El templo de Jokhang, uno de los referentes más emblemáticos y simbólicos del budismo tibetano, sufrió este sábado un espectacular incendio, que según la agencia china Xinhua no provocó víctimas.

Imágenes difundidas a través de las redes sociales permiten apreciar las enormes llamas que se elevan desde el complejo, Patrimonio de la Humanidad, que ocupa cerca de 2,5 hectáreas en la ciudad de Lasha.

El enclave es considerado como el santuario más sagrado del budismo de este territorio y destino predilecto para miles de peregrinos.

Según Xinhua, el incendio se originó a las 18:40 (hora local) del sábado y fue apagado poco después. El medio oficial no informó sobre el alcance de los daños ni las posibles causas del suceso.

El templo fue construido por el rey Songtsen Gampo, probablemente en 642. Es uno de los primeros de la ciudad de Lhasa así como uno de los más venerados, ya que alberga una imagen de Jowo, el joven Buda que se dice fue esculpida en vida de Siddhārtha Gautama.

Sin embargo, el principal portavoz mediático del Partido Comunista Chino, el Diario del Pueblo, añadió que «ninguna de las sagradas reliquias que alberga el monasterio han sufrido daños en este suceso».

El incidente se produjo cuando los residentes locales celebran el Año Nuevo lunar, lo que hizo que el monasterio se encontrara cerrado.

El profesor Robert Barnett, un conocido experto en el Tibet, indicó en su cuenta de Twitter que el complejo había reabierto sus puertas este domingo, aunque una de sus más conocidas capillas permanecían clausuradas.