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Durante una reciente entrevista en el podcast The Joe Rogan Experience, el físico Hal Puthoff —conocido por su trabajo en el programa de visión remota Stargate financiado por la CIA en los años 70 y 80— hizo una impactante revelación: uno de los visualizadores remotos que participó en el proyecto afirmó haber detectado una base de objetos voladores no identificados en el monte Zeil, una remota región montañosa de Australia.
Puthoff relató que el hallazgo ocurrió durante la época activa del programa de visión remota, cuando los participantes eran entrenados para «ver» a distancia eventos, ubicaciones y objetos fuera del alcance físico o geográfico. Según cuenta, uno de los visualizadores remotos más destacados informó haber «visto» una base de actividad no humana en dicha montaña australiana. Al transmitir el informe a su superior en la CIA, este se comunicó informalmente con un agente en Australia, quien, sorprendentemente, respondió: «¿Te refieres al lugar donde siempre están volando los OVNIs?».
Este intercambio despertó aún más sospechas entre los involucrados en el programa, ya que indicaría que en zonas remotas del planeta, como el monte Zeil, existen reportes consistentes del fenómenos anómalos no identificados (UAPs).
El testimonio se enmarca en un contexto de creciente interés público y gubernamental por el fenómeno OVNI/UAP, Puthoff, quien ha trabajado tanto en investigación científica avanzada como en estudios secretos para el gobierno de EE.UU., se suma a las voces que piden una mayor divulgación sobre el tema.
Además, el físico abordó en la entrevista la llamada «hipótesis ultraterrestre», la cual plantea que los tripulantes de estos objetos podrían no provenir del espacio exterior como tradicionalmente se ha asumido, sino de civilizaciones ocultas en nuestro propio planeta, de otras dimensiones, del futuro, o incluso de antiguos linajes terrestres que han permanecido ocultos. En su ensayo titulado Modelos Ultraterrestres (2022), Puthoff explora una amplia gama de posibilidades sobre el origen de estos fenómenos, sugiriendo que podrían ser viajeros temporales, remanentes atlantes, visitantes interdimensionales o razas extraterrestres establecidas en bases ocultas desde hace miles de años.
«Sabemos que es inteligencia no humana. Pero no sabemos con certeza de dónde proviene», afirmó, al tiempo que sugirió que quizá, en niveles más altos de acceso clasificado, ya se tenga esa respuesta.
La revelación sobre el monte Zeil no solo alimenta las especulaciones sobre una presencia no humana en la Tierra, sino que también refuerza la legitimidad del programa Stargate y de la visión remota como herramienta de investigación para fenómenos que desafían los modelos científicos convencionales.
Por MysteryPlanet.com.ar.
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