En el largometraje protagonizado por Arnold Schwarzenegger, la estructura subterránea en cuestión consiste en enormes columnas que, al ser activadas, liberan una reacción que terraformaría Marte, generando una atmósfera respirable. Estas columnas están dispuestas en un patrón cilíndrico, con un diseño que sugiere una ingeniería avanzada y un propósito trascendental. Lo más interesante es que este sistema se encuentra bajo una gigantesca pirámide dentro de una zona minera, explotada por la corporación de Vilos Cohaagen. En la historia, esta pirámide y la estructura subterránea fueron construidas por una antigua civilización marciana con un propósito que trasciende la simple extracción de recursos, sugiriendo un conocimiento avanzado para hacer planetas habitables.
Si bien la película es ciencia ficción, el descubrimiento en Guiza plantea interrogantes sobre la funcionalidad de los pozos detectados bajo la pirámide de Kefrén. ¿Podría haber una conexión entre estas antiguas estructuras y un conocimiento tecnológico olvidado?
Las imágenes obtenidas por SAR muestran que estos pozos descienden a profundidades que desafían la comprensión convencional de la ingeniería del antiguo Egipto. Hasta ahora, las teorías más aceptadas sostienen que las pirámides y sus estructuras subyacentes fueron construidas con propósitos funerarios o ceremoniales, pero el hallazgo de esta aparente —y por el momento muy hipotética— «ciudad subterránea» podría cambiar esta narrativa. La disposición de los pozos y las rampas en espiral sugiere una funcionalidad más compleja, quizás relacionada con un sistema de ventilación, almacenamiento de recursos, o incluso un conocimiento perdido sobre la energía y el movimiento de fluidos.
Izquierda: Imagen basada en SAR que muestra anomalías que se cree indican la presencia de ocho tubos o pozos verticales debajo de la Segunda Pirámide. Derecha: Interpretación 3D. Crédito: Proyecto SAR Kefrén.
En Total Recall, la infraestructura marciana parece haber sido construida por una civilización anterior con un entendimiento avanzado de la geología y la terraformación. Del mismo modo, el misterio en torno a las pirámides de Guiza y sus estructuras ocultas ha alimentado especulaciones sobre influencias externas en el desarrollo del antiguo Egipto, desde civilizaciones antediluvianas avanzadas hasta contactos con inteligencias no humanas. La semejanza visual entre ambas estructuras es llamativa: en ambas encontramos cilindros gigantes dispuestos de forma geométrica y vinculados por corredores o rampas.
Por supuesto, la diferencia crucial radica en el propósito de cada estructura. Mientras que en Total Recall la maquinaria tenía el objetivo de transformar un planeta inhóspito en un mundo habitable, el sistema subterráneo de Kefrén sigue siendo un enigma. De existir realmente, ¿podría tratarse de un sistema de almacenamiento de agua? ¿Una infraestructura ritual con algún propósito astronómico o energético? ¿O es posible que contenga vestigios de un conocimiento aún no comprendido?
La comparación entre estas dos estructuras, una ficticia y otra potencialmente real, invita a la reflexión sobre los alcances de la ingeniería antigua y el legado de civilizaciones que pudieron haber dominado tecnologías hoy desconocidas. A medida que los estudios con SAR y otras tecnologías avanzadas continúan, es probable que los secretos de la meseta de Guiza salgan a la luz, revelando si la realidad puede, una vez más, superar a la ficción.
Por MysteryPlanet.com.ar.
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