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Un nuevo informe científico ha revelado más datos desconcertantes sobre el enigmático objeto interestelar 3I/ATLAS, sumándose a la lista de anomalías que desafían su clasificación como un cometa convencional.
Las observaciones, realizadas el 24 de agosto de 2025 con el telescopio Keck II en Hawái, han proporcionado imágenes inéditas de la extraña composición de su coma o envoltura gaseosa.
A diferencia de cualquier cometa conocido, incluyendo el interestelar 2I/Borisov, el espectro del 3I/ATLAS muestra una emisión de níquel prominente, pero no hay rastro de hierro. Los autores del estudio, publicado en el servidor de preimpresión arXiv, sugieren que este fenómeno podría ser el resultado de un «proceso de carbonilo» natural, un mecanismo químico que en la Tierra se utiliza industrialmente para refinar el níquel. Este proceso único explicaría por qué el níquel se encuentra fuertemente concentrado cerca del núcleo del objeto.
Las imágenes de banda estrecha del Keck también muestran que las emisiones del níquel se extienden hasta un radio de 600 kilómetros y las de cianuro hasta 840 kilómetros, con una concentración de níquel mayor en el centro en comparación con el cianuro. Otro hallazgo notable es que las emisiones de ambos elementos son asimétricas, creando una «anti-cola» que se extiende en la dirección del Sol, un rasgo poco común en los cometas.
«Curiosamente, a pesar de esto, la imagen de luz blanca del 3I/ATLAS no muestra una cola de polvo, un rasgo distintivo de los cometas que normalmente es visible a simple vista», comenta el astrofísico Avi Loeb en reacción al nuevo estudio.
«Estos datos se complementan con los hallazgos previos del telescopio espacial Hubble y del telescopio Webb, que indican que la tasa de pérdida de masa total del 3I/ATLAS es de 150 kilogramos por segundo. Un dato sorprendente es que el 87 % de esta masa está compuesta por CO2 y un 9 % por CO, mientras que el agua solo representa un 4 %. La producción de níquel con respecto al cianuro es mucho más alta que en otros cometas, lo que reafirma la naturaleza anómala del objeto», añade.
Mientras que la agencia espacial China no ha liberado nada al público y la europea ha publicado poco y promete dar a conocer lo mejor tras un embargo de datos de 6 meses, la comunidad científica está a la espera de más observaciones que podrían aclarar la verdadera naturaleza del ya enigmático objeto interestelar.
Se prevé que, cuando la NASA reanude sus operaciones tras un largo «apagón», publique las imágenes de alta resolución obtenidas este mes por la cámara HiRISE de la sonda Mars Reconnaissance Orbiter. Esto será seguido por los datos de las sondas JUICE y tal vez Juno en los meses siguientes.
«Cada nuevo dato parece confirmar que 3I/ATLAS es un verdadero misterio cósmico, un “forastero” que nos obliga a redefinir lo que pensamos que sabemos sobre los objetos de nuestro universo», concluye Loeb.
Por MysteryPlanet.com.ar.
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