Mystery Planet es un sitio web que ofrece noticias y artículos sobre ciencia y misterios. Para estar al tanto de todo lo que publicamos, además de seguirnos en nuestras redes sociales o suscríbete a nuestro boletín de noticias, te invitamos a nuestro canal de Telegram.
Varios ramos de flores para ofrendas han sido descubiertos en un túnel a 18 metros de profundidad, bajo el templo del dios Quetzalcóatl, una pirámide que se encuentra en la majestuosa ciudad Teotihuacán, en México.
Quetzalcóatl ('Serpiente Emplumada' en náhuatl) fue una deidad importante durante la antigua Mesoamérica, una región histórica que incluía el centro de México a través de Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y el norte de Costa Rica.
Se decía que este dios había dado maíz a los hombres y era responsable de la creación de la humanidad, razón por la cual se descubrieron ofrendas de flores debajo del templo del dios.
Sergio Gómez, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, dijo que los tallos están en buenas condiciones y aún atados con los cordones originales hechos con algodón.
El hallazgo, que forma parte del Proyecto Tlalocan, es considerado excepcional por los arqueólogos, pues es la primera vez que se encuentra un material botánico tan bien preservado en Teotihuacán, el cual permitirá reconstruir algunos rituales que se realizaron en el túnel e identificar qué tipo de flores o plantas se utilizaban.
«En total son cuatro ramos de flores en muy buen estado, aún están atados con cuerdas, probablemente de algodón. Esto es un hallazgo muy importante porque habla de los rituales que se llevaron a cabo en este lugar», dijo Sergio Gómez, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México y director del Proyecto Tlalocan.
El experto también señaló que es demasiado pronto para determinar de qué tipo son, pero espera resolver ese misterio pronto.
«Aunque no sabemos la fecha exacta de cuándo fueron depositados, porque los acabamos de sacar apenas esta semana, deben de ser muy antiguos y corresponder a las primeras fases de Teotihuacán, de hace entre mil 800 y 2 mil años. Hemos encontrado objetos completos que fueron colocados en este tiro; la cerámica es también de la fase Zacuali y Miccaotli, del inicio de nuestra era, entre los años cero y 200 después de Cristo».
Los arqueólogos consideran a Teotihuacán uno de los lugares más influyentes de la América prehispánica, con una población de 200.000 habitantes en su apogeo. Sin embargo, se estima que solo el 5 por ciento de la ciudad ha sido excavada —a pesar de más de un siglo de exploración—.
En este contexto, Gómez contó que en el Proyecto Tlalocan, tras 12 años de exploraciones en este túnel bajo la pirámide de Quetzalcóatl, han sido halladas más de 100 mil piezas y objetos arqueológicos, como objetos de cerámica, obsidiana, conchas y caracoles, restos de origen orgánico como hule, pelo y restos óseos de grandes felinos y aves, y hasta medio kilo de semillas de cacao.
«La importancia es entender todo este tipo de materiales en su conjunto. Al finalizar las etapas del proyecto, nuestra reflexión es que se corroboran varias de las hipótesis que nosotros planteamos al inicio de la exploración; todo este conjunto de materiales nos permite entender muchos aspectos de la cosmovisión, de la religión de los antiguos pueblos mesoamericanos y, en específico, de las actividades rituales que se llevaron a cabo en el interior del túnel», explicó.
«Aún falta mucho por trabajar en Teotihuacan y cada hallazgo es un granito de arena más al conocimiento de una de las sociedades más importantes y complejas que existieron en la época antigua; cada hallazgo aporta elementos para la comprensión de esta sociedad», concluyó Gómez.
Fuente: La Jornada. Edición: MP.
¿Te gustó lo que acabas de leer? ¡Compártelo!
Artículos Relacionados
0 comentarios