En la búsqueda de vida allí afuera, una de las cuestiones claves ha sido el saber cuándo y cómo se formaron otros planetas; y si en comparación la Tierra surgió en una etapa temprana o tardía. Ahora los astrónomos creen tener una respuesta producto del descubrimiento de un sistema planetario con mundos rocosos con una antigüedad de 11.200 millones de años —más del DOBLE que la edad de nuestro sistema solar.

El sistema KOI-3158 (abajo) en comparación con otros planetas conocidos.

El hallazgo de este sistema extrasolar —a 117 años-luz en la constelación de Lyra— fue hecho por el Dr Tiago Campante, un astrónomo de la Universidad de Birmingham.

Junto con su equipo, el astrónomo estudió la estrella conocida como KOI-3158 (KOI es el acrónimo en inglés para 'Kepler Object of Interest'), detectada por el Telescopio Espacial Kepler. Alrededor de la estrella orbitan cinco planetas, y el sistema en el que se encuentran tiene aproximadamente 11.200 millones de años. En comparación, nuestro sol tiene solo 4.650 millones de años.

El sistema planetario es ultracompacto, sus planetas están separados por apenas una distancia de 0,1 UA (1UA es la distancia que separa la Tierra del Sol), convirtiéndose así en el sistema planetario más compacto conocido.

El sistema KOI-3158 en comparación con otros sistemas conocidos.

Los astrónomos estimaron la antigüedad de los planetas en base a la de su estrella, averiguando la edad del cúmulo en donde se halla la anfitriona. Y dado que la mayoría de los mundos se formaron temprano en la vida de este sistema, es razonable asumir que lo hicieron al mismo tiempo —más allá que siempre existe un pequeño margen de error.

«KOI-3158 es un sistema con planetas del tamaño terrestre, formados cuando el universo tenía menos del 20 por ciento de su edad actual, lo cual indica que planetas como el nuestro pudieron existir hace muchos eones, y durante la mayoría de la historia del Universo, dejando así abierta la posibilidad a la existencia de vida ancestral en la galaxia», dijo el Dr Campante.

El planeta más interno del sistema es del tamaño de Mercurio, los tres del medio son del tamaño de Marte, y el más externo es apenas más pequeño que Venus. De todas formas, es poco probable que éstos alberguen vida debido a que orbitan demasiado cerca de su estrella anfitriona, más próximos que Mercurio a la nuestra. A pesar que KOI-3158 es 25 por ciento más pequeña y 700 grados más fría que nuestro sol, la distancia es demasiado corta y las temperaturas muy altas para que la vida se abra paso.

Se piensa que la vida en la Tierra tomó miles de millones de años en alcanzar su estado actual, algo que lleva a algunos a creer que la querida canica azul es una de las primeras de nuestra galaxia en haber desarrollado vida compleja. Pero este nuevo descubrimiento pone en serias dudas la anterior creencia, dado que otros planetas como el nuestro seguramente han estado allí afuera por el doble de tiempo, siendo muy lógico pensar que la vida haya comenzado en otro lugar de la galaxia... y quizás evolucionado en —desde nuestro ahora juvenil punto de vista— antiquísimas civilizaciones.