Un estudio cuidadoso de la vasta cantidad de evidencias relevantes claramente lleva a la conclusión de que algunos objetos voladores no identificados son vehículos inteligentemente controlados cuyo origen esta fuera de nuestro sistema solar. Todos los argumentos en contra del origen extraterrestre parecen estar basados en falsos razonamientos, tergiversación de la evidencia, negación de la información relevante, o suposiciones pseudo-sofisticadas acerca de la apariencia de los extraterrestres, de su motivación o del secretismo gubernamental.

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Introducción

El paso más importante en la determinación del origen de los platillos voladores es hacer la pregunta apropiada. Esa pregunta no es: “¿Cómo pueden llegar aquí?” ni “¿De dónde provienen?” ni tampoco “¿Son todos los OVNIs naves extraterrestres?”. La pregunta apropiada es “¿Son algunos OVNIs naves extraterrestres?”. Para responder esta pregunta se requiere revisar tanto la evidencia que indica que algunos platillos voladores son de origen extraterrestre como también los argumentos que surgen de la objeción. Mientras que todos los platillos voladores son, por definición, OVNIs, muy pocos OVNIs son platillos voladores. De esta manera, la definición de Platillo Volador es “un objeto volador en el cielo o en el suelo cuya apariencia indica que fue manufacturado y cuyo comportamiento, en conjunto con su apariencia, apunta claramente a un origen no terrestre”. Es muy importante reconocer que determinar que algunos platillos son de origen extraterrestre es mucho más simple que determinar el modo de propulsión, la base de origen, o el propósito de la visita de cada platillo. No es fácil obtener una respuesta para estas y otras preguntas importantes. Sin embargo, estas preguntas no necesitan ser respondidas para establecer el origen extraterrestre de algunos platillos voladores.

También debe reconocerse que puede haber una amplia variedad de puntos de origen, tipos de extraterrestres humanoides, motivaciones de los extraterrestres y modelos de vehículos de la misma forma en que hay una amplia variedad de vehículos, personas y motivaciones para viajar en el Aeropuerto de O’Hare. Además, nuestra incapacidad actual para duplicar el comportamiento de vuelo de los OVNIs en la atmósfera, o nuestra incapacidad para comprar boletos para un paseo rápido interestelar no nos dice nada acerca de si una civilización más avanzada haya logrado hace bastante tiempo estas hazañas difíciles-para-nosotros.

Asimismo, es extremadamente importante reconocer que un vehículo en particular y sus tripulantes bien pueden tener su origen en otro sistema solar pero sin que exista la necesidad de haber volado desde o venir de ese sistema solar en el vehículo observado. Nuestras propias fuerzas navales han usado por muchos años inmensos portaviones para llevar docenas de aviones mucho más pequeños a un área local en la cual el avión realiza pequeños y frecuentes viajes cortos. El hecho de que los residentes del área sobre la cual el avión vuela, raramente vean el portaviones, no significa que éste no esté cerca. De la misma forma en que el hecho de que el avión sea incapaz de volver por sí mismo a su nación de origen tampoco significa que no pueda volver montado a caballito (llevado por el portaaviones).

Evidencia

La principal evidencia OVNI consiste en los reportes de avistamientos, encuentros cercanos múltiples, imágenes y videos, rastreos por radar, avistamientos simultáneos visuales y por radar, rastros de alteraciones físicas (alteración del suelo, plantas y árboles) producidas por OVNIs, abducciones de seres humanos por parte de extraterrestres, y muy probablemente (en lugares escondidos) OVNIs estrellados y cadáveres de extraterrestres preservados. La recolección de datos a lo ancho y largo de todo el mundo indica que experiencias similares ocurren y son reportadas en forma independiente en todo el planeta. La calidad y cantidad de los reportes es mucho mayor de lo que alguna gente –especialmente los escépticos de mente abierta, científicos y periodistas– es consciente.

La principal dificultad es que hay demasiada información, NO muy poca, que está muy dispersa y desordenada y que no está fácilmente disponible en librerías o bibliotecas. La buena evidencia está mezclada con un número mucho mayor de evidencias de reportes de baja calidad consistentes en luces en el cielo y también de un número pequeño de reportes fraudulentos o presentados por chiflados. El hecho de que existan algunos pocos casos fraudulentos o de chiflados no debería sorprender considerando el hecho de que la policía de cualquier lugar está constantemente recibiendo una multitud de pedidos o denuncias inútiles, dentro de las cuales solo unas pocas son verdaderamente importantes y meritorias. También, como podrá testificar cualquier dibujante policiaco, la mayoría de la gente es mejor reconociendo personas y cosas que describiéndolas

Es un hecho que la mayoría de los avistamientos no son muy emocionantes y que pueden ser explicados de manera relativamente convencional. Sin embargo, no se puede afirmar que este hecho tenga mucha relevancia en la búsqueda de la verdad sobre los OVNIs. Ciertamente es un hecho que la mayoría de los compuestos químicos no curan las enfermedades, que la mayoría de la gente no tiene más de 2 metros de altura, que la mayoría de los isótopos no son fisionables, que la mayoría de la gente no puede correr una milla en menos de cuatro minutos, que la mayoría de la gente no comete asesinato, y que la mayoría de los metales no son oro. Todas estas realidades de ninguna manera cambian el hecho de que algunos compuestos químicos efectivamente curan las enfermedades, de que alguna gente efectivamente mide más de 2 metros, de que algunos isótopos efectivamente son fisionables, de que alguna gente si es capaz de correr una milla en menos de 4 minutos, de que alguna gente realmente comete asesinato y de que algunos metales son ciertamente oro.

Es sencillamente irracional e ilógico suponer que dado que la mayoría de los avistamientos terminan explicándose como fenómenos convencionales observados en condiciones no convencionales, entonces todos los avistamientos deben tener una explicación convencional.

Sería más apropiado preguntar “¿Es la mayoría de la gente mala para observar?” La respuesta es NO, porque la única razón de que la mayoría de los avistamientos puedan ser explicados es que usualmente la descripción es bastante precisa. El problema es con la interpretación del testigo. Al escéptico le gusta jugar a ambos lados de la calle. Él sabe que un OVNI en particular era Venus porque la dirección, tiempo, ángulo sobre el horizonte y brillo descritos por el testigo coinciden con Venus (allí el escéptico dice que la descripción es precisa). Pero cuando un testigo reporta un disco de apariencia metálica provisto de un domo y que tal disco estaba quieto y luego se movió rápidamente sin producir sonido, entonces el testigo debe estar equivocado y el objeto debe ser un helicóptero (allí el escéptico afirma que la descripción es imprecisa).

La noción de que la mayoría de los avistamientos son observaciones confusas hechas bajo circunstancias pobres por observadores incompetentes durante un tiempo muy breve es irrelevante (incluso si fuera verdad) y además es demostrablemente falsa. Una mirada a la información contenida en el raramente mencionado Reporte Especial 14 del Proyecto Libro Azul (Ref. 1) provee una mejor base para evaluar los datos.

La tabla 1 resume la categorización de más de 3.000 avistamientos investigados por el “Battelle Memorial Institute” bajo contrato con el Proyecto Libro Azul –una de varias agencias militares de inteligencia a las que les concernían los OVNIs. Los únicos avistamientos de interés son los “Desconocidos”. La definición de Desconocido es: “Aquel reporte de avistamiento donde la descripción del objeto y sus maniobras no encajan con el patrón de ningún objeto o fenómeno conocido”. Cabe destacar que el Reporte Especial 14 del Proyecto Libro Azul incluye solamente un 1.5% de los casos correspondientes a aberraciones psicológicas y solo un 2% a fraudes. Cualquier psiquiatra puede indicar que más de un 2% de cualquier grupo grande es aberrante en una o varias formas. Sería bastante sorprendente que no hubiera fraudes o chiflados relacionados con los OVNIs.

La tabla 2 resume la distribución de calidad de los mismos avistamientos categorizados en la Tabla 1. De vital importancia es fijarse en el hecho de que a mejor calidad de los avistamientos, es más probable que éste sea desconocido y menos probable que sea catalogado como “información insuficiente”. Estos resultados son precisamente los que uno esperaría si los “Desconocidos” fueran fundamentalmente distintos de los reportados como globos, fenómenos astronómicos, aviones, u otras categorías y también contradice la frecuente afirmación de que “No hay avistamientos OVNI interesantes que sean confiables y no hay avistamientos confiables que sean interesantes” (Ref. 2). La pregunta fundamental que se produce gracias a esta información es: “Si los Desconocidos no son aviones, globos, fenómenos astronómicos, misceláneos e incluso si no son avistamientos con información insuficiente, entonces ¿que son?”

La primera pregunta que debe hacerse cuando se quiere conocer la identidad de los Desconocidos es “¿Existe alguna diferencia entre las características de los Desconocidos descritos por los testigos y las características de los Conocidos?” Si en promedio los dos grupos son similares, entonces se justificaría que uno pensara que los Desconocidos son simplemente “Conocidos que pasaron inadvertidos”. Varios tests estadísticos del tipo chi-cuadrado fueron llevados a cabo para chequear este aspecto. Las características incluidas dentro del análisis estadístico fueron: tamaño, forma, color, duración de la observación, y brillo.

Muy desafortunadamente, la maniobrabilidad no fue una de las características incluidas en el Test, a pesar de que ciertamente es una de las características más distintivas de los Desconocidos al compararse con los Conocidos. Se hicieron muchos intentos para realizar la comparación, incluyendo, por ejemplo, los casos de “información insuficiente” y los “probables conocidos” o no incluyendo los avistamientos astronómicos (los que tenían un exceso de objetos verdes) en las comparaciones de color. ¡Todos los resultados mostraron en forma consistente que la probabilidad de que los Desconocidos fueran “Conocidos que pasaron inadvertidos” era menor al 1%! Este punto sencillamente no puede ser enfatizado con más fuerza: Los Desconocidos NO son los avistamientos de calidad pobre, ni tampoco son aquellos para los cuales no hay información suficiente para que un investigador profesional pueda identificarlo, y claramente son muy diferentes a los Conocidos.

Por regla general, en promedio, los DESCONOCIDOS son observados durante un lapso mayor de tiempo que los CONOCIDOS, a pesar de las frecuentes proclamaciones en favor de lo contrario. Más del 60% de los DESCONOCIDOS fueron observados durante más de un minuto. Más de un 35% fueron observados por más de 5 minutos y más de un 10% fueron observados por más de 30 minutos.

Se encontró que la gran mayoría de los Desconocidos son distintos en forma a los aparatos aéreos convencionales tales como globos, aviones, helicópteros, dirigibles no rígidos, etc. Típicamente, han sido descritos como discos simétricos de apariencia metálica, o, en algunos casos, como objetos mucho mayores con forma de cigarro en los cuales los discos entrarían o saldrían. En general, los Desconocidos no tenían alas, motores exteriores, colas, propulsores, partes rotatorias, jets, o luces verdes o rojas centellantes. Usualmente tienen poco o ningún gas de escape, hacen muy poco ruido en comparación con los aparatos aéreos convencionales, y rara vez generan estampido sónico, incluso cuando se mueven a velocidades extremadamente altas en comparación con los aparatos aéreos convencionales de hoy en día.

Quizá lo más importante de todo son las capacidades de vuelo de estos Desconocidos. Se han visto muchos platillos voladores con capacidad para estar flotando en el aire sin moverse, o moverse hacia arriba y hacia abajo, tanto lenta como rápidamente y hacia atrás y hacia delante sin darse la vuelta. Algunos se movían a velocidades extremadamente altas (miles de kilómetros por hora como se observó en forma visual o por radar) en dirección horizontal. Frecuentemente han habido reportes de Desconocidos haciendo virajes y cambios de dirección muy abruptos y a altísimas velocidades. A menudo hay, alrededor del objeto, un resplandor distinto a cualquiera producido por algún objeto volador convencional, globo, misil, etc., excepto el reingreso de mísiles. Se ha observado algunas veces que el color y brillo del resplandor varían a medida que la velocidad del objeto cambia.

Usualmente el patrón de vuelo es muy diferente al de los aviones convencionales. Es decir, altas velocidades sostenidas acompañadas de períodos muy cortos de alta aceleración o desaceleración en lugar de las relativamente bajas aceleraciones y desaceleraciones usadas por nuestros vehículos. Esta diferencia es muy importante dado que es mucho más fácil evitar ser capturado o destruido cuando se tiene la capacidad de realizar cambios muy rápidos de velocidad y dirección, porque mientras más corto es el período de aceleración, mayor es la taza de aceleración que puede ser mantenida.

Dado que el aspecto singular más importante de un platillo volador desde un punto de vista gubernamental es su potencial para utilización militar, especialmente a finales de los 1940s y principios de los 1950s, uno puede decir que los Desconocidos no pudieron haber sido manufacturados en el planeta Tierra. Si lo hubieran sido, ninguna nación estaría en este momento construyendo aviones F-15, 16, 17, 18 o MIG25, 29, Mirage 5, etc.

Esta información, acompañada de los casos de abducción, reportes de criaturas, casos con huellas físicas, etc., indican claramente que algunos Desconocidos son vehículos manufacturados cuyo origen está en alguna otra parte más sofisticada tecnológicamente que la Tierra, dado que nosotros solamente hemos tenido tecnología sofisticada aproximadamente durante 100 años en un planeta que ha tenido vida durante miles de millones de años en un vecindario galáctico de al menos 10 billones de años de edad (Friedman se refiere a que somos unos recién llegados al conocimiento tecnológico). Considerando los inmensos períodos de tiempo transcurridos antes de que nosotros comenzáramos con el viaje espacial, sería realmente extraordinario que nuestro planeta tuviera la civilización más avanzada dentro del vecindario galáctico.

Respecto al lugar en donde yo creo que se originan estos vehículos ET, diría que en los sistemas solares cercanos. Después de todo, hay cerca de mil estrellas a menos de 55 años-luz de la Tierra. Al menos 46 son estrellas solitarias y no variables como nuestro Sol, las cuales bien podrían tener planetas y albergar vida originaria de allí o colonizadora proveniente de civilizaciones más antiguas. Un planeta alrededor de la estrella Zeta Reticuli 1 o de Zeta Reticuli 2 sería mi primera sugerencia por las razones indicadas en las referencias 3 y 4, que describen la excepcional investigación OVNI de Marjorie Fish. Estas estrellas están a solo 37 años-luz de la Tierra y sólo a unas cuantas semanas-luz una de la otra y justo sucede que son un millón de años-luz más viejas que nuestro Sol.

A pesar del hecho que el Reporte Especial 14 del Proyecto Libro Azul contiene una enorme cantidad de información relevante en relación a las tablas mostradas más arriba (más de 240 diagramas, tablas gráficos, mapas, etc.), y de que cubre por lejos muchos más avistamientos que cualquier otra compilación oficial, ni siquiera es mencionado en los 11 libros anti-OVNI que han sido escritos (a pesar de que los autores de los 11 libros estaban bien al tanto de éste) ni tampoco es mencionado en un estudio OVNI mucho más limitado, pero mucho más publicitado, llamado “El Reporte Condon”, patrocinado por la Fuerza Aérea y que discutiremos más abajo.

Es importante mencionar que el Reporte Especial 14 del Proyecto Libro Azul nunca fue distribuido públicamente por la Fuerza Aérea, ni cuando fue completado en 1955 ni después, a pesar del enorme interés del público en los OVNIs. Hubo un groseramente engañoso comunicado de prensa el 25 de Octubre de 1955. Recibió amplia distribución. No decía quién había hecho el trabajo, dónde lo habían hecho, ni siquiera el título del documento estaba correcto. Ningún periodista hizo alguna pregunta relevante. Un “sumario” adjunto a este estudio de alguna manera logró evitar que se incluyeran las grandes cantidades de datos efectivos del reporte.

Nadie cuestionó la afirmación totalmente falsa hecha por el Secretario de la Fuerza Aérea, Donald Quarles, quien dijo: “Sobre la base de este reporte, nosotros creemos que ningún objeto popularmente descrito como platillo volador ha sobrevolado alguna vez los Estados Unidos. Incluso el 3% desconocido pudo haber sido identificado como fenómeno convencional o ilusión óptica, si se hubiera tenido la información observacional completa”. Esta afirmación ciertamente implica que no hay buenos avistamientos hechos por observadores competentes que no pudieran ser identificados por investigadores competentes. Las tablas 1 y 2 ilustran claramente que los Desconocidos eran 21.5% de los casos investigados y no un 3%, y que estaban completamente separados de los avistamientos listados como Información Insuficiente.

Quizás el engaño más serio hecho por la Fuerza Aérea y tragado completamente por la comunidad periodística y científica es que el Proyecto Libro Azul y sus predecesores fueron un esfuerzo científico serio para llegar al fondo del misterio OVNI y que fue la única organización gubernamental que estudió los OVNIs. El cómo alguien pudo tragarse este sin sentido dado el pequeño tamaño, bajo presupuesto, y limitada pericia científica del Libro Azul (al menos desde 1955 hasta su clausura en 1969), es uno de los misterios de mediados del siglo veinte. El proyecto Libro Azul normalmente tenía un mayor, uno o dos sargentos, un par de secretarias, y un montón de gabinetes que llenar. No tenía un avión a su disposición, ni radar, ni computadoras, ni comunicación cerrada, y, lo más importante, no tenía autorización para acceder a información obtenida por agencias tales como el Comando de Defensa Aeroespacial, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la CIA, el FBI, etc., las cuales tenían mayores presupuestos, equipos muchos más grandes, y mucha más habilidad para investigar avistamientos OVNI y recolectar información tanto en Estados Unidos como en ultramar.

Como un asunto de política pública, las informaciones relativas a observaciones de OVNIs hechas por militares estaban sujetas a un conjunto completamente diferente de requerimientos de reporte en comparación con la información reportada por civiles. El que ésto sea un hecho en vez de una mera conjetura queda claramente establecido por un memorando escrito el 20 de Octubre de 1969 por el Brigadier General Carrol H. Bolender. El General Bolender tenía un historial muy distinguido antes de ser transferido a Washington, poco tiempo después de nuestro exitoso alunizaje de los astronautas del Apollo en Julio de 1969. Bolender estuvo a cargo del Apollo y luego del programa del módulo de excursión lunar.

Le fue pedido hacer recomendaciones acerca del futuro del Proyecto Libro Azul a la luz de las sugerencias de Condon de que éste debía ser terminado, dado que parecía no estar haciendo ninguna contribución a las actividades de inteligencia y recopilación de su organización auspiciadora, la División de Tecnología Extranjera de la Fuerza Aérea, y dado que además no parecía estar haciendo ninguna contribución a la ciencia ni a la defensa. El memorando desclasificado (Ref. 6), que fue obtenido por Robert Todd de Ardmore, Pennsylvania, contiene la siguiente declaración:

“Además, los reportes de objetos voladores que podrían afectar la seguridad nacional son reportados de acuerdo con el JANAP 146 y el manual 55-11 de la Fuerza Aérea y no son parte del sistema del Proyecto Libro Azul. (...) Sin embargo, como ya se indicó, los reportes de OVNIs que pudieran afectar la seguridad nacional continuarán siendo manejados a través de los procedimientos estándares de la Fuerza Aérea diseñados para tal propósito.”

El manual JANAP 146 ha sido revisado un cierto número de veces, pero aun está vigente. El Manual 55-11 de la Fuerza Aérea ha sido reemplazado por el Volumen 5 de la Joint Chief Staff Publication 6. Ambos manuales dictan instrucciones, procedimientos y canales para el reporte por parte de personal militar (no civil) de observaciones de mísiles no identificados, naves, submarinos y barcos no identificados, y también objetos voladores no identificados. Se especifican procedimientos especiales de emergencia para transmisiones inmediatas concernientes a OVNIs. El destino de esta información, técnicamente referida como CIRVIS, no era el Proyecto Libro Azul, aun cuando éste estaba vigente, sino en realidad, como era razonablemente esperado, los cuarteles generales del Comando de Defensa Aeroespacial, que entonces se ubicaban en la Ent. Air Force Base, Colorado.

El Proyecto Libro Azul no estaba en la lista de distribución. Ni tampoco los reportes eran entregados a la prensa. Obviamente, las mismas técnicas usadas para monitorear los cielos por ataques enemigos con mísiles o aviones son las más apropiadas para monitorear vuelos de Objetos Voladores No Identificados sobre Norteamérica. Además, los sistemas militares son mucho más útiles para obtener información técnica sobre las características de vuelo, huellas electromagnéticas y otros aspectos tecnológicamente significativos de los OVNIs, de lo que son los reportes de testigos de avistamientos.

Repitiendo, desde un punto de vista gubernamental y militar el aspecto más significativo de las visitas a la Tierra por vehículos tecnológicamente sofisticados es el potencial para utilización militar de esta tecnología por parte de grupos en la Tierra. Seguramente el primer gobierno en ser capaz de duplicar los vuelos hiper-maniobrables y de alta velocidad de los platillos voladores, utilizarán esa capacidad para el transporte y liberación (sobre el objetivo) de armas nucleares u otras y para propósitos de defensa y ataque. En el mundo real de finales del siglo 20, esta potencial información, abastecida de un cuidadoso estudio científico de los platillos voladores –tanto en el aire, como capturados o estrellados– sobrepasa con mucho cualquier consideración filosófica, religiosa, o humanitaria que pueda tener el público general. Uno solo tiene que notar que en forma colectiva las naciones del planeta Tierra gastan ahora 750 mil millones de dólares en artículos militares cada año, desde el trillón de dólares durante la guerra fría. ¿Es entonces increíble que los gobiernos no quieran revelar cualquier información científica que tengan sobre los platillos voladores?

Teniendo en cuenta que hubieron frecuentes acusaciones en el pasado sobre encubrimiento del gobierno en cuanto a información relacionada con OVNIs obtenida a través de canales de inteligencia militares, existe un cuerpo creciente de documentación que apoya estas acusaciones. Por ejemplo, el Dr. Bruce Maccabee ha obtenido más de 1.000 páginas de correspondencia relacionada con OVNIs y reportes de avistamientos en archivos del FBI, a pesar de que J. Edgar Hoover, quien fuera jefe de la CIA por muchos años, a menudo escribió que el FBI no estaba envuelto ni nunca estuvo recopilando información acerca de los OVNIs.

Un requerimiento de liberación de información (FOI - Freedom of Information) en contra de la CIA, comenzó gracias a la organización Ground Saucer Watch, pero llevado a cabo por CAUS (Citizen Against UFO Secret/Ciudadanos en Contra del Secreto OVNI), con la mayor parte del esfuerzo del investigador de Berkeley, Brad Sparks, forzó a la CIA a liberar más de 900 páginas de artículos y archivos relacionados con OVNIs con censura incluida, además de la admisión de la existencia de al menos 57 documentos adicionales, los que no fueron liberados. Ninguno de los documentos liberados era de clasificación más restringida que SECRET, a pesar de que en mis visitas a 15 depósitos de archivos, he establecido que hay cargas de documentos TOP SECRET en existencia. Sparks ha indicado que solo en el primer ¼ de los documentos liberados había referencias a más de 200 otros documentos relacionados con OVNIs, los que no han sido revelados, liberados o reconocidos por la CIA. En el futuro se esperan acciones legales para obtener la gran cantidad de información disponible de la CIA, NSA, y una variedad de otras agencias de inteligencia que generalmente no son consideradas por el público o la prensa.

Por ejemplo, Charles Buffer insistió (a pesar de las frecuentes negaciones de ciertas agencias acerca de la existencia de tales documentos, las cuales posteriormente mostraron claras evidencias de que tenían copias de los mismos) en obtener la liberación de un memorando clasificado (o sea, de carácter secreto) de un agregado militar Norteamericano en Irán describiendo un muy fascinante caso de persecución por parte de aviones militares a un OVNI, persecución que fue avistada por múltiples testigos y que fue confirmada por radar. La lista de distribución del memorando aludido incluía a la CIA, la DIA, la Casa Blanca, la Secretaría de Defensa, la Comandancia de Operaciones Navales, etc.

Dado que la NSA estaba señalada por haber producido 18 de los 57 documentos listados por la CIA, se realizó una petición FOI para su liberación. La petición fue revocada bajo razones de Seguridad Nacional. Una apelación en la corte federal dio como resultado que la NSA fuera forzada a buscar en sus archivos la información OVNI. Encontraron 239 documentos OVNI que incluían 79 de otras agencias de los cuales 23 eran, créalo o no, de la CIA. No liberaron ninguno. Les fue solicitado mostrar los 160 archivos de la NSA al Juez, Gerhardt Gesell, para que éste determinara si se estaba invocando justificadamente las razones de Seguridad Nacional. Al Juez no se le permitió ver ninguno de los 160 documentos de la NSA, pero le entregaron una declaración jurada clasificada como “TOP SECRET+++ EN CONFIDENCIA” justificando la no-liberación de los archivos. A nuestro abogado no le fue mostrado este documento dado que se requería una autorización de seguridad muy especial.

El Juez Gesell falló en favor de que la NSA no liberara ninguno de los documentos diciendo en noviembre de 1980: “La declaración jurada en-confidencia mostró consideraciones efectivas que ayudaron a la corte a determinar que el interés público en la desclasificación de los documentos es superado, por lejos, por la naturaleza sensible de los materiales y el efecto obvio que la liberación de los documentos tendría en la Seguridad Nacional”.

La Corte Federal de Apelaciones estuvo de acuerdo con el fallo de Gesell después de revisar la declaración. La Corte Suprema no quiso oír la causa. Cuando se recibió la declaración jurada después de realizar una petición FOI, el texto de la misma estaba tachado con negro en un 75%. Por más de una década he retado al debunker (refutador de OVNIs) Philip Klass a que provea alguno de los documentos retenidos por la NSA o de una versión más limpia de la declaración jurada. No he tenido suerte hasta ahora, ¡pero él todavía sostiene que no existe encubrimiento! (Posteriormente a escribir este artículo, Friedman consiguió que se le entregara una versión más limpia de la declaración jurada con una mayor cantidad de texto legible, sin embargo aún contenía partes censuradas o borroneadas. Además se liberaron algunos de los archivos de la NSA involucrados. Estos, sin embargo, venían casi completamente “borroneados”)

Como nota adicional, yo realice una petición FOI a la CIA por los 23 documentos OVNI que habían sido descubiertos por la NSA (pero no por la misma CIA). Después de 35 meses, liberaron 9 documentos, todos, créalo o no, eran resúmenes de la prensa de Europa del Este sobre OVNIs que los rusos tenían el día en que fueron publicados. Dos años después yo apelé con respecto a los otros 14 documentos que efectivamente eran propios de la CIA. Liberaron pequeñas partes de 3 de ellos con algunas páginas que tenían tan solo 8 palabras que no habían sido tachadas con tinta negra...

La clasificación de seguridad y las razones para ella, constituyen una de las muchas áreas relevantes de la ufología tratadas de una manera groseramente inadecuada por el Dr. Edward U. Condon durante su contrato como director del estudio de medio millón de dólares sobre Objetos Voladores no Identificados realizado en la Universidad de Colorado.

Los comentarios de Condon, antes, durante y después del estudio constituyen una burla a la metodología de la Ciencia. Sería apropiado para un estudio psiquiátrico el tratar de determinar porqué Condon era tan sesgado e irracional en su enfrentamiento del problema y con sus críticos. La actitud revelada en su correspondencia con el Dr. Donald Menzel, autor de tres extraños libros anti-OVNI, y conocido Astrónomo de Harvard (quien posteriormente yo descubrí que estaba fuertemente involucrado con la NSA, la CIA y otras actividades de inteligencia), es de una arrogancia anticientífica acompañada de desdén por aquellos de pocas luces que sostenían opiniones contrarias. En varias ocasiones Condon declaró que los archivos de los estudios de la Universidad de Colorado no habían sido preservados. Aun así, los archivos están ahora en la biblioteca de la Sociedad Americana de Filosofía en Filadelfia bajo la clasificación de “Los archivos personales de Condon” y sólo accesibles bajo el permiso de uno de sus hijos.

Ha habido un buen número de críticas detalladas del reporte Condon (ver, por ejemplo, las referencias 7, 8 y 9). En resumen, uno podría decir que el reporte falla en ponerse a la altura de la montaña de evidencias disponibles fuera de los confines del estudio mismo o de los generados dentro del mismo. Ninguno de los que participó en el estudio tenía conocimientos previos extensos de ufología. El reporte final esta lleno de padding (información irrelevante usada como relleno) más apropiado para libros de texto que para un reporte OVNI. La discusión relativa a tecnología para viaje interestelar es, por decir lo menos, inepta e incompleta así como la discusión sobre física de plasmas. No hay tan siquiera un capítulo dedicado a los más de 30 avistamientos investigados e inexplicados por la gente de Condon, incluyendo avistamientos con múltiples testigos acompañados de confirmación por radar (Refs. 10 y 11).

Se formó un comité organizado por el Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica, el objetivo del comité era revisar toda la temática OVNI. La conclusión del comité (Ref. 12) fue que uno podría llegar a conclusiones opuestas a las de Condon basándose en la misma información entregada en el Reporte, y también basándose en ¡el 30% de los 117 investigados que no pudieron ser identificados!

Tanto la prensa como la comunidad científica fueron negligentes cuando aceptaron las conclusiones aparentes de Condon y de la conferencia de prensa de la Fuerza Aérea aun cuando una revisión superficial del reporte hubiera indicado su inadecuación y que sus mejores casos apoyaban la noción de que algunos OVNIs son naves extraterrestres.

Otros volúmenes de información con evidencia relevante sobre la pregunta de si algunos OVNIs son naves extraterrestres incluyen el reporte de Julio de 1968 de las Audiencias del Congreso (Ref. 13) con el testimonio de 12 científicos; “The Ufo Evidence” (Ref. 14), con información acerca de 746 “Desconocidos” seleccionados de 4.500 avistamientos investigados por la NICAP (la Organización pionera de estudio de los OVNIs en EEUU); el libro de J. Allen Hynek (Ref. 15) “The UFO Experience”; la obra “Ufology” de James McCampbell (Ref. 16), etc.

Asimismo, están los archivos de Ted Phillips (Mayo de 1979) en Sedalia, Missouri, conteniendo información sobre 1.470 casos de aterrizaje cubriendo más de 2.000 años y 59 países. En 1994, Ted había fechado más de 4.400 casos de 65 países. Ted ha visitado personalmente cerca de 600 lugares donde han quedado huellas de aterrizajes. Más del 50% de estos reportes involucraron más de un testigo. Más del 80% de las observaciones duraron más de 60 segundos. Seres extraños fueron observados en más de un 22% de los casos. De aquellos objetos observados y que tenían forma y tamaño bien definidos (contrario a aquellos objetos luminosos brillantes que no permiten ver los detalles de lo que hay dentro del resplandor), más del 80% involucraba un objeto redondo con forma de disco de entre 10 a 35 pies de diámetro (3 a 10 metros aproximadamente). Pequeñas pisadas fueron encontradas en más de 40 de estos casos y en 8 de ellos se detectó radiactividad. Los datos en los archivos de Ted están pidiendo a gritos una investigación y publicación. Un documento inicial (Ref. 17) tabula información sobre cientos de estos casos.

También reclaman una mayor exposición los datos obtenidos por el Dr. James Harder, Profesor de Ingeniería en la Universidad de California en Berkeley. Los datos son sobre más de 100 casos de abducción involucrando a más de 150 abducidos que el Dr. Harder ha investigado. Más del 80% de estos casos no ha tenido publicidad aun a pesar de que muchos han incluido cuantiosas hipnosis regresivas y fascinantes ojeadas acerca de los extraterrestres y sus actividades.

El Dr. Richard Haines ha coleccionado información estadística concerniente a más de 3.500 avistamientos de OVNIs por parte de pilotos. Dos tercios de estos casos involucraron pilotos comerciales. Más del 90% de los avistamientos involucraron más de un testigo y más del 85% duraron más de un minuto. La información viene de más de 40 países. La mayoría de estos casos no ha tenido publicidad. Los archivos del doctor Haines también piden a gritos una mayor investigación y publicación.

En síntesis, existe una montaña de evidencia al respecto de avistamientos y aterrizajes que no pueden ser explicados por investigadores competentes, lo cual indica que algunos OVNIs son vehículos extraterrestres. Los escépticos no refutan estos datos, los ignoran o tergiversan.

Argumentos en contra de los OVNIs

Los argumentos en contra de los OVNIs hechos por una muy pequeña, pero muy ruidosa, minoría de escépticos pueden clasificarse en 5 categorías básicas:

1. La evidencia es pobre.

2. Los extraterrestres no se comportarían de esa manera.

3. El gobierno no puede mantener secretos.

4. Los OVNIs violan las leyes de la física y la tecnología asociada a ellos es imposible.

5. Solo los chiflados creen en platillos voladores.

1. Evidencia Pobre: El hilo en común de los argumentos entregados por los escépticos es la ignorancia de los datos relevantes acompañada con el supuesto de que la ausencia del conocimiento pertinente por parte del escéptico puede ser tomada como evidencia de que tal conocimiento no existe. Si hubiera tal conocimiento, entonces él lo sabría. Él no lo sabe, por lo tanto no existe tal conocimiento.

Típico de los argumentos de evidencia pobre son las declaraciones de que no hay avistamientos que no puedan ser explicados; que la única razón por la que los avistamientos no pueden ser explicados es porque no hay suficiente información disponible; que no hay aterrizajes; que no hay avistamientos por testigos oculares y por radar simultáneamente; que no hay avistamientos fuera de los Estados Unidos; que no hay avistamientos por parte de pilotos; que no hay avistamientos por científicos o astrónomos; que no hay abducciones de “gente respetable”; que ninguna de las fotos por cámaras para ver meteoros en el cielo ha mostrado OVNIs; que todas las fotos son fraudes; que no hay videos mostrando OVNIs.

¡Cada una de las afirmaciones anteriores es claramente FALSA!

Todas las ideas de los escépticos tienen el propósito de enseñar que Philip J. Klass objetiva y honestamente ha explicado todos los buenos avistamientos; que Donald Menzel explicó todos los buenos avistamientos; que si hubiera habido buena información, entonces J. Allen Hynek la habría publicado hace años y hubiera hablado en contra de las explicaciones de la Fuerza Aérea y de Menzel en vez de apoyar a ambos; que solamente ve OVNIs la gente que quiere ver OVNIs o que creen en OVNIs o que tienen una necesidad psicológica de ser salvados o de ser famosos o ricos; que los reportes de seres humanoides deben estar equivocados por definición, porque los extraterrestres no pueden ser humanoides; que los medios de comunicación son los que producen los avistamientos; que los avistamientos son muy poco comunes.

He tratado en detalle cada una de las nociones anteriores en otros artículos míos. Ninguna de ellas puede soportar una mirada realista.

2. Los extraterrestres no se comportarían de esa manera: Estos argumentos son hechos a menudo por gente que puede ser bien educada en alguna especialidad particular como por ejemplo astrofísica, pero que no puede decirse que tenga algún conocimiento en las motivaciones de los terrícolas y mucho menos en las motivaciones de los extraterrestres.

Los astrónomos figuran entre los peores ejemplos de esto. Su entrenamiento y preparación profesional y actividades profesionales no les proveen conocimientos especiales acerca del comportamiento de los humanos y mucho menos de los humanoides. Esto no interfiere de ninguna manera en su disposición de declarar que si los extraterrestres estuvieran visitando la Tierra, ellos querrían visitar a la Academia Nacional de Ciencias (lo dijo Menzel) o el club de prensa local; o que ellos aterrizarían en los pastos de la Casa Blanca; que ellos o bien se mantendrían ocultos o harían contactos con nuestro líderes; que ellos no vendrían acá solo a detener automóviles y a juguetear (no hay evidencia de que vengan a hacer esto); que no hay nada especial ocurriendo en la Tierra (aun a pesar de que en poco tiempo estaremos viajando a las estrellas); que ya hubieran tomado posesión de la Tierra hace muchos años; que no habrían venido acá sino hasta recibir nuestras primeras señales de TV que habían sido mandadas sólo hace unos pocos años atrás; que dado que enviar mensajes por radiotelescopios es mucho más barato que viajar, ellos solo se habrían limitado a enviar señales en vez de venir hacia acá; que tratarían de alcanzarnos por radio y, cuando hicieran contacto, ellos nos enviarían todos sus secretos lentamente y por radio, y por supuesto a los exobiólogos y radioastrónomos que están tan preocupados por encontrar inteligencia extraterrestre.

Estas nociones delatan una falta de entendimiento del comportamiento humano y dicen mucho de la falta de imaginación y de los egos de aquellos que las exponen. Las referencias 18 y 19 tratan con estas nociones en detalle.

3. El gobierno no puede mantener secretos: Es realmente asombroso como se hacen muchas afirmaciones concernientes a la supuesta incapacidad del gobierno para mantener secretos. La gente que hace tales suposiciones usualmente no tiene ningún conocimiento acerca de nuestros sistemas de seguridad, y solamente son conscientes de algunos de los secretos que han sido revelados.

Los ejemplos típicos son el derribamiento del U-2 de Gary Powers sobre Rusia que probó que los aviones de EE.UU. habían violado el espacio aéreo Soviético y la liberación de todo tipo de información acerca del escándalo de Watergate sobre una variedad de actividades domésticas de la CIA.

El razonamiento es que si hubiera alguna información restringida sobre OVNIs, ésta habría sido encontrada por los investigadores de los medios de prensa. Algunos directivos relativamente prestigiosos de la NASA o de otras organizaciones creen que si hubiera algo escondido sobre OVNIs, ellos lo sabrían. Por supuesto, una consideración más cuidadosa indicaría que la mayoría de los secretos que son llevados a la luz pública, son llevados en forma intencional por los “denunciantes” de la escena política y de que no hay manera de saber cuanto está escondido a partir de lo poco que ha salido a la luz.

El solo hecho de que haya habido tan solo un Daniel Ellsberg liberando documentos clasificados gubernamentales (para el caso se trataba de documentos políticos desactualizados), debería indicar que las barreras para liberar información secreta son muy altas en verdad. Las penas son muy duras, tales como la muerte y pena perpetua, confiscación de todos los beneficios y pensiones, multas de 10.000 dólares, etc. Todas las personas con acceso a material restringido tienen que firmar declaraciones de que ellos nunca jamás revelaran aquella información. Toda la gente con altos permisos de acceso a material restringido sabe que el requisito principal para el acceso a la información es el sistema need to know, el cual prohíbe el acceso a las personas que no necesitan saber la información para realizar sus labores, no importando su nivel de autorización para acceso a la información. Aquellos que si tienen el need to know y tienen la información no hablan. El Senador Barry Goldwater admitió que él le había solicitado a Curt Lemay ver los archivos OVNI pero que le había sido negada la petición y se le había dicho que no preguntara de nuevo.

Las revelaciones de Watergate no tienen, por supuesto, ninguna relación con la liberación de información clasificada, acceso a material clasificado, o cualquier cosa relacionada con la seguridad nacional. Las sanciones involucradas se relacionaron con violación civil no asociada a seguridad militar o gubernamental.

Ha habido también declaraciones ingenuas al respecto de que no hay razón posible para un encubrimiento gubernamental excepto el miedo al pánico (lo cual ignora completamente el profundo significado militar de que los platillos voladores puedan violar cualquier espacio aéreo, y el beneficio potencial para cualquiera que pueda duplicar sus características de vuelo). Algunos científicos académicos incluso han sugerido que dado que ellos están recibiendo contribuciones federales por su trabajo, deberían saber acerca de todo lo que ocurre bajo seguridad. Igualmente absurdas son las afirmaciones hechas por periodistas que dicen que dado que ellos saben de todo lo que está pasando, sabrían todo acerca de cualquier cosa restringida que tenga que ver con los OVNIs.

Una crítica mucho más detallada sobre estas actitudes se puede ver en la referencia 20. Al final de cuentas, esta claro que los OVNIs representan información vital de inteligencia, un tipo de Watergate Cósmico para todas las agencias gubernamentales y de inteligencia.

4. Los OVNIs violan las leyes de la física y la tecnología asociada a ellos es imposible: Algunas de las críticas (provenientes usualmente de los académicos en física y astronomía quienes saben casi nada en un sentido práctico acerca de diseño u operación de propulsión espacial o atmosférica) incluyen las siguientes afirmaciones ingenuas: tomaría demasiado tiempo o demasiada energía llegar hasta acá desde otro sistema estelar; una vez aquí, ninguna nave podría evitar hacer estampidos sónicos; ninguna nave con seres vivos a bordo podría realizar giros bruscos en ángulo recto; ninguna nave podría moverse a varios miles de kilómetros por hora sin incendiarse casi instantáneamente; ninguna nave podría moverse hacia adelante y luego hacia atrás sin darse la vuelta; ninguna nave podría literalmente volar en círculo alrededor de un cohete o de un avión de alto rendimiento; ninguna nave tridimensional real podría parecer que desaparece repentinamente de la vista o de la pantalla del radar, etc. Todas estas falsas suposiciones están basadas en asumir injustificadamente la forma en que deberían conseguirse ciertos objetivos y son tan útiles como el hecho de señalar que es imposible viajar confortablemente desde San Francisco (California) hasta Sydney (Australia) en una bicicleta. Esas suposiciones muestran que uno puede demostrar que cualquier meta es imposible si uno hace cualquier suposición lo suficientemente inapropiada.

Una característica que todos estos argumentos parecen compartir es la de evitar cuidadosamente enfrentar los hechos tecnológicos que indican que ciertos objetivos que son inalcanzables con cierta técnica, pueden ser alcanzados usando otra. Los pequeños computadores rápidos, baratos, tamaño de bolsillo, y operados por baterías podrían ser imposibles de construir con las versiones miniaturizadas de sistemas de engranajes de los años 1950s, pero son fácilmente obtenibles usando los recientemente desarrollados microcircuitos integrados. Los viajes interestelares que involucran cohetes a propulsión química bruta o aceleraciones limitadas a 1 G (corresponde a una medida de la aceleración y equivale a un aumento de velocidad de 34 Km/hora por cada segundo transcurrido) o la misma nave realizando ambos tipos de viajes atmosféricos y espacial, podrían no ser prácticos. Sin embargo, el uso de un sistema de propulsión atmosférica de sistema magneto-aerodinámico (como los usados en los módulos de excursión terrestre) y sistemas nucleares para viaje espacial, entregan una nueva visión sobre la plausibilidad de todos los aspectos técnicos de los platillos voladores. Adicionalmente, cualquier estudio del desarrollo tecnológico en los últimos 100 años revela varios hechos importantes:

• El progreso técnico casi siempre viene principalmente de mejorar los sistemas viejos tanto como sea posible hasta que su límite inherente es alcanzado, para luego cambiar completamente el método usado para alcanzar el objetivo. El progreso proviene de realizar las cosas en forma diferente y en una forma impredecible. Los lásers no son simplemente ampolletas mejoradas. Los cohetes de propulsión a fusión nuclear en los cuales trabajé a los principios de los 1960s no son simplemente mejores cohetes químicos.

• Cada generación de académicos, en particular, parece pensar que toda la ciencia ya ha sido descubierta y con ella toda la ingeniería y que no hay otra interpretación que aquella que han sugerido ellos. También se confunden al no aprender de las proclamaciones del pasado acerca de la imposibilidad de una gran gama de objetivos que han sido obtenidos luego. Es tentador recordar la vieja noción de que: “Aquellos que pueden, hacen. Aquellos que no pueden, enseñan”.

• Casi todos los desarrollos tecnológicos han venido de ingenieros prácticos en vez de los ruidosos negativistas de la academia. Uno sólo tiene que pensar en el Dr. Campbell, un célebre astrónomo canadiense, quien calculó a principios de los 1940s (Ref. 21) que la carga inicial de combustible químico capaz de llevar al hombre a la Luna de ida y vuelta habría de ser de un millón de millones de toneladas. Por supuesto, él hizo tan “inteligentes” suposiciones como que el vuelo debería estar limitado a 1 G de aceleración; que todo el cohete sería de una sola etapa lanzado desde la superficie de la Tierra, cargado en la Luna, lanzado en la Luna y desacelerado químicamente en vez de aerodinámicamente. Él hizo toda una gama de otras suposiciones inapropiadas de manera que terminó equivocado en sus cálculos por un factor de 300 millones dado que ¡hicimos llegar a tres astronautas a la Luna de ida y vuelta con un cohete químico cuya carga inicial era de solo 3.000 toneladas!

Los cohetes nucleares serían por lejos mucho más sofisticados y difíciles de desarrollar. Pero el potencial es enorme. Un cohete de fusión apropiadamente diseñado, por ejemplo, sería capaz de propulsarse expeliendo partículas que tengan 10 millones de veces más energía por partícula que aquellas expelidas en un cohete a propulsión química y que podría usar isótopos fácilmente disponibles cerca de cualquier estrella.

Publicación tras publicación ha sido hecha por exobiólogos y radioastrónomos probando que es imposible llegar a las estrellas si uno realiza una multitud de suposiciones absurdas. Ellos ni siquiera pueden darse cuenta que acelerando a 1 G toma tan solo 1 año llegar a velocidades cercanas a la de la luz y de que nuestros viajes duran tanto porque nosotros realizamos casi todo el viaje a velocidad crucero, sin acelerar. Ellos no parecen saber que la cantidad de aceleración que uno puede soportar depende no solamente del valor absoluto de la aceleración, sino que también de la dirección de la aceleración con respecto al cuerpo de la persona y la duración de la aceleración. Por ejemplo, un piloto entrenado puede soportar hasta 14 Gs (un aumento de velocidad de 480 Km/hora por cada segundo transcurrido) durante 2 minutos sin daño si esta apropiadamente restringido y si la aceleración es de atrás para adelante. Al final de ese período el piloto estaría viajando a 58.000 Km por hora.

Ellos no entienden que a mayor rapidez con que uno sale a órbita o fuera de la Tierra, menos combustible se necesita. Por cada minuto cerca de la Tierra, la gravedad en efecto tira del cohete hacia atrás a una velocidad de 1.200 millas por hora. De esta manera, acelerar a 5 Gs durante cinco minutos produce una velocidad final neta mucho mayor (lo cual permite ahorrar combustible) que la obtenida al acelerar a 1 G por más de 25 minutos, aun a pesar de que ambos métodos podrían parecer producir los mismos resultados finales.

Rara vez he encontrado algún escéptico familiarizado con el hecho de que ha habido operación exitosa de motores jet a energía nuclear, operación exitosa de Ramjets (jets a inyección de aire entrante, sin compresor) de combustible nuclear, operación exitosa de plantas de energía nuclear en el espacio, y operación exitosa desde el suelo de sistemas de propulsión nuclear de cohetes a niveles de potencia de más de 4 mil millones de Watts en un contenedor menor a los 7 pies de diámetro. Todos estos programas involucraron a cientos de millones de dólares y miles de profesionales y todos los programas eran de conocimiento restringido. Solo una pequeña cantidad de estos programas requirió alguna contribución importante de la academia y esencialmente ninguno incluyó mucho aporte de astrónomos... los profesionales que más fácilmente entregan falsos argumentos tecnológicos en contra de la realidad OVNI.

La verdad de todo el asunto es que es completamente innecesario para nosotros duplicar o siquiera adivinar cómo operan los platillos voladores en nuestra atmósfera o cómo llegan aquí para establecer que ellos vienen y que operan en nuestra atmósfera. El Sol estaba realizando procesos de fusión nuclear 5 mil millones de años antes que los terrícolas supieran algo sobre fusión. Uno no necesita entender nada sobre digestión para disfrutar una buena comida o nutrirse de ella. El hecho de que un terrícola no sea capaz de duplicar el desempeño o actividad de un extraterrestre no significa que tal desempeño o actividad no exista. Significa que el individuo en particular aun no puede alcanzar tal objetivo en ese momento, y eso es todo lo que significa. La mayoría de las objeciones tecnológicas son revisadas en la referencia 22.

5. Solo los chiflados ven o creen en Platillos Voladores: Cuando todos los demás argumentos fallan, los escépticos recurren a los típicos trucos propagandistas, los que incluyen asesinato de imagen, culpabilidad por asociación, etc. Hacen frecuentemente declaraciones tales como que solamente los locos, lunáticos, charlatanes, fanáticos religiosos y diversos excéntricos creen o ven OVNIs.

Consistentemente, las encuestas Gallup han mostrado en 1966, 1973, 1978 y 1987 que los creyentes superan ampliamente a los escépticos por al menos 50% y que a mayor educación es más probable que la persona acepte que hay vida inteligente en otras partes del universo y que los platillos voladores son reales. Los resultados de las últimas 5 encuestas están resumidos en la tabla 3.

Otras numerosas encuestas han establecido los mismos hechos. Una encuesta de 1971 de ingenieros y científicos involucrados en actividades de investigación y desarrollo (Ref. 23) fue totalmente incluida en mi primer artículo para la MUFON (Mutual UFO Network, una de las grandes organizaciones de corte científico de estudio de los OVNIs en EE.UU. Ref. 24). Esta encuesta fue repetida y los resultados finales fueron publicados en Julio de 1979 en la Industrial Research Magazine. Los resultados de 1971 mostraban que el 64% de aquellos que expresaron alguna opinión dijeron que los OVNIs probablemente o definitivamente existían y la mitad de los que expresaron su opinión acerca del origen de los OVNIs respondieron “el espacio exterior”. En términos de haber visto un OVNI, la encuesta Gallup indicó que un 9% había visto uno y la encuesta de IR que el 8% definitivamente había observado alguno, con otro 14% diciendo que quizá había visto alguno.

Una vez más, los datos contradicen a los escépticos:

Conclusiones

Esencialmente todas estas objeciones son quejas de gente que no ha estudiado la información relevante referente a los avistamientos, aterrizajes, observaciones, tecnología, seguridad y comportamiento. Todos estos puntos han sido discutidos en mis artículos previos. Las objeciones casi siempre resultan ser de profesionales diciendo aquello para lo cual no están preparados, en vez de objeciones racionales y lógicas basadas en investigaciones detalladas de la evidencia. Después de todo, en 1994 ya habían 11 tesis de doctorado tratando el tema de los OVNIs. Fácilmente había también en aquel entonces 20 volúmenes de artículos de científicos tratando el tema OVNI; al menos media docena de colecciones de reportes de avistamientos que eliminan todas las objeciones sobre la evidencia.

El problema con la aceptación de que los platillos voladores son visitantes extraterrestres no es que no haya información disponible, sino que unos pocos opositores ruidosos no quieren examinar esa evidencia. Ellos prefieren vérselas con sus teóricamente interesantes objeciones que con el mundo real de la información obtenida. Ellos prefieren reír antes que admitir su ignorancia; prefieren erigir a hombres débiles para luego demolerlos fácilmente en vez de echar una mirada a la información relevante. Para evitar que el lector piense que mi propio ego esté mostrándose, permítame rápidamente reconocer mi creencia de que he gastado, por lejos, mucho más tiempo y esfuerzos que cualquiera de los apresurados y cómodos escépticos, tratando de desenterrar información relevante porque me gané la vida dando conferencias sobre el tema de la realidad de los platillos voladores desde 1970 hasta 1982. He tenido que responder decenas de miles de preguntas después de las conferencias a más de 600 colegas en 50 estados, nueve provincias, Alemania, Inglaterra, Italia, Finlandia, como también he aparecido en cientos de programas de debate en Televisión y Radio.

Antes de volverme el único científico espacial en Norteamérica conocido (¿quien sabe quién esta trabajando bajo seguridad?), dediqué 14 años trabajando como físico nuclear en investigaciones de conocimiento restringido auspiciadas por el gobierno y en programas de desarrollo de aviones nucleares, cohetes nucleares y plantas nucleares para uso en el espacio. Casi toda la información relevante era de acceso restringido y no aparecía en las revistas “científicas” convencionales. Fue una buena forma de saber sobre tecnología avanzada y sobre seguridad y sobre cómo son las operaciones de inteligencia, dado que yo participé durante 2 años como ingeniero de proyectos en un estudio de inteligencia clasificado que estaba bajo la tutela de la misma organización que auspició al Proyecto Libro Azul (Foreign Technology División of The Air Force).

No hay duda en mi mente, después de 37 años de estudio e investigación, de que la evidencia sobre que estamos siendo visitados por vehículos controlados inteligentemente cuyo origen es extraterrestre, es abrumadora. No hay argumentos aceptables en contra de la realidad de los platillos voladores. Solamente la gente que no ha estudiado la información relevante o tiene una fuerte voluntad de no creer que la Tierra está, social y tecnológicamente, bien al fondo del montón en nuestra vecindad galáctica.

Me gustaría terminar instando a todos aquellos con interés en el futuro de este planeta a estudiar la evidencia relevante sobre platillos voladores y tecnología. ¡Dejen de ser ufólogos apologistas! ¡Dejen de ser ufólogos de closet! Véanlo de esta manera: ¿Hay alguna mejor manera de madurar que reconocer que todos en este planeta somos Terrícolas? No hay una manera mejor de ver nuestra comunidad que desde el punto de vista de nuestros visitantes extraterrestres quienes sin duda nos ven como una sociedad primitiva cuya actividad principal es la guerra entre tribus. Hay que tener coraje para reconocer nuestras limitaciones en vez de esconderse tras los viejos y autocomplacientes lemas nacionalistas del pasado. ¿Seremos capaces de levantar el velo de este Watergate Cósmico? ¿Seremos capaces de enterrar la vieja mitología? La elección es suya.

Por Stanton Friedman

NOTA 1: Todo el asunto de la recuperación de dos platillos voladores y cuerpos extraterrestres en Nuevo México en Julio de 1947, que he estado investigando desde 1978, está discutido en detalle por Don Berliner y por mí en el libro “Crash At Corona” (1992) y relanzado por Marlowe Company and Co. (1994), también está tratado en profundidad en otras publicaciones.

NOTA 2: Lo que acabas de leer es una traducción al español hecha por MysteryPlanet.com.ar del artículo “The case for Extraterrestrial Origin of Flying Saucers” (1995) escrito por mi, Stanton T. Friedman.

Referencias:

1. “UFOs: An Analysis Of Project Blue Book Special Report 14”; Davidson. Dr. Leon, 5th Edition, Revised 1976. USAF data on 3201 sightings, categorizations, quality evaluations, maps, charts, tables, statistics, etc. New edition with introduction by Dr. Bruce Maccabee. From Center for UFO Studies, 2457 W. Peterson Ave., Extraterrestrial Origin of Flying Saucers., Chicago, IL 60659

2. “Other Worlds”, Carl Sagan, Bantam Books, 1975, 31.95.

3. “UFO Star Bases Discovered” by Stanton T. Friedman and B. Ann Slate in SAGA, July 1973, Vol. 46, Nº 4, p. 37.

4. “The Zeta Reticuli Incident” by Terence Dickinson. 32-page, full color reprint of the original December 1974, Astronomy magazine article, all subsequently published comments by Carl Sagan, Marjorie Fish, etc. This covers most of the very important work done by Marjorie Fish on the Betty Hill star map and lists all sun-like stars in our local galactic neighborhood. 10.000 copies were sold by Astronomy. Now only $5.00 postpaid.

5. “Scientific Study of Unidentified Flying Objects”. Edited by Daniel J. Gilmore, 1969, E.P. Dutton Hard Cover ($12.95), Bantam paperback, 1969, 96s pages. $1.95... out of print (The Condon Report).

6. Department of the Air Force Staff Summary Sheet, October 20, 1969; Subject: Unidentified Flying Objects. Signed by Brig. Sen. Carroll H. Bolender, 3 pages, 16 attachments.

7. “The Condon Report and UFOs” by J. Allen Hynek in Bulletin of the Atomic Scientist, April 1969, p. 39.

8. “A Very Creditable Effort?” paper presented by James E. McDonald at Sacramento Section of the American Institute of Aeronautics and Astronautics, May 28, 1969.

9. Review by James E. McDonald in Icarus 11:3, November 1969, pp. 443-447.

10. “UFO Encounter 1 (July 17, 1957)” by James E. McDonald in Astronautics and Aeronautics, July 1971, pp. 66-70, Vol. 9, Nº 7.

11. “UFO Encounter 2”, August 13-14, 1956 by Gordon David Thayer in Astronautics and Aeronautics, September 1971, pp. 60-64, Vol. 9, Nº 9.

12. “UFO. An Appraisal of the Problem”, AIAA UFO Subcommittee in Astronautics and Aeronautics, Vol. 8, Nº 11, November 1970, p. 49.

13. “Symposium on UFOs”, Congressional Hearings, July 29, 1968, 247 pages. Testimony by 12 scientists including Hynek, Harder, McDonald, Sprinkle, Baker. Sagan, Salisbury, Friedman, Menzel, etc. McDonald’s paper has info on 41 separate sightings. Excellent. Order from NTIS, 5285 Port Royal Rd., Springfield, VA 22151. Item Nº PB 179541. For McDonald’s full size 70 page paper, only $10.00 from UFORI.

14. “The UFO Evidence”, Richard Hall and NICAP, 1964. 184 pages packed with data on 740 unidentifiable sightings and separate chapters on sightings by commercial and military pilots, law enforcement officers, scientists, etc. Out of print. New Edition probably available in 1995.

15. “The UFO Experience: A Scientific Inquiry” by Dr. J. Allen Hynek, 309 pages, H. Regnery, 1972 and paperback (Ballantine).

16. “Ufology: New Insights From Science And Common Sense” by Engineering Physicist James McCampbell. 153 pages, 1974.

17. “Physical Traces Associated with UFO Sightings” by Ted Phillips, 1975. Data on 831 UFO landings in 39 countries. 160 pages. From CUFOS. Out of print. Computer Printout $10.00.

18. “Ufology and The Search For ET Intelligent Life”, Stanton T. Friedman, 25.000 words, 73 Refs., June 1973. Reviews and demolishes the faulty arguments of the exobiologists and radioastronomers such as Carl Sagan, Bernard Oliver, etc. UFORI $4.00.

19. “Science Fiction, Science, and UFOs”, Stanton T. Friedman. MUFON Symposium, July 16, 1977. Scottsdale, AZ. Proceedings pp. 137-166; 60 references; available from UFORI $4. as one of Four Scientific Papers Reviews false claims of Isaac Asimov, Ben Bova, Arthur C. Clarke, etc.

20. “A Scientific Approach to Flying Saucer Behavior” by Stanton T. Friedman In Thesis Antithesis, Proceedings of A Symposium Of A Symposium, sponsored by A IAA and World Future Society, Los Angeles, September 1975. pp. 22-36, 146 pages. Out of print –also one of the 4 papers see item 19.

21. “Rocket Flight to the Moon” by J.W. Campbell in Philosophical Magazine, Ser 7, Vol. 31, Nº 204, January 1941.

22. “Flying Saucers and Physics”, Stanton T. Friedman, 20.000 words, 69 Refs., first edition, June 1974. Gives details on why UFOs don’t violate the laws of physics by coming from other stars or in atmospheric flight; has 1973 Gallup Poll, etc., UFORI $4.00.

23. “UFOs Probably Exist” in Industrial Research, Vol. 13, Nº 3, p. 75, April 1971, see 1979 poll results in July 1979, p. 139.

24. “UFOs: Myth And Mystery”, Friedman, Stanton T., 15.000 words, 60 Rets., June 1971. General Overview. UFORI $3.00.

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