Cuando miramos hacia el firmamento nocturno, podríamos estar presenciando accidentalmente una conversación alienígena.

Estrellas.

Crédito: Hubble.

Al menos, eso es según Terry Rudolph, físico cuántico del Imperial College de Londres, quien la semana pasada publicó una investigación en arXiv que teorizaba que una civilización extraterrestre avanzada podría alterar la luz proveniente de las estrellas para comunicarse a gran distancia, casi como una serie de señales de humo interestelares.

La física de esta terrible hazaña cósmica se vuelve un poco densa —lo que probablemente sea razonable si los extraterrestres se comunican rápidamente a través de los sistemas estelares—, pero la idea básica es usar fotones entrelazados cuánticamente de diferentes estrellas para transmitir mensajes que parecen parpadear al azar a cualquier espectador entrometido.

El entrelazamiento es un fenómeno cuántico, sin equivalente clásico, en el cual los estados cuánticos de dos o más objetos se deben describir mediante un estado único que involucra a todos los objetos del sistema, aun cuando los objetos estén separados espacialmente. Esto lleva a correlaciones entre las propiedades físicas observables. Por ejemplo, es posible preparar (enlazar) dos partículas en un solo estado cuántico de espín nulo, de forma que cuando se observe que una gira hacia arriba, la otra automáticamente recibirá una «señal» y se mostrará como girando hacia abajo.

Según señala Rudolph, esto es técnicamente posible en lo que respecta a la física, y cualquier comunicación que se valga de este tipo de entrelazamiento a escala astronómica —por ejemplo utilizando los fotones de las estrellas— «puede, en principio, volverse indiscernible para aquellos de nosotros excluidos de la conversación».

Cabe destacar que una civilización capaz de lograr semejante nivel de comunicación sería, como mínimo, la misma que construiría esferas de Dyson para aprovechar al máximo la energía de las estrellas, moviéndose a sus anchas por la galaxia para aprovechar todos sus recursos —una civilización Tipo II en la escala de Kardashev—. Esta gran diferencia tecnológica y cognitiva es lo que nos deja afuera de cualquier conversación inteligente —mientras buscamos señales de radio y ni siquiera alcanzamos a ser un Tipo I en la misma escala—.

Cuantizivilizaciones

Y Rudolph va más allá aún, sugiriendo que algunas especies del cosmos podrían haber evolucionado muy diferente a nosotros, con una capacidad mayor y naturaleza más adecuada para hacer uso del entrelazamiento cuántico.

«Generalmente, los físicos de este planeta creen que, para reclamar una verdadera comprensión de la teoría cuántica, una de nuestras tareas es explicar por qué el entrelazamiento útil es tan frágil para el mundo clásico que experimentamos. El entrelazamiento, en nuestra experiencia, sólo se manifiesta cuando el más inteligente de nuestra especie lo captura y protege de forma adecuada en experimentos controlados. Sin embargo, una vez que uno comprende qué tan increíblemente robusto, omnipresente y útil es el entrelazamiento fotónico, la pregunta cambia: ¿por qué no evolucionamos para hacer uso de ello? ¿Por qué este entrelazamiento no nos ayuda a encontrar pareja o alimentos?», concluye.

Fuente: The Byte. Edición: MP.

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 2 comentarios
Comentarios
Ago 3, 2021
14:33
#1 HORACIO:

VEN... ALGUNOS YA ESTAN CHAPITAS... jajajaja

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Ago 4, 2021
5:58
#2 José García Álvarez:

Estos "científicos" incapaces, con tal de sobresalir, no se sacan nada más que tonterías...

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