Osos polares están obligados a buscar alimentos en zonas pobladas, a medida que sus hábitats naturales se reducen y el alimento escasea en el archipiélago de Nueva Zembla, en el ártico de Rusia.

Los aproximadamente 3.000 habitantes de Nueva Zembla viven en alerta constante por la agresividad de los osos, cuya ambiente otrora amigable se ha tornado hostil contra ellos.

Según un comunicado de las autoridades de la localidad de Rusia, citada por la agencia Interfax, «hay una gran acumulación de osos polares alrededor de zonas pobladas desde diciembre de 2018», pues, por ejemplo, en el área del asentamiento urbano Belushya Gubá se registró la presencia de 52 animales. Y usualmente en dicha zona apenas era posible encontrar la presencia de 6 o 10 osos árticos.

El mismo documento argumenta que se registraron casos de «comportamiento agresivo», ya que abrumados por el hambre, los osos polares ingresan en las viviendas y atacan a los humanos. «La gente está asustada, tiene miedo de salir de casa, las actividades diarias se ven afectadas, mientras que los padres tienen miedo de enviar a sus hijos a las escuelas y jardines de infantes», agrega el comunicado.

A pesar de que los funcionarios implementaron una serie de medidas para ahuyentar a los osos polares de las zonas pobladas, como la instalación de vallas adicionales y patrullas especiales; dichas acciones resultaron ineficaces. ¿Por qué? Resulta que los animales se han adaptado a las señales de ruido y de luz, así como a los automóviles.

Especie en peligro

La invasión de las especies silvestres en territorio humano no resulta casual. En el caso de los osos polares, su hábitat se ha visto reducido debido a los efectos del cambio climático: los glaciares se están partiendo o retirándose cientos de metros cada año. El casquete polar desaparece a una velocidad récord. Con el derretimiento del hielo, el hogar de los blancos mamíferos también se ve reducido.

Oso incursionando en una casa de Nueva Zembla, Rusia. Crédito: Irina Elis.

En el mundo se estima que existen entre 22.000 y 31.000 osos polares. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza advirtió, en un informe presentado en el 2015, que en los próximos 40 años la población de esta especie disminuirá en un 30 % debido a la pérdida de su hábitat. Como hay menos hielo, el oso debe nadar más tiempo para buscar tierra firme y así dedica menos tiempo a cazar.

Por esta razón, Rusia los clasifica como una especie en peligro de extinción. De hecho, cazarlos está prohibido y el Servicio Federal para el Control del Uso de los Recursos Naturales denegó el permiso para disparar a los ejemplares más agresivos.

Mientras tanto, en Nueva Zembla los especialistas esperan solucionar la preocupante situación sin el uso de armas.

Fuente: La República.

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 1 comentario
Comentarios
Feb 12, 2019
17:58
#1 ethel:

me apena ver que cada vez arruinamos el entorno de los animales, en detrimento de sus espacios, nos lo estamos buscando, con los osos, tigres, tiburones y algunos animales más que hemos invadido su mundo, hay que poner un alto...

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