Se ha encontrado una mención sorprendente de ovnis recuperados y la explotación de su tecnología por parte del gobierno de los Estados Unidos, enterrada dentro de un documento oficial de inteligencia del Congreso recientemente emitido.

Los Laboratorios Nacionales y la industria privada están implicados como beneficiarios de dicha tecnología recuperada. Además, el período de tiempo discutido abarca desde 1947 —el año del incidente Roswell— hasta el día de hoy.

Las declaraciones figuran en el extenso documento de la Ley de Autorización de Inteligencia de la Cámara de Representantes de 2023 que fue escrito por miembros selectos del Congreso autorizados y elegidos para formar parte del Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara (también llamado Comité de Inteligencia de la Cámara).

Presidido por Adam Schiff (D-CA), el Comité de Inteligencia de la Cámara supervisa las agencias de inteligencia de la nación, incluidos los componentes de los Departamentos de Defensa, Seguridad Nacional, Justicia, Estado, Tesoro y Energía.

El documento aborda el seguimiento de «fenómenos aeroespaciales/submarinos no identificados» y se refiere explícitamente a «esfuerzos para recuperar o transferir tecnologías relacionadas a la industria de los Estados Unidos o a los Laboratorios Nacionales».

El extraordinario documento

A continuación, se incluyen extractos relevantes del documento (con oraciones clave resaltadas en negrita) de «El Comité Selecto Permanente de Inteligencia de la Cámara (HPSCI) C. Repr. 117-546 - LEY DE AUTORIZACIÓN DE INTELIGENCIA PARA EL AÑO FISCAL 2023»:

Se puede acceder al documento completo en idioma original desde ESTE ENLACE.

Las implicaciones del documento​

La inclusión en el documento de inteligencia de declaraciones sobre ovnis y la recuperación y transferencia de su tecnología asociada muestra que el problema es un asunto real y serio. No parecen estar especulando sobre una «posibilidad», sino que de hecho están reconociendo tales cosas y que estas requieren acción, incluida la demanda de todos los registros relacionados con el tema.

Dirigir al Contralor General de los Estados Unidos a tomar medidas sobre la tecnología OVNI recuperada no sería algo hecho en base a un rumor. Estos asuntos de inteligencia se centran en hechos, no en ilusiones o intereses personales. La revisión que el Contralor debe realizar consume tiempo, incurre en gastos y requiere personal autorizado.

Anticipando que algunos temas pueden ser tan secretos como para relacionarse con la seguridad nacional, el documento hace referencia al uso de «un anexo clasificado según sea necesario» al comunicar sobre el tema.

El informe de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) sobre Roswell en la década de 1990 establece que el objeto estrellado era terrestre y resultó de un globo espía derribado. Y al testificar sobre los restos de ovnis, el Director Adjunto de Inteligencia Naval le dijo al Congreso en mayo de 2022 que «no tenemos material».

El Comité de Inteligencia, desafiando las declaraciones públicas de la Fuerza Aérea y la Marina, claramente piensa lo contrario. Si creían en la negación de los militares de poseer material OVNI, ¿por qué discutirían la explotación de dicho material por parte de empresas y laboratorios estadounidenses?

¿Qué sabe el Comité de Inteligencia sobre la recuperación y transferencia de tecnología OVNI que no saben la Fuerza Aérea y la Marina? ¿Por qué el documento de inteligencia mencionaría tal cosa si el gobierno de los Estados Unidos ya había determinado oficialmente que era un asunto resuelto?

El documento habla de tecnología recuperada desconocida y su transferencia a laboratorios nacionales y al sector privado, probablemente contratistas de defensa. El propósito obvio sería el análisis, la duplicación y la explotación de estas tecnologías y materiales exóticos.

Lo que no dice el documento

El documento no especifica qué información ha adquirido el Comité de Inteligencia para motivarlos a incluir el tema en el documento. Tampoco aborda 1) dónde ocurrieron las recuperaciones de accidentes OVNI/UAP, 2) cuándo ocurrieron, o 3) cuál es la naturaleza precisa de estas tecnologías recuperadas.

Tampoco sabemos si los elementos recuperados de estos fenómenos aéreos no identificados son material disparado, residuos o restos flotantes de un OVNI, o de un vehículo accidentado intacto o dañado.

Si no se trataba simplemente de escombros sino de un vehículo que se recuperó, ¿estaba pilotado? El Comité de Inteligencia habla de «tecnología» pero no de biología. ¿Es esta la parte de la investigación de inteligencia del Congreso que formaría parte del «anexo clasificado» mencionado en el texto?

Debido al propósito del documento —que se relaciona con las directivas y los recursos de inteligencia—, no sorprende que tales detalles no estén incluidos. No es un documento de ciencia o historia. Sin embargo, dado que los miembros del Comité tienen autorización de Alto Secreto/SCI, algunos pueden estar al tanto de parte de esta información, según su necesidad de saber.

¿Por qué la mención de transferencia de tecnología ovni al sector privado y los laboratorios nacionales es significativa?

La mención del documento sobre la transferencia de tecnología OVNI recuperada a nuestros Laboratorios Nacionales y a la industria privada es importante. Esto se debe a que ocho de los Laboratorios Nacionales de Estados Unidos son operados completamente por el contratista de defensa del sector privado Battelle Memorial Institute, con sede cerca de la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson en Ohio.

Se confirma que Battelle generó estudios de ovnis para el gobierno —incluidos estudios estadísticos para el Proyecto Blue Book— y se sospecha que participó en el análisis de los restos de un misterioso metal con «memoria» llamado Nitinol, que recuerda su forma original cuando se dobla.

Sede del Instituto Battelle Memorial en Columbus, Ohio.

La referencia del documento a la participación de «la industria o los Laboratorios Nacionales» indica que el Comité de Inteligencia es consciente de su importancia en lo que respecta al estudio de ovnis.

En una entrevista en la década de 1990, el difunto Dr. Edgar Mitchell, graduado del MIT, astronauta y sexto hombre en caminar sobre la Luna, declaró sobre la tecnología de los restos de ovnis: «Están en manos de individuos, más allá del gobierno, más allá quizás de inteligencia, están bajo el control del sector privado con algún tipo de supervisión militar o gubernamental».

Esto describe con precisión a institutos como el Battelle. Además, dichos contratistas de defensa no están sujetos a las solicitudes de la Ley de Libertad para la Información (FOIA), aislándose de maneras que el gobierno no puede. Los laboratorios nacionales bajo el control de Battelle incluyen Los Álamos, Brookhaven y Oak Ridge. Los contratistas de defensa aeroespacial que han sido implicados incluyen a Lockheed Martin y su división supersecreta «Skunk Works».

En 1997, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, a través del Capitán James McAndrew, emitió su explicación de que el incidente del accidente del OVNI de Roswell fue el de un tren de globos espía del Proyecto Mogul en su «Informe Roswell: Caso Cerrado». Este autor se puso en contacto con el Capitán McAndrew y le preguntó por qué su investigación de Roswell no incluyó a los Laboratorios Nacionales para examinar la posibilidad de explotación científica de los elementos recuperados del accidente. Respondió que los Laboratorios Nacionales y la industria privada no formaban parte de la investigación porque solo estarían involucrados si el accidente fuera de un vehículo extraterrestre, lo cual, hasta el día de hoy, sostiene que no fue el caso.

No obstante —y contradiciendo a McAndrew—, el Comité de Inteligencia de la Cámara piensa diferente y menciona que los Laboratorios Nacionales y la industria privada son exactamente los que están involucrados en el trabajo con tales escombros.

¿Qué dice el Comité de Inteligencia sobre esto?

Los esfuerzos para contactar directamente a los miembros clave de la mayoría del Comité de Inteligencia que generó este documento no han tenido éxito. Sin embargo, una asistente del Congreso de un miembro del comité dijo sobre el documento que «no podía comentar sobre la justificación de la inclusión de ningún elemento, o el significado o interpretación de cualquier elemento», y agregó que está «dentro del ámbito de los miembros del comité y la Contraloría General».

Debido a que la ley de autorización del comité para actividades de inteligencia para el año fiscal 2023 está dirigida al Contralor General de los Estados Unidos, se está intentando contactar a esta oficina para obtener más información. El Contralor General dirige la contabilidad del país y las actividades de responsabilidad del gobierno a través de su Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO).

Conclusión

Este documento demuestra que algunos miembros del Comité de Inteligencia tienen cierto nivel de conciencia de la realidad de la evidencia física de ovnis recuperada. Es inconcebible que la discusión sobre la recuperación de OVNIs/UAPs y la transferencia de tecnología se incluya dentro de una Ley de Autorización de Inteligencia a menos que estos miembros del comité tengan muy buenas razones para hacerlo.

El inmenso documento aborda cientos de temas de inteligencia, desde guerras y rumores de guerra hasta amenazas a la ciberseguridad. Para que contenga mención de ovnis, tecnología recuperada y transferencia de tecnología —con la mención del año 1947 y el uso de un anexo clasificado para comunicar sobre el asunto— junto con problemas mundiales muy apremiantes, es notable. Muestra que el asunto de la intrusión en nuestros cielos y mares por tecnologías no hechas por el hombre es un asunto de inteligencia de máxima prioridad.

Artículo cortesía de Anthony Bragalia (ufoexplorations.com).
Traducido al español y editado por MysteryPlanet.com.ar.

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