Cuando miras a la Luna, tal vez hayan unos cuantos tardígrados, también conocidos como «osos de agua», devolviéndote la mirada.

En abril de este año Israel fracasó en su intento de convertirse en la cuarta nación en alunizar. El motor de la nave Beresheet falló a 149 metros de la superficie de la Luna, provocando un accidente que rompió en pedazos la nave israelí. Pero Beresheet llevaba una carga que posiblemente no se ha dañado: miles de tardígrados, uno de los seres vivos más peculiares que conocemos hasta el momento.

No es la primera muestra de ADN que ahora mismo reside en la Luna, ese honor es para las heces de los astronautas que llegaron a la Luna décadas atrás. Sin embargo estos tardígrados depositados por la nave israelí sí son el organismo vivo de la Tierra que ahora «se ha apoderado» del satélite.

Una copia de seguridad de la Tierra

Para entender cómo han acabado miles de tardígrados en la Luna hay que entender por qué Beresheet (la nave israelí) se los llevó a bordo en su viaje espacial. Todo se lo debemos a Arch Mission Foundation, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es crear «una copia de seguridad del planeta Tierra». La organización creó un archivo de 30 millones de páginas de información que fue enviado a la Luna para preservarlo en caso de que a la Tierra le pase algo, una copia de seguridad en toda regla. También cuentan con otra viajando en el Tesla Roadster que Elon Musk envió al espacio.

Millones de páginas comprimidas en un espacio de unas pocas pulgadas. Crédito: Bruce Ha.

Arch Mission Foundation se enfrentaba al dilema de conseguir enviar 30 millones de páginas de información en algo analógico (que no requiera por ejemplo de un reproductor que descodifique la información) que no ocupase mucho espacio. Encontraron la solución en escribir toda la información en capas de vidrio donde se colocan átomos de níquel para conseguir imágenes de alta resolución a nanoescala. Futuras civilizaciones sólo necesitarían un microscopio con aumento 1000x para poder leer las imágenes.

Mediante este proceso Arch Mission Foundation ha podido enviar a la Luna miles de imágenes de alta resolución, casi toda la Wikipedia en inglés, miles de libros clásicos y más curiosidades de la Tierra. Todo ello en 25 capas de niquel de micras de espesor. ¿Y entre capa y capa? Resina para protegerlas que están impregnadas de muestras de sangre humana y miles de tardígrados deshidratados.

Una copia de la primera capa de la biblioteca lunar a bordo de Beresheet. La que fue a la Luna es igual pero sin la imagen central. Crédito: Bruce Ha.

Precisamente estas capas de resina con tardígrados puede que hayan conseguido que la misión sea un éxito para Arch Mission Foundation. Su objetivo era dejar la copia de seguridad en la Luna, lo que le pasar a Beresheet ya es otro asunto. Dado el reducido tamaño de la caja con la copia de seguridad y la resina con tardígrados que reduce los impactos... es muy probable que la copia de seguridad se haya salvado. Y los tardígrados desde luego también.

Resurrección selenita

En realidad estos tardígrados no están ahora colonizando la Luna. Como se ha indicado, están deshidratados. Si bien es cierto que se ha creado un mito alrededor de los tardígrados sobre su extrema supervivencia, a fin de cuentas son seres vivos que necesitan comida y agua para sobrevivir, lo van a tener difícil en la Luna.

Los tardígrados (u osos de agua) son organismos resilientes en condiciones extremófilas, con características únicas en el reino animal como poder sobrevivir a la radiación y vacío del espacio.

Más difícil aún es comenzar a sobrevivir, ya que ahora mismo están deshidratados y en un estado del que no pueden ser recuperados a no ser que se encuentren en unas condiciones de ambiente óptimas y con la ayuda de humanos. En la Tierra hemos conseguido «resucitar» tardígrados deshidratados durante más de 10 años, pero se requieren de unas condiciones concretas para hacerlo. Hay que ir a la Luna de nuevo para resucitarlos, porque ahora mismo se encuentran en el Mar de la Serenidad sin nadie que se ocupe de ellos.

Contaminación biológica

La pregunta que puede surgir al ver que ahora mismo hay seres vivos esparcidos por la superficie lunar es cómo repercute esto en el futuro si estamos llevando un ser vivo a un ambiente aún desconocido sin saber las consecuencias que pueda suponer.

Lugar de impacto de Beresheet.

Realmente no es nada irresponsable, las organizaciones espaciales como la NASA permiten que esto ocurra en la Luna. En la Luna y no en otros lugares, porque nuestro satélite no tiene ahora mismo un interés para la comprensión de la vida. En otros lugares como Marte, que tiene más potencial para albergar vida, la esterilización es mucho mayor para evitar posibles contaminaciones biológicas.

Los tardígrados son sólo el principio para Arch Mission Foundation, en las próximas misiones a la Luna quieren enviar muestras de ADN de más humanos y especies en peligro de extinción. El objetivo es preservar la información de la Tierra en caso de que ocurra algo, y hacerlo en la Luna es mucho más seguro que aquí en la Tierra. Aunque de paso eso pueda implicar depositar miles de tardígrados en la Luna.

Fuente: Wired. Edición: Cristian Rus/Xataka.

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 1 comentario
Comentarios
May 19, 2020
14:13
#1 manuel dragón:

Dónde está el oxígeno en la Luna, para que puedan respirar - Todo es delusorio.

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