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La serie argentina de culto tiene un capítulo dedicado al asunto ovni en donde se menciona un incidente bastante familiar para los tiempos ufológicos actuales.
Recientemente, el astrofísico de Harvard Avi Loeb en colaboración con el director de la oficina ovni del Pentágono publicaron un artículo donde se sugería la presencia de una nave madre o nodriza pasando por el sistema solar y lanzando pequeñas sondas de exploración.
El escrito se basa en la hipótesis de que el objeto interestelar Oumuamua era en realidad algún tipo de nave enviada por una civilización extraterrestre avanzada con fines exploratorios. El argumento es que, lejos de ajustarse a lo esperado para un cometa, asteroide u otro objeto celeste, presentó un comportamiento tan anómalo como su forma oblonga que apunta a una artificialidad.
Como en muchas ocasiones, este hecho del mundo real halla su paralelo en la ficción. ¡Y no hablamos de Los Simpsons! En este caso, nos referimos a lo que muchos fanáticos consideran la mejor serie argentina de todos los tiempos: Los Simuladores. En ella, un grupo de cuatro amigos arman una agencia dedicada a resolver problemas que nadie más puede resolver por medio de operativos, engaños y simulacros.
En el capítulo intitulado El colaborador foráneo (Temp.01, Ep.11), emitido en 2002, engañan a una comisario de la provincia de Buenos Aires para que corrija su conducta corrupta. Para ello, utilizan su afición por los ovnis y el espacio para elaborar una pantomima acorde que le haga cambiar y tener algo por lo que mantener una conducta intachable.
En un momento, llevan al comisario a una habitación y le explican que están buscando, justamente, un pequeño objeto que se desprendió de una nave alienígena mayor:
«El 28 de octubre de 1968 se detectaron señales provenientes de la dirección correspondiente a la estrella Epsilon Eridani. Hace 3 años se determinó que estas señales surgían de un objeto mayor, de dimensiones titánicas, que había penetrado en nuestro sistema solar a una velocidad de 9.000 km por hora», dice Emilio Ravena caracterizado como Máximo Cozzetti, alguien que asegura trabajar para un programa ovni secreto del FBI y la NASA.
«Por la forma en que se mueve, estamos convencidos en un 90 % de que es manejado por una forma de vida inteligente. No respeta la gravedad ni la fuerza centrífuga y ejerce movimientos voluntarios», agrega el simulador encargado de la planificación de todo.
«En enero del 2000, un radar satelital soviético detectó que de este objeto mayor se desprendió una partícula menor, un objeto menor, de unos 25 a 50 centímetros de diámetro», sigue Cozzetti.
El diálogo, aunque de ficción, en su esencia parece vaticinar lo que Avi Loeb ha sostenido todo este tiempo. Para colmo, en el episodio dicen que el gobierno de EE.UU. le hizo creer al público que habían cerrado sus programas de investigación ovni para continuar estudiando el fenómeno en secreto; algo que justamente quedó confirmado en 2017 cuando se reveló la existencia de un programa del Pentágono (AATIP) que recibió una financiación de hasta 22 millones de dólares.
Por último, el programa secreto al que se hace referencia en Los Simuladores se llama Proyecto Phoenix, el cual describen con un objetivo muy similar —por no decir igual— al del Proyecto Galileo fundado por el astrofísico de Harvard en el mundo real: buscar tecnofirmas extraterrestres en el espacio.
Por MysteryPlanet.com.ar.
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